Capítulo 45
La batalla de la hoguera
NARRA MÉRIDA
¿Qué
puedes hacer cuándo todo tu mundo se cae en pedazos?
Mi
padre murió. Y ahora reencarna en una figura maligna.
Mi
madre está deprimida. Mis hermanos extrañan a su padre.
El
amor de mi vida tiene oscuridad dentro de él, y soy la elegida para acabar una
guerra a la que no veo fin.
Los
villanos se robaron todas nuestras esperanzas. Lo único que nos quedaba.
¿Qué
es lo que haces cuando todo tu mundo se cae en pedazos?
No
rendirte.
***
Walt
y Jim me miran, desolados. Alegría le reclama a Furia y Desagrado.
-
No
es su culpa- susurró- Nada de esto es su culpa.
Alegría
me ve confundida.
-
Yo…
lo siento mucho… ¿Hay algo que podamos hacer?
-
¿Puedes
llevarnos de vuelta al panel de control?- pregunta Walt después de un rato-
Riley debe de estar despertando ya.
Alegría
asiente y nos dirige de vuelta al panel de control. ¿Y yo? Yo ya estoy ideando
un plan.
***
Jim
me mira, preocupado. Siempre que me mira me siento como volando.
-
¿Crees
que estamos perdidos?
-
No-
respondo inmediatamente- Sólo en desventaja.
-
Pero
ellos tienen las gemas.
-
Y
vamos a recuperarlas.
Lo
abrazó y él se recuesta en mi hombro.
Walt
habla con Tristeza y Alegría, les da las gracias. ¿Tengo todo esto dentro de mi
mente? ¿Hay una Alegría con rizos rojos dentro de mi cabeza? Wow. A los chicos
les encantara saber lo que hay dentro de sus cabezas. Y yo, bueno, ya me
acostumbré a que todos los días vea algo nuevo. Todo lo que creía saber se ha
ido al traste.
Pero
eso no es malo.
Ahora
soy mayor, ya no soy una niña que llora porque no quiere casarse. O porque
tiene que hacer labores de princesa.
Soy
una mujer que se convertirá en reina. Una guerrera que va a darles una patada
en el trasero a esos malditos villanos.
-
¡Nos
vamos!- grita Walt.
Yo
sonrío, ya quiero contarle mi plan.
***
Estamos
en el parque donde nos metimos a la cabeza de la niña.
Wow.
Que extraño sonó eso.
-
Walt-
anunció cuando todos pueden escucharme. Rapunzel me sonríe- Tengo un plan.
-
¿Un
plan?- me mira confundido.
-
Cuando
fuimos al bosque nos dieron una profecía. Jim y yo podemos quitarle un gran
poder a los villanos si nos sacrificamos… o algo así.
Walt
me mira, pálido.
-
Lo
sé- susurra- Si se sacrifican les quitaran la inmortalidad. Pero no lo harán.
-
Pero
ahora son más fuertes- susurra un chico de cabello blanco. ¿Él no estaba con
los malos?- Hicieron eso de los poderes, y ahora son prácticamente invencibles.
-
Pietro-
susurra su hermana, una chica de cabello café. Ella también estaba con los
malos. ¿Qué rayos sucede?- Sabes que hay otra manera.
¿Poderes?
¿Invencibles? ¿Otra manera?
-
Walt-
grita Jim- No entiendo nada.
Walt
suelta un suspiro de frustración.
-
En
el inframundo me secuestraron- anuncia- Había magos, mortales y vampiros. Los
villanos hicieron un antiguo ritual que ahora evitará que envejezcan. Eso los
hará aún más poderosos. Pero Wanda y yo sabemos una manera de vencerlos. Ella
estuvo mucho en contacto con Zafiro, y le contó algunas cosas.
-
¿Wanda?-
pregunta Hippo mirándolo confundido.
-
Ellos
son Pietro, Wanda y Vision- dice señalando al chico de cabello blanco, su
hermana y un… ¿hombre de piel violeta?-Supongo que los recuerdan. Se
enfrentaron a nosotros en Oz, pero fueron estafados, ahora están de nuestro
lado y dispuestos a ayudarnos.
Los
miro. Parecen inteligentes.
-
La
manera de vencerlos es romper un colgante verde en forma de calavera que
Facilier trae en el cuello- anuncia Wanda, medio gritando- La manera de
quitarles la inmortalidad, y el poder que acaban de conseguir es quemar ese
colgante.
Todos
comienzan a hacer planes.
Prepararemos
una emboscada. Les daremos lo que quieren. Vamos a tenderles una trampa. Podrán
ser malvados, pero también están cegados por el poder, por mucho poder que
tengan siempre querrán más.
¿Creo
que funcionara? Por supuesto, y sé que Jim también porque me toma la mano y me
mira sonriente.
Creo
que todo comenzará a mejorar.
NARRA FACILIER.
Tenemos
la victoria. Tenemos el guantelete. Tenemos las gemas. Tenemos a Thanos.
Tenemos inmortalidad. Y no vamos a envejecer nunca.
¿Qué
más podemos pedir? Prácticamente ganamos.
Nada
podrá detenernos. Los villanos tendremos nuestro final feliz, y los héroes no
lo tendrán.
Entonces,
siento que alguien me habla por medio de mi mente.
Sólo
conozco a una persona capaz de hacerlo.
Theodora.
Facilier.
Ruedo
los ojos.
¿Qué quieres,
traidora?
Firmar la paz.
Les daremos todo lo que quieran a cambio de que nos dejen en paz.
Me
relamo los labios. No pienso dejarlos en paz, pero puedo dejar que lo crean.
Es
hora de acabar con los héroes de una vez por todas.
De acuerdo. En
Nueva York. Dos Horas.
Que
comience la diversión.
NARRA JIM
Dos
horas.
Todos
estamos aterrados, aunque al menos estamos de vuelta en el hotel Transylvania.
Mérida
me toma la mano y yo le sonrío. Ambos lo sabemos, ésta es nuestra última
oportunidad, si no resulta lo perdemos todo.
Cierro
los ojos mientras el corazón me palpita con una fuerza increíble.
Creo
que va a explotar.
Abrazo
a mi padre y a mi madre. Estoy nervioso, y ellos lo saben.
Están
peleados. Nunca van a reconciliarse, eso lo sé. Pero yo los amo a ambos, al
principio estaba resentido con él. Pero con el tiempo aprendí a perdonarlo.
-
Todo
va a estar bien, Jim- susurra mi madre y me sonríe, su sonrisa me tranquiliza
un poco.
-
Verás
que vamos a ganar- me dice él.
¿Y
yo?
Pues,
podría decirse que lo creo. Estoy obligado a creerlo, no puedo ser pesimista,
si soy pesimista todo se va al traste.
***
Falta
una hora. Walt se está preparando, los niños y los que no pueden pelear se
quedan aquí. Los Vengadores se están preparando. Los Siete Sensacionales
recibieron a Mickey muy felices, y están listos para el crucial papel que
tendrán si ganamos. No sé mucho de ello, pero Walt dice que son importantes.
Todos
estamos preparándonos, fingiendo estar listos, cuando en realidad morimos de
nervios.
Llego
hasta Mérida.
Me
abraza y la besó rápidamente.
-
¿Todo
bien?
-
Eso
creo- susurro.
Ella
me sonríe.
-
Si
no resulta…
-
Si
no resulta idearemos otro plan, Jim. La derrota nunca nos ha detenido.
-
¿Y
si mueres, Mer?
Lo
sé. Hago un pésimo trabajo no siendo pesimista.
Ella
me mira, sus ojos llorosos.
-
No
lo sé- susurra.
-
Yo
sí- de repente una valentía inesperada se apodera de mí al verla desesperada-
Si morimos, moriremos con orgullo.
Entonces
me enseña el espejo. Sé que en el verá la oscuridad en mí.
-
Vamos
a acabar con ella. Lo sabes, ¿verdad?
Sonrío.
-
Claro
que acabaremos con ella.
Imagino
una rosa, y se la entregó.
-
Mérida,
gracias por todo. No podría haberlo hecho sin ti. Y estoy agradecido por
haberte encontrado. De no ser por ti, nada tendría sentido. Y si morimos hoy
moriré en paz, porque sé que encontré a la razón de mi existencia.
Ella
sonríe y me besa.
Al
fin me siento tranquilo.
NARRA ELSA
Ya
es hora. Walt ha abierto el portal. Estaremos pronto en Nueva York. Anna se
quedará con su bebé, al igual que Kristoff.
No
sé qué ocurrirá, ni si quiera si volveré a verlos.
Suspiro.
Tengo
que controlarme.
Los
ojos se me llenan de lágrimas cuando me despido de ambos, me miran preocupados.
Le doy un beso al pequeño Andrew en la frente, quién me sonríe juguetón.
Tengo
un vestido especial, es mucho menos elegante, y más de batalla. Mi cabello está
acomodado en una cola alta. Tengo un cristal de hielo en la frente, que según
los trolls me dará los poderes. También tengo una corona. Lucharé como una
reina.
-
Cuídate,
Elsa. Te amo- me susurra Anna.
-
Yo
te amo más, Anna.
Me
despido antes de que pueda contradecirme. Hippo me mira afligido. Ya se
despidió de sus familiares, estamos listos.
Cuando
lo miro a los ojos estoy segura.
No
dejaré que los villanos me los quiten.
Lucharé
hasta el último segundo para proteger a los que amo.
Walt
nos llama. Es hora de que Hippo y yo entremos, me besa la frente y me toma la
mano, miro a Anna una última vez antes de entrar al portal.
NARRA HIPPO.
Oscuridad.
Es
la primera palabra que me llega a la mente cuando cruzamos el portal.
La
ciudad no tiene nada de luz, ni siquiera los edificios. Lo único de luz que hay
es una gigante hoguera que hay en frente de un edificio enorme.
Las
llamas llegan casi a la mitad de éste, que debe medir unos trescientos metros.
Walt dice que se llama Empire State.
Suspiro.
Los villanos están alrededor de ese edificio, Facilier está arriba- Desde el
momento en que llegamos sabemos que no están aquí para firmar la paz, como le
había hecho creer a Theodora.
Pero
nosotros sabíamos que habían venido a acabar con cada uno de nosotros. Estamos
preparados para ello. Lo que no saben es que nunca van a acabar con nosotros.
La
hoguera es un perfecto ejemplo de que incluso en la más profunda oscuridad
surge la luz.
Incluso
cuando todos nosotros estemos muertos habrá alguien que ilumine todo y termine
con la oscuridad.
Chimuelo
me mira, tiene una chispa en sus ojos. Le acaricio la cabeza. Ya quiere
comenzar a pelear. Y yo también. Elsa me mira, todos a los que miro están
preparados.
-
¡Walt!-
grita Facilier desde arriba- ¡Es un gusto verte!
NARRA WALT
Miro
fijamente a Facilier. ¿Siempre es así de molesto?
-
Hola,
Facilier.
Supongo
que es imposible que me escuche desde arriba. Pero no lo es. Ambos tenemos
magia, y sabemos cómo amplificar el sonido de nuestra voz.
-
Espero
que la pases de maravilla ahora.
Sonrío.
-
¡En
realidad la paso genial! ¡Tú hoguera es muy linda!
Facilier
suelta una carcajada.
-
¡Gracias!
¿Qué hacemos por aquí, puedes recordarme?
En
serio es insoportable.
-
Estamos
rindiéndonos- sigo con la mentira.
-
Pero
nosotros no pensamos dejarlos rendirse tan fácil. Vamos a matarlos y tomar
venganza.
Lo
miro muy serio.
-
Es
imposible que puedan ganarnos- dice en un tono que me molesta.
Y
entonces suelto un grito de guerra.
-
¡Es
bastante divertido hacer lo imposible!
NARRA
WANDA/SCARLET WITCH
Con
el simple grito de Walt comienza todo.
Al
principio me confundo cuando todos a mí alrededor corren contra los villanos,
pero en seguida me sumo a la batalla.
Sombras
y villanos se acercan a nosotros. Les lanzo rayos con los que derribo a ambos,
a algunos otros les controlo la mente. Se siente genial darles una paliza a los
tipos que nos engañaron.
Sé
que no es lo correcto, pero para voy a entregar todo para ganar.
No
pienso permitir que me derroten.
El
Rey del Mal se acerca a mí, sonrío y le lanzó un rayo de color rojo, pero él lo
detiene con sus poderes.
Frunzo
el ceño, frustrada.
Continuo
lanzando rayos, pero el continua esquivando, e incluso me ha herido ya varias
veces.
Ya
tuve suficiente de él.
Le
lanzó los rayos directamente a la cabeza, y ésta vez no puede detenerlos.
Comienzo a jugar un poco con su mente, sus recuerdos, todo lo que le duele, su
pasado y sus heridas.
Cuando
salgo de su mente él está en el suelo, pidiendo clemencia.
La
tengo, pero no siento pena por él.
NARRA JACK FROST
Estúpido
Pitch.
No
para de lanzarme pesadillas, aunque puedo contra ellas son demasiadas.
-
¡Vamos,
Frost, mátame!
-
No-
gritó mi fuerza- No perderé mi humanidad, ni siquiera ante el peligro.
Él
me mira furioso.
-
Además,
ni siquiera puedo matarte. Si pudiera ya lo habría hecho.
Las
pesadillas son cada vez más, me golpean, me arañan. ¿En serio podemos ganar?
NARRA RAPUNZEL
Eugene
me protege de los villanos mientras yo estoy en una tienda de campaña, cortesía
de la imaginación de Jim.
Me
dieron la tarea de curar enfermos con mi cabello.
Acepté.
Ayudar
a los demás es lo que más me gusta hacer.
Pero
son demasiados heridos, me traen bastantes, y también mueren algunos. Los
villanos están ganando, veo que la esperanza se pierde.
Espero
que Jim y Mérida se apresuren.
NARRA JIM
Mérida
y yo subimos las escaleras del edificio. El elevador no funciona, supongo que
lo bloquearon.
Ella
me mira con angustia, debemos apresurarnos si queremos que haya el menor número
de heridos posibles.
Suspiro.
Tenemos que quitarle el collar antes que sea demasiado tarde.
Entonces,
una figura oscura cae en frente de nosotros.
Maléfica,
con sus oscuras alas, nos mira sonriente.
NARRA ALEXIS
Creo
que podemos hacerlo.
Arleen,
Rachel, Luke- con su traje- y yo nos enfrentamos a una especie de cuervos
hechos de oscuridad. Y a decir verdad, somos un gran equipo.
Yo
puedo deshacerlos con las manos después de un poco de esfuerzo. Rachel les
lanza hechizos y los hace explotar… o algo así.
Arleen
logra matarlos- o al menos atontarlos un poco- con su arco. Su dragón,
Macabrio, también está aquí y los quema o mata con sus alas.
Luke
acaba con ellos disparándoles con los rayos de su armadura.
Aún
no sé muy bien porque hago esto. Supongo que al principio era por venganza,
pero ahora lo hago más porque se siente bien.
Ser
un héroe me hace sentir importante.
NARRA ELPHABA
Maléfica
acaba de subir por ellos. Fue tras Mérida y Jim.
No
puedo dejar que lo haga.
No
soy buena, sé que no lo seré nunca. Pero tampoco soy una villana.
Tal
vez esté resentida con la vida, y tenga
que bailar con mis demonios internos, pero sé lo que está bien y lo que no.
Y
eliminar a media humanidad no lo está.
Comencé
a cambiar de bando- si así se le puede decir- después de terminar con la
oscuridad que yo misma causé.
No
dejaré que los villanos ganen. Al menos no ésta vez.
Me
subo a mi escoba y voy tras ella. Tras Maléfica.
NARRA MALÉFICA
No
los dejaré ganar.
Los
buenos han ganado demasiadas veces, es hora de que el mal triunfe.
Los
miro sonrientes.
-
¿Van
a alguna parte?
Mérida
me mira desafiante.
-
Arriba,
y tú no vas a impedirlo.
-
¿Eso
según quién?
Le
lanzó un rayo color verde y ella rueda escaleras abajo, soltando un grito.
Jim
me mira furioso y saca una espada.
Ruedo
los ojos y también le lanzo un rayo a su espada.
Él
sale volando, pero hacia arriba.
Me
acerco a él.
-
Es
tiempo de acabar con ustedes, elegidos inútiles.
Me
mira, está casi inconsciente. Puedo matarlo. Voy a matarlo.
Entonces,
alguien cae entre él y yo.
Elphaba.
-
¿Qué
haces?- gritó furiosa.
-
Esto
no está bien. Es hora de que conozcas a la verdadera Elphaba, si quieres
matarlo tendrás que pasar por mi cadáver.
NARRA MÉRIDA
Subo
rápidamente las escaleras, dispuesta a acabar con ese cuervo maldito, pero me
encuentro con que la bruja verde está peleando contra ella.
Me
mira y me guiña el ojo.
No
me importa por qué, y no lo pienso dos veces.
Ayudo
a Jim a levantarse y ambos corremos escaleras arriba.
CAMBIO DE TRAMA
Mérida
y Jim corrían rápidamente por las escaleras. Estaba comenzado a amanecer,
tenían que apresurarse. Después de un rato al fin llegaron.
Facilier
los miró, estaba rodeado de sombras.
Sonrío.
La
batalla estaba por comenzar.
Mérida
imaginó luz y comenzó a lanzarla a las sombras, Jim las lanzaba y ellas
terminaban calcinadas por la hoguera.
Facilier
no dejaba de sacar más y más sombras, ambos chicos se estaban comenzando a
hartar de él.
Mérida
tuvo suficiente. Cargó su arco y apuntó con su flecha.
-
Para-
gritó cortantemente.
Facilier
alzó ambas manos.
-
Jim,
quítaselo.
El
joven Hawkins le arrancó el collar del cuello.
Facilier
soltó una carcajada.
-
¿De
qué te ríes, hombre sombra?
-
Cayeron.
Todos. ¿En serio crees que dejaría todo nuestro poder en un ridículo colgante?
Ambos
lo miraron confundidos.
-
El
poder no está contenido en un collar. El poder está en nosotros, los villanos.
Zafiro hizo creer a todo que estaba dentro de éste collar por si alguno se
cambiaba de bando. Adelante, rómpelo.
Jim
lo estrelló contra el suelo.
Tenía
que ser una trampa.
Observó
cómo Elsa congelaba la cabeza de Madame Mim, pero ésta salía ilesa. Facilier no
mentía.
Mérida
lo miró.
NARRA MÉRIDA.
Teníamos
que hacerlo. Era nuestra última oportunidad, teníamos que saltar al fuego.
-
Jim-
susurro, la vista se me nubla- Tenemos que hacerlo.
Él
entiende de inmediato, me mira con dolor, pero asiente.
Pienso
en las personas que amo.
Mi
madre.
Mi
padre.
Los
trillizos.
Rapunzel.
Jack.
Walt.
Elsa.
Anna.
Kristoff.
Su
hijo.
Hippo.
Jim.
Tengo
que hacerlo, por ellos.
-
Tal
vez por eso somos los elegidos- susurra Jim- elegidos para morir.
Suena
terrible, pero no es eso.
-
Elegidos
para salvarlos.
Lo
besó como nunca lo había besado, siento como una llama se enciende en mí. Nunca
volveré a besarlo.
Me
mira con los ojos llorosos y le tomo la mano, el viento desacomoda mi cabello y
me golpea la cara.
Asentimos
ambos, Facilier nos mira confundido.
Nos
acercamos a la orilla del edificio.
Miro
fijamente a Facilier.
-
Prepárate
para perder, hombre sombra.
Y
ambos nos lanzamos al vacío.
NARRA WALT
La
batalla se detiene cuando los vemos.
Jim
y Mérida caen directo a la hoguera.
Puedo
escuchar el grito de los padres de Jim, y la madre de ella.
Los
villanos se quedan paralizados, una especie de gas morado sale de ellos.
Su
poder.
Yo
no puedo creerlo.
Jim
y Mérida están muertos. Lo hicieron.
La
mayoría se acerca a la hoguera. Theodora, quién controla al fuego, entra y saca
sus cuerpos.
Se
me nubla la vista y siento que voy a caer.
Ganamos
la batalla.
Pero
los perdimos a ellos.
***
No
sé a dónde fueron los villanos, y tampoco me importa. Estamos en el Hotel
Transylvania. Todos vestimos de negro. Ellinor mira al ataúd de su hija
mientras la sepultan. Sarah y Jeremy se abrazan y lloran al ver el cuerpo sin
vida de su hijo.
Algo
queda claro. Son unos héroes. Y estamos muy agradecidos con ellos.
Todos
les dejan una rosa blanca. Hay cientos de ellas.
Tlaw
está junto a mí, tiene la mirada perdida.
Noto
tristeza en los ojos de la mayoría, pero también hay esperanza.
Los
villanos han perdido su poder. La inmortalidad.
Rapunzel
se acerca a mí.
-
¿Sabes
lo que ocurre, verdad?
La
miró confundido.
-
Ellos
avivaron la llama. Gracias a ellos estamos más decididos que nunca a acabar con
los villanos.
CAMBIO DE TRAMA
Zafiro
camina por los pasillos del Inframundo. Viene acompañada de Jafar,
Vanessa, Gastón, La Reina De Corazones,
Maléfica, Scar, Frollo y Chernabog. Parece que ocultan algo.
Abren
una puerta y entran silenciosamente.
-
Al
fin llegas, preciosa- la voz los estremece a todos.
-
Ya
es hora, Thanos.
Vanessa
sacó de su bolsa las seis gemas y el guantelete.
-
Thanos-
gritó Zafiro- ¡Eres libre!
Las
cadenas que los sujetaban se rompieron, y el titán los miró con una sonrisa.
Era
libre al fin.
CAMBIO DE TRAMA
Todos
dormían ya en el Hotel Transylvania, algunos tristes, otros furiosos y unos
pocos con terror.
En
el cementerio soplaba el viento, todo era tranquilidad.
Entonces,
ocurrió una explosión.
Una
chica con cabello pelirrojo salió de la tierra.
Estaba
viva.
Mérida
estaba viva.
Soltó
un suspiro mientras caía al suelo.
Se
miró. Estaba viva. ¿Cómo era eso posible?
Jim.
¿Dónde estaba él?
Su
tumba estaba abierta.
Miró
alrededor, si ella había revivido, Jim también debía de haberlo hecho.
Entonces,
lo vio a la distancia. Caminaba sólo.
Se
acercó, pero el chico la empujó.
-
¡Jim!-
gritó ella.
Cuando
él se volteó, tenía los ojos negros. Mérida se cubrió la boca.
El
chico abrió un portal y entró en él antes de que éste se cerrara.
Mérida
se limpió las lágrimas no entendía nada.
Entonces,
se le ocurrió una idea.
El
espejo de Walt. Lo buscó en sus bolsillos, deseando que éste hubiera
sobrevivido al fuego.
Cuando
sintió el frío contacto del cristal soltó un suspiro de alivio.
Miró
el espejo.
Susurró,
temblando.
Jim.
El
espejo se tornó totalmente negro.
Como
el corazón de Jim.
FINAL DE LA
TERCERA TEMPORADA