Capítulo 27: El latido de un corazón oscuro

                                Capítulo 27

                 El latido de un corazón oscuro

Y de repente, todo se derrumba, todo tú esfuerzo y dedicación son derribadas por tus instintos.

El joven Hawkins estaba dormido. Y entonces se despertó de golpe. La oscuridad se había apoderado de nuevo de su gran pero frágil corazón.

Sus ojos se habían vuelto de color negro de nuevo.

Gritó.

Mérida seguía dormida cuando escuchó el grito de Jim, sabía que algo no estaba bien.

Se despertó de golpe y sin importarle nada salió corriendo de su habitación y entró a la de Jim.

El chico estaba tirado en el suelo, rugiendo. La pelirroja cerró la puerta con seguro, no podía dejar a Jim escapar y andar suelto en ese estado.

Entonces el joven Hawkins abrió su cajón y sacó de él un cuchillo, Mérida deseó haber traído su arco. Pero Jim, por sorpresa, no se dirigió a ella, si no al largo espejo. Se miró en él.

-         ¡NO!- gritó furioso y enterró el cuchillo en el espejo.

El espejo se hizo añicos, todos los pedazos estaban en el suelo, Jim agarró uno y se hizo un profundo corte en la mano.

-         ¡Jim! ¿Qué estás haciendo?- gritó Mérida horrorizada. Se agachó con él y le quitó el pedazo de vidrio. Jim abrió la mano de Mérida y le dio el cuchillo, después señalo su pecho (el de él) y le dijo:

-         Mátame, Mérida, hazlo antes de que cause un daño más- lo dijo llorando

-         No lo haré- susurró y lanzó el cuchillo por el balcón- Jim, te amo y jamás te haría esto. La chica besó a su novio, los ojos de Jim volvieron a ser azules, Mérida lo abrazó- Jamás voy a lastimarte.

Jim comenzó a llorar.

-         Vamos, tienes que dormir- Mérida lo ayudó a levantarse y por segunda vez se metieron a la cama, la chica se acomodó en el pecho de Jim y éste se durmió muy rápido.

Pero Mérida no, Mérida se quedó oyendo el latido del corazón de Jim.

El latido de un corazón oscuro.

CAMBIO DE TRAMA

Harry salió corriendo a toda velocidad del cuarto de Ginny.

-         ¡SALGAN!- Gritó espantado- ¡Que salgan!

Luna, Hermione, Ron y Molly salieron corriendo al jardín.

Hermione fue la primera en hablar.

-         ¿Harry? ¿Está todo bien?

-         El diario de Tom, está intacto y vivo. Además de que está en el cuarto de Ginny.

-         ¿Y dónde está Ginny?- preguntó Molly asustada.

-         No lo sé- dijo Harry suspirando.

Entonces un rayo salió disparado hacia Ron, éste por suerte logró esquivarlo. El clima cálido y calmado que había fue remplazado por una gran ventisca y una persona comenzó a elevarse en el aire, tenía una capucha y era irreconocible.

Se quitó la capucha.

Pero no era Voldemort.

O incluso Tom.

Era Ginny Weasley.

Pero no parecía Ginny.

Aterrizó y sacó su varita.

-         Harry Potter- era la voz de Voldemort en el cuerpo de Ginny- te reto a un duelo, si tú ganas dejo en paz a la niña.

CAMBIO DE TRAMA

Aurora seguía en cama, su bebé tenía ya tres meses, y ella no paraba de llorar.

Extrañaba a Felipe, lo amaba y lo extrañaba cada día más.

Entonces una luz apareció frente a ella, la luz fue tomando una forma humana. Era un hombre viejo, con una larga barba.

-         ¿Quién eres tú?- preguntó Aurora espantada

-         Mi nombre es Merlín, he venido a llevarte a un lugar seguro- dijo el hombre.

-         ¿Y cómo se si confiar en ti?

-         Porque soy un hombre bueno- Merlín se río y le mostró un par de trucos a Aurora, después la chica le dio la mano.

-         Falta mi bebé.

La rubia sacó al pequeño Felipe de la cuna y tomó la mano de Merlín, los tres desaparecieron.

CAMBIO DE TRAMA

El Hotel Transylvania era una total pesadilla, los villanos tenían a todos bajo su dominio. Y si no hacías lo que te decían morirías.

Todos lloraban y tenían miedo, mucho mucho miedo.

La niña de porcelana estaba llorando todo el tiempo, abrazada a Oscar Diggs, el cual no dejaba de pensar en Glinda. Estaba hecha de madera, y era probable que no pudiera salvarla.

Los trillizos siempre estaban con su madre, llorando y gimiendo. Dash y Bob estaban escondidos en un armario.

Y Walt... ¿Dónde estaba él? Siendo torturado a toda hora por Facilier, el cual a cada momento se veía más desesperado y hasta había perdido la poca cordura que tenía.

CAMBIO DE TRAMA

Mérida seguía contemplando a Jim y se preguntaba la causa de su oscuridad.

De cierta manera se sentía culpable, ya que la primera vez que lo vio hacer eso fue al besar a Hippo. ¿Podía un corazón roto liberar aquella oscuridad?

Entonces Jim despertó y la beso de nuevo. Mérida sonrió. Ya estaba amaneciendo.

-         Tengo que ir a cambiarme a mi cuarto- susurró Mérida y salió a su cuarto, se cambió y bajó a desayunar. Se sentó junto a Anna.

-         Hola, Anna

-         ¡Hola!- casi gritó Anna- Tengo una sorpresa- ahora estaba susurrando.

-         ¿En serio? ¿Cuál es?- dijo Rapunzel que acababa de llegar.

-         Tenemos que esperar a Elsa.

Unos cinco minutos después Elsa bajó y se sentó junto a las chicas.

-         Bien... tengo algo que decirles- dijo Anna emocionada

-         ¿Qué sucede?- preguntaron las tres a coro

-         Yo... estoy... ¡Estoy embarazada!

La reacción de las tres fue distinta, Mérida se vio confundida pero luego felicitó a Anna, Rapunzel soltó un grito de ternura y Elsa se quedó en shock, a continuación abrazó a su hermana y unas lágrimas de felicidad se asomaron.

Las tres felicitaron a Anna y se abrazaron.

-         Tenemos que planear una fiesta de bienvenida- dijo Rapunzel emocionada

Mientras tanto, Kristoff le pedía consejos a Flynn.

-         ¿Es tu primer bebé?- preguntó

-         Sí. ¿Algún consejo?

-         La espera será ETERNA, créeme, pero va a valer la pena. Nunca olvidaré cuando cargué por primera vez a la pequeña Hairy. Fue el momento más hermoso de mi vida, compitiendo con mi boda y mi primera vez con Rapunzel.

-         Lo sé, mi boda con Anna y nuestra primera vez han sido hasta ahora los momentos más felices de toda mi vida.

Flynn y Kristoff continuaron platicando, cuando llegó Hippo y los saludo.

Se sentaron y pidieron un poco de vino.

Estaban platicando sobre lo mismo, cuando Hippo dijo.

-         ¿Creen que Elsa sienta algo por mí?

-         No lo sé- contestó Kristoff un poco confundido

-         Seguro que sí, sólo observa cómo te mira, está loca por ti.

Hippo se río.

Mérida estaba con Jim.

Anna, Rapunzel y Elsa llegaron a la mesa de los chicos.

-         Hola amor- dijo Kristoff y besó a Anna

CAMBIO DE TRAMA

Facilier contemplaba a las personas que acababan de traer de la isla. Mulán, Shang, Marco, Germán, León, Diego grande, Tomás y Phill, además de que habían sacado a Meg y a Hércules de los espejos.

También tenía a los corredores de Sugar Rush ahí secuestrados, además de tener a Dimitri y a Felipe. No los dejaba con tanta libertad como a los habitantes del Hotel Transylvania porque era posible que sus seres queridos estuvieran ahí afuera.

Le encantaba ser malvado, nunca se arrepentiría de serlo. Porque aunque muchos lo negaran, a veces, esa adrenalina, de saber que estás haciendo algo mal era tan deliciosamente tentadora. Se sentía bien no complacer a la gente, se sentía bien hacer sufrir a las personas que te hicieron sufrir.

Oh, sí. Se sentía tan hermosa esa pura maldad.

CAMBIO DE TRMA

Hairy dormía muy tranquila en su habitación cuando comenzó a escuchar un silbido. Se levantó como un rayo y salió con cuidado para que sus padres no la vieran. Rapunzel y Eugene dormían profundamente y no se percataron de que la pequeña había salido.

Bajó las escaleras lentamente y salió al jardín.

-         ¿Hada Madrina?- susurró la niña

Entonces Maléfica aterrizó con sus grandes alas.

-         Hola, pequeña- dijo esta con ternura

-         ¡Hada madrina! Me alegro que hayas venido... ¿Traes a esa amiga que me dijiste?

-         Claro que la traigo- sonrió Maléfica- ¿Alguna vez te he fallado?

Un rayo de la luna alumbro a la sospechosa amiga de Maléfica, era Ravenna. (Blancanieves y el Cazador).

-         Oh, pequeña. Eres tan hermosa- dijo Ravenna sonriendo, le acarició el rostro.

Estuvieron jugando un rato y Hairy volvió a dormir tranquila.

-         ¿Y bien?- preguntó Maléfica- ¿Es quién tu buscas?

-         Por supuesto, es muy hermosa. Estoy segura que su corazón me hará inmortal.

-         Bien, mañana mismo vendremos para llevárnosla.

Las brujas sonrieron, Ravenna se montó en la espalda de Maléfica y volaron de vuelta al Hotel Transylvania.

CAMBIO DE TRAMA

Era de día en Arendelle, todos estaban en sus mesas desayunando mientras platicaban con sus amigos, ya hechos o apenas conocidos.

Todos menos uno.

El príncipe Hans de Las Islas Del Sur estaba solo en una mesa, desayunando mientras leía.

Mérida estaba con Elsa y Jim, cuando vio a Hans.

-         Ahora vuelvo- dijo

Fue y se sentó con Hans.

-         ¿De qué trata el libro?- preguntó sonriendo

-         De...- Al parecer la pregunta lo tomó por sorpresa- De un joven que es pobre, y que después de muchos hallazgos es nombrado rey.

-         ¿Es bueno?

-         Es el mejor que he leído

-         ¿Por qué te gusta?

-         Bueno... Porque habla de alguien en el que nadie creía, y terminó siendo un rey. Una de las personas más poderosas.

Mérida sonrió de nuevo. Y aunque les parezca extraño, por primera vez en mucho. Hans no fingía, estaba siendo solo y simplemente Hans.

-         Me parece interesante. Siempre me han gustado ese tipo de historias.

-         ¿En serio? A mí también- dijo Hans sorprendido- ¿Sabes? Siempre me trataron mal mis hermanos y, bueno, yo nunca fui tomado en serio.

-         A mí... Bueno, yo llevo toda mi vida destinada a casarme, ser reina y vivir en un trono vacío. Pero siempre he querido más, ¿sabes? Ser la reina es tonto. Yo quiero vivir mi vida fuera de un palacio. Enamorarme, trabajar... ¡Viajar! Y no estar siempre gobernando, eso me parece aburrido. Quiero ser libre. 

Ambos se llevaban muy bien. Se comprendían a la perfección.

Platicaron el resto del desayuno y Hans subió a su habitación. Estaba nervioso, en pocas horas llevaría a cabo su plan. Pero no estaba seguro de querer llevarlo a cabo.

-         Facilier- gritó Hans, el espejo se iluminó y la cara de Facilier apareció en él.

-         ¿Sí?

-         ¿Van a dañar a Mérida?- preguntó nervioso

-         Pues no encuentro otra razón por la cual querría que me la entregaras. Es peligrosa, en cuanto al chico Hawkins me tiene sin cuidado. Tarde o temprano su oscuridad terminará matándolo.

-         Pero... ¿No podemos dejarla en paz?

-         ¿Por qué?

-         Es sólo que no me parece que haya hecho nada malo... Además, no me cae mal. No la odio ni tengo razones para hacerle daño- dijo Hans sudando.

-         Bueno, es cierto que no te hizo daño. Pero piensa en todas las riquezas que tendrás. Cuando tengas el reino y poder que te prometí.

-         Está bien. Mañana la tendrás.

-         Nos vemos

El rostro de Facilier desapareció.

Hans se sentía mal. Mérida lo comprendía y le agradaba, no estaba enamorado, eso era claro. Había sentido amor una vez y ese amor aún no se apagaba. Pero se sentía mal por ella, Mérida había intentado ser su amiga, pero el poder de nuevo lo había cegado. Como sea, Hans llegó al cuarto de Elsa y le susurró.

-         Espero que esta tarde no haya nadie en la azotea. Comenzaré mi plan contra Mérida. Ya sabes, si quieres que tú y tu familia estén a salvo de mí y mis aliados, la quiero vacía para acabar con la chica- dijo Hans, odiándose por cada palabra pero convencido de lo que haría.

CONTINUARÁ...