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domingo, 30 de marzo de 2014

Capitulo 20 ya disponible

El capi 20 ya esta, despues de una hora intentando publicarlo tuve que hacerlo a traves de el celular, asi que es probable que  formato no este bien y las imagenes esten hasta abajo.
Ultimamente mi compu esta lenta y blogger no me deja publicar nada, disculpen las molestias

Capitulo 20: Zafiro La Bruja

                               Capítulo 20
                             Zafiro La Bruja

Arleen despertó con un grito, había tenido una pesadilla. Se bajó de su cama pero cuando sus dedos tocaron el suelo no siento mármol, si no pasto. Entonces fue cuando se dio cuenta de que tenía frío, mucho frío. Se abrazó a ella.
Entonces miró a su alrededor, no había techo. Estaba en un bosque.
Pero no estaba sola, podía sentirlo. Sentía que alguien la observaba.
Volteó sigilosamente y se encontró con unos ojos color zafiro.
Intentó echarse encima de ella para matarla, pero no podía moverse.
-         ¿Qué es lo que quieres?
-         Creo que ya es hora de que sepas la verdad.
-         ¿La verdad?
ZAFIRO NARRA:
Hace mucho tiempo había una mujer llamada Cyllesil, era tal vez la mujer más hermosa del mundo. Tenía unos ojos violetas, como los tuyos. Cabello negro y tez muy pálida.  La mujer era campesina.

 Vivía en el reino de “Trogon” que estaba pasando por una crisis, porque su rey había sido apenas asesinado. Sólo quedaba como esperanza un joven príncipe, de 17 años.
 Todas las chicas del reino fueron llamadas a una audición para saber quién sería la reina porque nadie noble quedaba ya. Hicieron entrevistas, bailes y pruebas millones de chicas, pero la ganadora fue Cyllesil. Ambos, Cyllesil y el príncipe se enamoraron profundamente. En ese reino, la esposa del rey era bendecida por las hadas con dones divinos, que sus hijas heredarían.
 Pasó el tiempo, y el príncipe y Cyllesil tuvieron tres hijas, la mayor se llamaba Idhrenel, la mediana se llamaba Zafiro, y era dos años menor que la otra,  así es, esa niña soy yo.
 Y la menor, que tenía seis años de diferencia con Idhrenel se llamaba Erweth.
 Idhrenel tenía ojos violeta y cabello cobrizo, su piel era color caramelo. Zafiro tenía el cabello negro y los ojos color zafiro, su piel era extremadamente pálida. Erweth tenía cabello café oscuro, piel morena y ojos azules.  
Las tres niñas habían heredado los poderes de su madre. Pero Zafiro había sido maldecida por un hada malvada, heredando también oscuridad.
 Las tres hermanas crecieron juntas como muy buenas amigas, pero yo era reservada, ya que mi oscuridad aún no estaba controlada y en cualquier impulso o enojo hacía daño, mucho daño. Una vez casi maté a mi padre.
Lo más horrible de esa maldición, eran las pesadillas. Las cuales aún tengo. Soñaba que estaba en una recamara oscura, rodeada de los cadáveres de mis seres queridos. Sonriendo malévolamente. Después de eso despertaba llena de sudor, gritando y flotando. Todas las cosas a mi alrededor estaban flotando.
 Pasaron los años...
 Idhrenel, de veinte años, conoció a un hombre noble, llamado Patrick. Entre ambos había una relación de odio, se odiaban mucho. Pero aun así se veían todo el tiempo junto al arroyo.

 Erweth, de catorce, siempre iba al bosque a jugar con los conejos y animales, tenía una gran conexión con los animales, e incluso fue nombrada “Cuidadora real” del bosque.

 Mientras que sus dos hermanas tenían amigos, salían a fiestas y se divertían. Yo, de dieciocho años vivía en la oscuridad. Hacía daño, intentaba controlarme, tenía miedo. Había matado una vez a un sirviente. Y a media noche me despertaba empapada en sudor y flotando mientras conjuraba extrañas palabras.

 El tiempo continuó pasando, Idhrenel se enamoró de Patrick. Erweth cada vez se volvía más bella, y yo seguía ahí con miedo, sin amigos.
Una noche, mis padres fueron encontrados muertos, nunca se supo que pasó. Sólo se encontraron objetos tirados, y rastros de oscuridad en toda la habitación.
Las tres lloramos como unas locas, pero fui la más afectada. Mis hermanas y mis padres eran mis únicos amigos, mis únicos seres queridos, eran los únicos con los que contaba.
Caí en una depresión terrible, no quería comer, no quería moverme, Todo el tiempo estaba llorando en mi cama. Sabía que yo había matado a mis padres, a pesar de no recordarlo las evidencias eran obvias. Mis poderes aún no eran controlados, estaba segura de que por la noche, durante mis pesadillas, ellos fallecieron.
Yo seguía igual, deprimida mientras la oscuridad en mí crecía, cada vez era más, ya no tenía motivos para seguir viva.
Hasta que un día, decidí salir al bosque, decidida por terminar con mi vida.
Justo cuando estaba por arrojarme al río, apareció un hombre, muy apuesto. Me dijo que no lo hiciera, que veía en mi potencial.
Me dijo que podía ser muy poderosa, la más poderosa de mis tiempos.
Decidí hacerle caso y me mudé con él a una cabaña.
Me entrenó, me enseñó que la magia oscura es hermosa, igual de hermosa que la magia blanca, me enseñó que podía controlar las cosas con la mente, que podía manipular la mente de las personas. Que yo era una bruja de la mente.

Su nombre era Dardesson.
También me enseñó cómo controlar la magia sin hacerle daño a nadie, me enseñó de igual forma cómo quitarle a alguien el corazón. Y la magia más oscura de todas: Me enseñó como quitarle a alguien un fragmento de su alma. Caí profundamente enamorada de él, y él de mí. Cada vez que nos veíamos fijamente a los ojos toda la oscuridad en mí se iba, todo el terror, todo el miedo, todo mi pasado.
Lo que más amaba de él era su mirada, una mirada capaz de convencerme hasta de las cosas más locas, su piel era suave, cual lana de oveja. Sus ojos color café, su cabello era negro y cuando lo tenía lo bastante largo se le hacía un fleco, un hermoso fleco.
¿Y qué te digo de su personalidad? El me entendía, me apoyaba. A pesar de que era un ladrón y buscado por todo el reino, era una persona con bondad, humilde. Nunca hizo daño a nadie. Robaba a montones, pero nunca mató ni a una mosca. Además era valiente, caballeroso y me respetaba. Me entregué a él en cuerpo y alma, y el a mí.
Nos casamos en secreto.
Habrían pasado tres años desde que hui desde el palacio, y tendría unos 21 años, cuando ya era bastante oscura, pero sin mucha maldad, fue en ese entonces cuando sorpresivamente me llegó la noticia de que mi hermana Idhrenel se iba a casar.
Saqué mis mejores galas y fui a su boda, sola, ya que si veían a mi esposo era probable que lo apresaran.  
Mis hermanas se mostraron muy contentas de verme y cuando ya me iba me suplicaron quedarme, pero por su bien me alejé.

Pasaron un par de años, cuando un día mi marido me pidió que fuera a recolectar bayas para una poción.
Salí desde muy temprano, muy, muy temprano a recolectar esas bayas. La especie de bayas que mi esposo había pedido estaba muy lejos, junto a una laguna.
Estaba ya por irme, cuando escuché un susurro, una sirena había salido un poco a la superficie.
Tenía cabello amarillo y ojos morados, su piel era blanca como la porcelana.
Me advirtió sobre algo, sobre fuego y sangre, sobre llanto y dolor, sobre una venganza y un arrepentimiento, sobre una niña con ojos color violeta, sobre un viaje, sobre un corazón roto y sobre un acto de amor.
Salí corriendo muy angustiada a casa, pero para cuando llegué solo había cenizas y el cuerpo de mi esposo tirado. Me arrojé sobre el llorando, suplicando que volviera, deseando que todo fuera un sueño. Y justo cuando ya no me quedaba nada, lo vi. Era un escudo de los soldados del reino. Mi hermana había mandado matar a mi esposo. La furia se apodero de mí, y con un grito y un trueno maldije a Idhrenel.
Me dirige directo al palacio, no me importaba nada. Maté a bastantes guardias.
Y cuando entré al fin, ahí estaba mi hermana, abrazando a su esposo y a una niña que tendría solo un par de años.
Lucía hermosa, como siempre. Mis ojos estaban repletos de lágrimas. Le juré que me las pagaría. Después, le confesé que el hombre al que acababan de matar era mi esposo, la persona que más amaba en el mundo. Ella cayó de rodillas al suelo, suplicándome que la perdonara. Le dije que las heridas podían ser perdonadas, pero no olvidadas. Y le advertí que le quitaría la vida a su esposo y su hija. Dio mucha batalla pero yo era más poderosa, yo controlaba mejor mis poderes. Yo era oscuridad, y ella luz.
Con un rayo le quité la vida, y con una daga maté a su esposo. Sólo quedaba el bebé.
Pero entonces, cuando me disponía a matarlo, la imagen de mi madre apareció en mi mente, la imagen de mi hermana y yo jugando. Y por último, la imagen de la última vez que estuve con ella, en su boda.
Caí de rodillas al suelo, soltando un grito de dolor. Había hecho algo terrible, abracé el cuerpo sin vida de mi hermana y lloré hasta quedarme sin lágrimas, pero una pequeña voz me hizo volver a la realidad.
>> ¿Qué le ha sucedido a mamá?
Volteé horrorizada, ¿Qué sería de esa pequeña?
>> ¿Cómo te llamas?- pregunté casi sin aliento
>> Arleen
Miré fijamente los ojos violeta que me miraban impacientes. Abracé a esa pequeña como si fuera mi último abrazo, acto seguido me la llevé y subí a mi caballo. Como debes haber adivinado, esa eras tú. Tú eres mi sobrina.
Toqué a la puerta de una vieja cabaña, la cabaña de unos fieles amigos de mis padres.
Les expliqué todo, omitiendo el hecho de que yo los hubiera matado y aceptaron sin reprochar, prometiendo que jamás te contarían nada.
Después viajé a un lugar muy lejano, arrepentida. Dónde me rompieron el corazón, de nuevo. Acabando así con todo rastro de bondad en mí. La profecía de la sirena se había cumplido. Excepto por algo: Por el acto de verdadero amor. Supongo que aún no pasa, y que pasará.
-         Pero...- dijo Arleen después de un largo rato en shock- ¿Tú eres mi tía?
-         Así es
-         Y... Tu... Mataste a mis padres...
-         Sí.
-         ¡Eres un monstruo! ¡No me vuelvas a hablar en la vida! ¡Te juro que no descansaré hasta asesinarte- Zafiro hizo una mueca de dolor y antes de que Arleen pudiera hacer nada, desapareció.

CAMBIO DE TRAMA
Zafiro acababa de llegar al inframundo, Facilier y el resto de los villanos se alistaban para una invasión. (Excepto por Hades y los titanes, que estaban en la isla).
-         ¡Zafiro! ¡Tú conducirás al segundo grupo a Andalasia junto con Narissa!
-         De acuerdo- dijo Zafiro rodando los ojos.
-         ¡Podemos irnos!- gritó Facilier.
Uno por uno los villanos fueron desapareciendo.
CAMBIO DE TRAMA
Ariel y Blancanieves dormían tranquilas en el palacio de Andalasia.
Entonces un gran grito las despertó, era el grito de una sirvienta.
-         ¿Qué sucede?- gritó Ariel espantada.
Alguien abrió la puerta, era Edward que venía acompañado de  Nancy, Keina, Diego y Violetta.
-         Alguien invadió el palacio- contestó el príncipe- Escapen Nancy, Keina, Violetta, Diego, Blancanieves y tú. ¡Rápido!
-         ¡No quiero dejarte!- contestó Nancy
-         Si no lo haces... Si no lo haces, no podrás seguir viva, y si no estás viva, yo tampoco.
Las cuatro chicas salieron corriendo después de que Edward besara a Nancy.
Salieron del palacio mediante un pasadizo y llegaron a la playa. Pero los villanos ya las estaban alcanzando. Entre ellos la reina Grihmilde.
Blancanieves la vio fijamente y salió corriendo hacia ella, pero Keina la detuvo del brazo.
-         ¿Qué haces?
-         Voy a cobrar venganza. Eso hago.
-         Ahora no es el momento, son demasiados, te matarán.
La chica suspiró y admitió que Keina tenía razón, siguieron corriendo.
Entonces Ariel vio a alguien conocido en el mar. Era su padre, el rey Tritón.
-         ¿Padre?- gritó Ariel desesperada
-         ¡Ariel!- el rey hizo surgir una barrera entre los villanos y las cuatro chicas.
-         ¿Qué haces aquí?
-         Te he estado buscando... ¡Y por fin te encontré!
-         Necesito tu ayuda... ¿Podrías... ya sabes... hacerme sirena? Para salir de esto, que los villanos no tardarán en pasar la barrera.
-         ¡Claro!
-         Y... También a mis... amigas.
Tritón puso su tritón y las cuatro se volvieron sirenas antes de saltar al mar.
Ariel volteó por última vez antes de zambullirse en el mar, y lo último que vio de tierra firme fue el palacio de Andalasia completamente destruido, los villanos eran muy crueles.
Se sumergió con lágrimas en los ojos, estaba impactada.
Siguieron nadando mucho tiempo, y entonces Ariel reconoció a alguien. ¡Era su hermana, Arista!
Arista nadó muy rápido y abrazó a su hermana.
-         ¡Ariel! ¿Cuánto tiempo?
-         ¡Mucho! ¿Qué ha sido de tu vida? La última vez que nos vimos fue en el nacimiento de Edward.
-         ¡Todo va de maravilla aquí abajo!
-         Me alegro.
Las demás hermanas de Ariel aparecieron y abrazaron a su hermana, el fondo del mar era un charloteo.
Y entonces, las hermanas se pusieron a bailar. Todas se reían mucho y festejaban. Todas menos una: Alana. Tenía una cara de preocupación tremenda ¿Qué le sucedía?
CAMBIO DE TRAMA
Todos festejaban en el Hotel Transylvania: Relajación En La Playa, estaban en la sala platicando muy contentos.
Todos excepto Anna y Kristoff, los cuales estaban dormidos.
Mérida estaba en un rincón observando como Rapunzel le hacía una trenza a Hairy.
Hans llegó y se sentó junto a ella.
-         ¿Se puede o está ocupado?
-         Se puede- río Mérida
-         Soy Hans, de las Islas del sur.
-         Mérida, de Escocia.
-         Me han dicho que eres “la elegida”- Mérida asintió
-         Junto con Jim.
-         Me alegra que puedas salvarnos.
-         Pues... a mí no me alegra mucho, tendré que hacer mucho. Pero no me quejo, así lo eligió el destino...
Elsa estaba sentada en un sillón, un poco sola mientras sostenía una taza de té.
Entonces llegó Jack Frost.
-         Así que... ¿Tú eres Elsa?
-         Así es. ¿Y tú eres?
-         Jack Frost, encantado de conocerte, dicen que controlas el hielo. ¿Es cierto?
La respuesta de Elsa fue un copo de nieve que cayó en la taza de té antes de congelarlo, a lo que Jack rio.
-         Yo también controlo la nieve.
Elsa abrió los ojos grandes.
-         En... ¿En serio?- Jack miró fijamente a Elsa y sonrío pícaramente, después lanzó hielos al aire, antes de caer al suelo, se hicieron agua.
-         Sí, en serio
-         ¿Y... también empeoran tus poderes cuando te enojas?
-         Emm... No, no exactamente, pero al principio lo hacían.
Hippo se sentó junto a Jack.
-         ¡Hola Hippo!- dijo Jack y chocó la mano con el doma- dragones.
-         Hola, Jack. Hola, Elsa.
-         Buenas noches- contestó la reina del hielo.
-         ¿Cómo estás? Supongo que no tienes frío.
-         No mucho- río Elsa.
-         Bueno, tengo que ir a hablar con Mérida sobre algo privado- dijo Jack- los dejo solos.
-         De acuerdo- dijeron ambos.
-         Y bueno... ¿Así que eres reina?- preguntó Hippo
-         Sí, así es.
-         Y tienes poderes de... ¿Hielo?
-         Sí.
-         ¿Cómo es que los obtuviste?
-         Bueno. Realmente no es por una razón. Nací así- de repente Elsa se quedó viendo a la ventana.
-         ¿Miras a alguien?
-         La luna, siempre me pareció interesante.
Hippo sonrió y se quedó mirando a Elsa, la cual se percató de eso.
-         ¿Por qué me miras tanto?
-         Porque eres hermosa- contestó Hippo lo cual hizo que Elsa se sonrojara.
-         ¿Sabes? Es la primera vez que me dicen eso, bueno mi hermana me ha dicho pero supongo que no cuenta.
-         ¿En serio? Una reina tan hermosa debería de recibir palabras así casi siempre.
Entonces las luces se apagaron. Después se fueron prendiendo lentamente, y en el centro de la sala apareció el Dr. Facilier.
-         Facilier- susurró Tlaw- ¿Qué estás haciendo aquí?
-         Vine a visitarlos... Quería asegurarme de que la estuvieran pasando de maravilla.
-         ¿Quién es él?- preguntó Elsa a Jack.
-         Una persona muy malvada- Hans se puso de pie.
-         ¡Basta! ¡No puedes hacerles daño!- fingió Hans- ¡No sin haberme matado antes!
-         Me parece bien- las sombras que estaban detrás de Facilier tomaron a Hans- Y de paso, me llevo “al elegido”- otra sombra tomo a Jim antes de desaparecer.
-         ¡Jim!- gritó Mérida
Entonces Kristoff salió corriendo de su habitación.
-         ¡Anna no está! ¡Se la han llevado!
Elsa volteó espantada.
Todos se pusieron de pie, tomaron un arma (que habían traído en caso de emergencia) y salieron hacia la playa.
Todos buscaban angustiados a Jim, Hans y Anna. Entonces un gran trueno se soltó en cierta parte del mar. La mayoría se asustó pero lo ignoraron creyendo que era sólo una coincidencia.
Pero Hippo no, Hippo sabía que algo estaba pasando.
-         ¡Elsa!- gritó el chico
Había mucho viento, así que cuando Elsa volteó su cabello se sacudía.
-         ¿Qué sucede?- se acercó la platinada.
-         Necesito que me acompañes, iré montado en mi dragón hasta donde cayó el trueno.
-         ¿Y si no hay nada?
-         Nos regresamos.
-         ¿Y si hay algo?
-         Escucha Elsa, tal vez tu hermana esté ahí. ¿Vas a venir o no?
Hippo montó el dragón y Elsa subió detrás de él.
Alrededor de 10 minutos después llegaron a una gran roca, en un extremo de la roca, estaban colgados Anna, Hans y Jim.
Pero había un gran problema, en el centro se encontraba Facilier, junto con Maléfica y Jafar.
-         ¿Estás lista? Esto será muy difícil.
-         Lista
Ambos descendieron y bajaron del dragón.
-         ¡Hey! ¡Torpes!- gritó Hippo
Los tres voltearon y sonrieron maliciosamente.
Jafar chasqueó los dedos y en el suelo comenzaron a aparecer víboras, de unos tres metros de longitud.
Hippo tomó su espada de fuego. Elsa abrió las manos.
Eran unas siete víboras.
A la primera, Hippo le acercó su espada y se quemó totalmente.
Después Elsa congeló a otras cuatro, e Hippo le cortó la cabeza a las otras tres.
-         Muy bien- se burló Facilier- cayeron en la trampa
Y entonces, todo estaba rodeado por fuego.
-         Saquen una carta- les dijo Facilier a Jim, Hans y Anna.
Los tres la sacaron a la fuerza, la de Jim tenía un león, la de Hans un signo de interrogación y la de Anna, nada.
-         Creo que Anna tuvo mala suerte ésta vez- Facilier rio y soltó a Anna, después la lanzó al mar.

CAMBIO DE TRAMA
Entonces, mientras las hermanas de Ariel bailaban, un gran chapuzón se hizo en el mar. Ariel volteó asustada. Era una chica de cabello color fresa y ojos azules que intentaba nadar, pero tenía algo amarrado en su pie.
Ariel rápidamente nadó hacia ella.
Se estaba ahogando.
-         ¡Padre! ¡Ayuda! ¡Ésta chica se está ahogando!
Tritón llegó rápidamente y con su tritón la transformó en sirena.
-         ¡Gracias!- dijo al fin la chica- Soy Anna.
Los demás se presentaron.
-         ¿Podrían llevarme de regreso a la orilla? No sé en dónde está.
-         Con mucho gusto- contestó Ariel
Elsa estaba furiosa, soltó una ráfaga de aire y casi congela a Facilier. Comenzó a lanzar hielo por todas partes, el lugar se había convertido en una auténtica tormenta de dagas de hielo.
Toda el agua del mar salpicaba gracias a las dagas de hielo que Elsa hacía caer.
Y entonces, construyó rápidamente una espada de hielo y se arrojó a Facilier, con una gran furia.
Facilier terminó en el suelo, Elsa lo rodeó de hielo, no podía levantarse.
Con gran furia tomó la espada y se la enterró en el corazón.
La chica se levantó furiosa, pero cuando dio la vuelta y vio al cadáver sin vida de Facilier se puso pálida, era el monstruo que todos creían que era.
Entonces, el difunto Facilier se puso de pie, sólo Jim y Mérida podrían matarlo, no la reina de las nieves.
CAMBIO DE TRAMA
El príncipe Edward estaba encerrado en una jaula, Narissa lo había encerrado con ayuda de Zafiro.
-         Y, ahora, hijo mío, seré yo quien reine en este mundo.
Sacó una espada, Edward cerró los ojos con fuerza, no podía hacer nada para defenderse.
La malvada reina levantó la espada y la enterró en el corazón de su hijastro.
El joven comenzó a agonizar. Después de unos crudos minutos, el príncipe Edward dejó de existir.
Zafiro tomó su cuerpo, abrió un portal y lo metió ahí. Después, cerró el portal.
-         ¿Y ahora qué?- preguntó Narissa- ¿Cuál es el siguiente paso del plan?
-         Es hora de invadir el Hotel Transylvania.
CAMBIO DE TRAMA
Bajo el mar, Ariel, sus hermanas, Blancanieves, Violetta, Keina, Diego, Nancy, Anna y Tritón buscaban la orilla.
Pero una de las hermanas de Ariel se encontraba bastante distante. Alana llevaba todo el camino distanciada, se comportaba muy extraña.
Entonces, la sirena comenzó a escuchar una voz en su cabeza.
-         Hazlo ahora
-         No, ahora no, debo esperar- contesto ella en su cabeza
-         ¿Por qué? Quiero sangre, quiero muerte, quiero destrucción.
-         Sé que la quieres, pero no puedo matar a mi hermana menor de la nada, debo de pensarlo bien todo.
-         Está bien, pero recuerda. Tienes tres días. O todo terminará en catástrofe.
-         Lo sé, lo sé. Te aseguro que ella morirá.
-         Eso espero.
Alana tragó saliva. Habría sangre la noche siguiente. Dos niños se quedarían sin madre, y un príncipe sin esposa habrá.
CONTINUARÁ...

P.D. ¿Qué les parece el nuevo ending?