Capítulo 4: Nuevos sentimientos

Capítulo 4

                Nuevos sentimientos

-         Así que, ¿La daga estaba envenenada?- preguntaba aquel extraño hombre con bigote

-        Así es, perdón por ser imprudente pero ¿Quién es usted?- preguntó el hombre que anteriormente había sido una bestia

Los tres adolescentes habían llevado a Adam, a Maddie y a las hadas con un extraño hombre.

-         Mi nombre es Walt, Walt Disney, yo soy un creador

-        ¿Qué es eso de un creador?- dijo Vidia

-        Es una persona que puede crear cosas

-        ¿Usted nos creó?- se extrañó Periwinkle

-        Después les explicaré todo eso, ahora fijémonos en lo que pasó con Bella

-        ¿Hay forma de recuperar a mi Mami?- lloró Maddie

-        Sí la hay pero... es algo muy complicado

-        ¿Qué es?- preguntó Adam

-        Ella esta arriba con los dioses del olimpo, su alma esta allá, yo los podría llevar allá pero no se si los dioses quieran devolver a Bella a la vida

-        Vale la pena intentar- propuso Tink

-        Está bien los llevaré pero antes, Justin, ¿Ya interferiste con los portales para hacer que los elegidos se conozcan?  

-        Así es

Rapunzel no podía creer lo que acababa de pasar, su cabello era de nuevo largo y dorado y probablemente mágico.

-         Flor que da fulgor, con tu brillo fiel mueve el tiempo atrás volviendo a lo que fue, a lo que fue- cantó Rapunzel y con espanto vio que su cabello brillaba, Merida soltó un grito, la joven de cabellera larga volteó a ver a la pelirroja y con asombro fue testigo de que el cabello de Merida brillaba.

-         ¿Por qué tu cabello brilla, y por qué creció y porqué mi cabello también brilla?

-         Hace mucho tiempo existió una flor mágica, esa flor podía curar y rejuvenecer, cuando yo iba a nacer mi madre podía morir y le dieron de beber esa flor, yo nací con cabello mágico y una bruja me raptó después mi esposo terminó con esa bruja y me cortó el cabello pero... esa... persona le devolvió el poder a mi cabello y no tengo idea de que le hizo al tuyo

-         Debemos de decirle esto a mi madre- susurró Merida

-         Tienes razón- dijo Rapunzel

Las dos amigas acompañadas de Pascal fueron por los niños pero se llevaron una gran sorpresa al descubrir que estaban acompañados por unas personas de extraña ropa: un chico de cabello negro con playera de rayo, un chico con pelo de puercoespín, una chica con cabello negro y antifaz, un niño con cabello amarillo y antifaz, un señor con cabello güero, fuerte y con antifaz, un señor fuerte, con overol y con cabello café, una mujer de cabello corto y güero con una armadura muy rara, una niña de cabello negro con ¿dulces?, un hombre con martillo y una niña con gorro de fresa y cabello blanco.

-         ¿Quiénes son ustedes?- gritó Merida

Todos se presentaron

-         ¿Y qué hacen aquí?- dijo Hairy mientras le intentaba quitar a Vanellope los dulces que tenía en su cabello.

-         Yo les digo- gritó Vanellope- Primero gane una carrera y después oí el grito que decía: El Arcarde ya cerró, y entonces me puse a festejar y Taffyta se puso a molestarme, y después me quería ir y después las niñas me dijeron con cara de niñas desamparadas: Te puedes hacer daño. Y luego solo me hicieron el moño más grande y me pusieron brillos y luego me fui y luego encontré a Ralph y a Félix y a Calhoun y entonces Rancis y Jubileena nos dijeron que entráramos al túnel nuevo y entonces entramos y entonces... pero espera que Taffyta también iba y entonces entramos y entonces encontramos al chico de ojo güero y entonces todo hizo ¡Pum! Y ¡Pum! Y después nos peleamos con los tipos raros y después volaron dientes y después venimos aquí por medio de un espiral

Merida, Hairy, Rapunzel, Pascal, Hamish, Harris y Hubert se quedaron con una cara muy confundida, así que Ralph decidió explicar, todo a detalle.

-         ¿Qué es un videojuego?- preguntó Hairy

-         ¿No sabes?

-         No

-         Es una cosa para entretener humanos

-         No hay de esos aquí- gritó Hamish

-         Vamos al castillo antes de que lleguen más visitantes- dijo Merida mientras contemplaba a aquel chico que había dicho que su nombre era Jim, lo veía y no lo creía, su cuerpo, su cara, su cabello, sus ojos...

Rapunzel notó que Merida no dejaba de contemplar a Jim así que le susurró:

-         ¿Por qué no hablas con él?

Merida la ignoró y se fue a otro lado.

Todos llegaron al castillo y Merida buscó a sus padres pero no los encontró, todo era extraño.

Merida les indicó a Ingrid y a Moddy que les dieran habitaciones (cada una con cuatro camas) a los visitantes, así quedó: Dash, Violeta y Bob en una habitación, Ralph, Vanellope y Taffyta  en otra, Wilbur, Lewis y Jim en otra,  Félix y Calhoun en otra Y Rapunzel y Hairy en otra

Cuando los visitantes estuvieron listos Merida los invitó a cenar, ideó un ingenioso plan, se inventó que en Escocia era tradición que el anfitrión eligiera los lugares de los invitados y puso a Jim junto a ella.

-         ¿Y tienes novia?

-         MM, No- dijo Jim confundido

Llegó la cena, Jim parecía hablarles a todos excepto a Merida, y esto no era bueno porque Merida se podía enojar.

Después de mucho tiempo todo mundo se retiró, Merida tan solo veía como Jim se alejaba y entonces como por arte de magia, este se dio la vuelta.

-         ¿Eres Merida no?

-         Sí- Contestó Merida

-         Oye, lamento haberte ignorado, no sé porque lo hice, ¿Qué te parece si salimos?

-         No te preocupes y por supuesto que me gustaría salir contigo

-         Y ¿A dónde podríamos ir?

-         Bueno, a las lanchas

-         Claro, vamos

Merida no podía creer lo que pasaba, Jim estaba con ella...

Ambos subieron a la lancha.

-         ¿Y tienes habilidad con algo?- preguntó Merida

-         Sí, soy genial en la tabla voladora

-         ¿Tabla voladora?

-         Es una cosa en forma de óvalo que flota

-         Suena sensacional

-         Sí, ¿Y tú tienes habilidad con algo?

-         Con el arco

-         Me encantaría aprender

-         Yo te enseño

-         ¿En serio?

-         Sí

Merida se fue a uno de los extremos de la balsa pero entonces la balsa se desequilibró y la joven cayó al agua, Jim no pudo contener la risa y aún con una sonrisa en la boca ayudó a Merida a subir, la cuál bromeando lo jaló y ambos terminaron en el agua riendo.

-         Una vez en este lugar me empape con mi madre, bueno mi madre convertida en oso

-         ¿Tu madre Convertida en qué?

Merida le contó toda la historia a Jim.

-         Guau, así que la magia... existe

-         Así es...

Merida comenzó a escuchar una voz extraña, el mundo se estaba poniendo muy extraño, entonces una pobre mujer de cabello blanco acompañada de un chico de cabello negro aparecieron.

-         ¿Quiénes son ustedes?- dijo Jim valientemente

-         Mi nombre es Kida- dijo la mujer

-         Yo soy Aladdín- contestó el hombre

-         ¿Más visitantes? ¿De dónde vienen?- preguntó Merida

-         Yo soy de Atlantis, no sé que sucede, solo se que desperté aquí con este hombre herido, yo lo curé con una venda

-         Yo soy de Ágrabah, algo extraño sucedió en el palacio, Jasmine amaneció de una forma algo gruñona y después me enterró una daga en mi pierna, minutos después aparecí y esta mujer estaba tan dormida como la bella durmiente.

Merida, Jim, Kida y Aladdín se apresuraron a llegar al castillo pero jamás lo encontraron, el bosque era enorme, no podían llegar a otro lado, Merida lo había recorrido de principio a fin al menos 10 veces pero esta vez, no podían encontrar el regreso al castillo.

Taron despertaba con un gran espanto, no sabía en donde se encontraba pero bien que recordaba lo de anoche...

Esa noche el pensaba declararle a Elena su amor pero... todo se puso de cabeza, el rey del mal apareció con dos acompañantes, muy extraños, se llevaron a Gurgi y a él lo golpearon y lo dejaron inconsciente, tenía frío... bastante... Estaba en un bosque, entonces comenzó a gritar teniendo la esperanza de que Elena estuviera ahí.

-         Elena, ¿Estas ahí?

-         Pues no, yo no me llamó Elena- contestó una voz femenina y amistosa

-         ¿cómo te llamas

-         Pocahontas

Adam estaba en la presencia de muchas personas poderosas, Walt le había dicho que eran “dioses”

-         Así que... quieres a tu esposa de vuelta

-         Así es

-         Bien, podemos hacer algo al respecto- dijo Zeus

-         Muchas gracias, que bondadosos

-         No tan rápido, para que te demos algo tu nos tienes que dar algo- dijo Afrodita

-         ¿Qué es lo que quieren?

-         Hace mucho tiempo, una roca mágica existió, esa roca tenía la capacidad de hacer a los dioses aún más poderosos pero Hades repleto de venganza la destruyó, haciendo que se partiera en tres partes, esas tres partes se perdieron y dicen que juntando esas tres partes se recreara la roca, queremos esas tres partes- desafió Zeus

-         Hecho- acordó Adam

-         Bien te llevaremos al lugar donde esta la primera, después esa primera parte te llevará al sitio de la segunda.

Adam no pudo decir nada más y apareció en un lugar muy extraño, vio un cartel que decía:

Bienvenidos a Atlantis

Merida no podía dormir, habían encontrado una cueva muy cómoda pero no dejaba de pensar en lo que había pasado ese día: habían llegado  15 visitantes, de distintas épocas, reinos y dimensiones, sus padres no estaban, habían desaparecido y ella no encontraba la salida de ese bosque, algo malo había sucedido, algo obscuro y sombrío se avecinaba, lo presentía pero lo que más daba vueltas en su cabeza era solo una cosa, Jim.

¿Por qué quería verlo tanto? ¿Por qué aquel deseo de tenerlo cerca de ella? Estaba experimentando sentimientos nuevos, jamás había querido besar a alguien, jamás había querido tener una relación sentimental con alguien, sin embargo, ahora no le parecía mala idea, ¿Qué eran estos nuevos sentimientos? Sabía que era amor pero no quería admitirlo, era asqueroso, entonces se percató de que alguien la estaba viendo, era Kida.

-         ¿Eres Merida, no?

-         Sí- dijo Merida

-         Soy Kida, ¿Te sucede algo?

-         Si te digo la verdad, sí, han llegado 15 personas de diferentes épocas, reinos y dimensiones, mis padres han desaparecido y no encuentro la salida de este horrible bosque.

-         Yo también temo, aparecí aquí, sin recordar como fueron las últimas 24 horas, es extraño

-         Sí

Entonces Merida logró identificar la parte del bosque en la que estaban, despertó a todos y llegaron al castillo, puso a Aladdín en la habitación de Jim y a Kida en la de Rapunzel.

Merida llegó a su cuarto y se fue a dormir con una gran sonrisa.

Al otro día amaneció con Jim en el pensamiento, todo le parecía aun más lindo o atractivo que antes, se comenzó a vestir y dijo:

-         No, esto no es para una princesa y no le va a atraer a... y no les va a gustar a los demás

Merida no quería admitir que estaba enamorada.

Fue a buscar a Rapunzel.

-         ¿Qué sucede?

-         Ayúdame a verme linda 

-         ¿Tú? Pero si me dijiste...

-         Sólo quiero gustarle a Jim... digo quiero parecer limpia con los invitados

-         Me huele a que alguien esta enamorada

-         ¿Qué? No

-         Bien, primero arreglemos el cabello

Rapunzel le hizo una hermosa trenza que se colgaba en su cabeza.

Después Rapunzel vio los vestidos de Merida y decidió que No, que ella le prestaría uno.

Total, que Merida terminó convertida en lo que evitó siempre: Una princesa y lo peor fue que era por cuenta propia.

Mientras tanto Jim intentaba lucir varonil para impresionar a una chica pelirroja.

Se desabotonaba la camisa, se peinaba elegante y se ponía colonia.

Después llegó la hora del desayuno, Jim no quitaba la mirada de Merida, la cuál tenía la esperanza de gustarle a Jim.

Flora, Fauna y Primavera volaban muy precipitadas, tenían que hacer esta misión rápido o su amada Aurora y su esposo morirían.

-         ¿Y cómo vamos a respirar bajo el agua?

-         Un simple hechizo- susurró Flora nerviosa

-         ¿Y cómo descongelaremos a esa bruja?- preguntó Fauna

-         Un hechizo más complicado- dijo Primavera

Ariel veía a su amada hija crecer, en compañía de Edward, el niño más dulce y tierno del mundo, sus ojos eran de color miel, su cabello era de color castaño, siempre lo usaba en forma de fleco y era muy pálido, era cierto, a pesar de ser el príncipe los demás niños lo veían de una forma extraña, siempre estaba encerrado en su cuarto, leyendo o tocando piano, pero a su mamá nunca le preocupó eso, Edward era un buen niño, bastante, siempre trataba bien a su mamá y a su hermana y rara vez peleaban.

Edward tenía nueve años de edad.

-         Mamá, ¿Tú crees que soy extraño?

-         Por supuesto que no cariño, cuando te digan eso piensa en que lo normal es aburrido, lo extraño es lo mejor, es distinto

Melody coqueteaba con aquel chico de cabello negro, siempre le había gustado mucho y hoy al fin se había atrevido a hablarle.

-         Ariel- gritó Eric

-         ¿Qué sucede?

-         ¿Has visto a ese chico? ¿Ya viste como habla con Melody y le jala del brazo?

-         Sí

-         ¿No piensas detenerlo?

-         ¿Eric esta celoso por qué su hija esta con un chico?- se burló Ariel

-         Por supuesto que no

-         Sí claro- se rió Edward

-         ¿Te burlas de mí?

-         Tal vez

Eric se echó encima de su hijo y comenzó a juguetear con el.

Mientras tanto, de vuelta al fondo del mar, en donde Sebastián contemplaba aterrado aquella escena.

Úrsula, Morgana y Marina estaban amenazando a Tritón mientras tenían el tridente en las manos.

-         Así que... ¿Te niegas a darnos tu reino?- dijo Úrsula

-         Sí- contestó Tritón valiente

-         Bien, lo haremos a la fuerza- gritó Marina

-         Soldados, llénenselo al calabozo 

-         Pero... ¿Qué le han hecho a mis guardias?- gritó Tritón

-         Un pequeño encantamiento- se rió Morgana

-         Lo pagarán

Sebastián veía a aquellas tres extrañas criaturas con alas salir del mar.

-         ¿Qué pasará con este pobre reino?- preguntó Primavera

-         Nosotros ya hicimos nuestra parte- dijo Flora

Úrsula miró a su hermana y le dijo:

-         ¿Podrán quedarse ustedes dos solas a cargo del reino?

-         Por supuesto, tú ve por la niña

Úrsula subió a la superficie, y después se transformó en humana: ahora era Vanessa.

Ariel, Eric, Edward y Melody disfrutaban de una deliciosa comida, Melody no dejaba de hablar de aquel chico: “Harry” se llamaba.

Eric no parecía pasarla nada bien, era claro, entonces la ventana se rompió, Eric y Ariel contemplaban boquiabiertos a la mujer que acababa de entrar por su ventana.

-         Ariel, Eric ¿Cuánto tiempo?

-         ¿Qué haces aquí?

-         Vine a acabar lo que alguna vez empecé

-         No lo lograras- gritó Eric

Eric ordenó que se llevaran a su esposa y a sus hijos a un lugar seguro, pero Melody no podría soportar ver a su padre luchando solo así que desobedeció, Ariel al ver esto salió a pelear, Edward se unió a la lucha, pronto toda la familia se encontró peleando, pero un horrible olor apareció y todos quedaron inconscientes.

Eric veía a su alrededor, Ariel estaba bien, Edward también pero... ¿Melody? ¿En dónde estaba ella? Nadie lo supo, las brujas del mar se la habían llevado...  

La atención de Edward se fijo en un extraño portal y el y sus padres fueron absorbidos por ese extraño portal....

Merida escuchaba cada una de las palabras de Ingrid.

-         Princesa, extraños enemigos vienen

La pelirroja se asomó por las ventanas, era cierto, venían una mujer de pelo rizado, una mujer con sombrero de cuernos, un hombre moreno con sombrero y un montón de criaturas horribles, estos eran Gothel, Maléfica, Facilier y las sombras.

-         Harris, trae armas

El pequeño niño trajo todo lo que pudo: Arcos, lanzas, espadas, hachas y muchas armas más.

Merida tomó su arco, Jim tomó una espada, Wilbur tomó un hacha, Kida tomó una lanza, Aladdín tomó una espada y Lewis un arco.

-         ¿Y de ustedes qué?- Les preguntó Merida a Bob, Violeta, Ralph y Félix.

-         Mis puños- dijeron Ralph y Bob

-         Soy invisible- dijo Violeta 

-         Yo no peleo- dijo Félix

-         Bien, Félix ¿Tu martillo lo cura todo, no es así?

-         Así es

-         Cura a los heridos junto con Rapunzel- dijo Merida

-         Yo quiero pelear- gritó Rapunzel

-         Esta bien

-         Yo también- dijo Hairy

-         De ninguna manera- dijo Rapunzel

-         ¿Te pido un favor Hairy? Ve con Hamish y Dash por los lords

-         ¿Montados en Angus?- dijo Hamish

-         Sí, Vanellope, Taffyta, Harris y Hubert, busquen comida e intenten encontrar a los reyes

Una pelea se avecinaba, los guerreros salieron dispuestos a pelear...