Let It Snow: Cuarta Estrofa (Final)

Cuarta Estrofa

Jack volteaba desesperado a su alrededor. Elsa había dicho que la habían encontrado.

¿En dónde estaba?

Miró a la chica.

-         ¿En dónde?- susurró confundido.

Ella lo miró, con una mirada decepcionada.

-         Jack… La estrella te hace feliz. Puedo ver en tus ojos que ésta noche has sido feliz al menos tres veces.

Jack la miró, procesando lo que ella decía.

-         La estrella es verde- murmuró el chico.

Los ojos de las personas que había ayudado.

Esmeralda y Spot tenían ojos verdes.

Quasimodo tenía ojos verdes.

Rapunzel tenía ojos verdes.

El chico sonrió.

-         La estrella de Belén- no es una cosa.

Elsa negó con la cabeza, sonriendo.

-         La estrella de Belén nos guía a ser felices…- continuó diciendo Jack- La única manera de ser feliz es… ¡Ayudar a los demás!

La platinada se acercó y abrazó a Jack con fuerza.

Una música hermosa comenzó a escucharse. Escuchó la risa de un niño.

-         Jack- susurró- Ahora sabes cómo ser feliz. Nunca lo olvides.

El vestido de Elsa se tornó dorado, y miles de luces doradas los rodearon. Había de todos tamaños.

-         ¿Qué eres, Elsa?- preguntó Jack intrigado.

Elsa tomó su mano.

-         Alguna vez fui como tú. Pero fui escogida. Soy una guardiana. Me encargo de que la gente sea feliz, y me encomiendan misiones cómo ésta todo el tiempo.

Jack hizo un gesto de dolor.

-         Ósea que… ¿Sólo soy una misión entre muchas?

Elsa lo miró.

-         No, Jack- susurró- Hay algo distinto en ti. Me recuerdas tanto a mí misma. Ésta misión terminó tornándose personal.

Jack se acercó lentamente a Elsa.

Y la besó, y ella lo besó a él.

Cuando se separaron se sonrieron.

-         Feliz navidad, Jack.

-         Feliz navidad, Elsa.

Lo miró con tristeza.

-         Tengo que irme- susurró.

-         ¿Volverás?

Elsa lo miró y le guiñó un ojo.

-         Siempre.

***

Jackson Overland era un hombre feliz, al fin.

Le encantaba ayudar a todos, y en eso encontraba la felicidad. Había fundado una fundación para ayudar a los pobres, y cualquier desempleado era bienvenido en su empresa.

Elsa lo visitaba de vez en cuando, en las noches entraba por su balcón y le contaba sus locas aventuras.

Era muy feliz.

Y con la felicidad llegó la fe en la navidad. A Jack le encantaba celebrar la navidad.

No hubo hombre en la tierra que la disfrutara más que él.

FIN. 

NOTA: ¡Enders! ¡Feliz navidad! Espero que les haya gustado ésta pequeña historia, la hice con mucho cariño, ojalá la pasen muy bien con sus seres queridos y tengan una muy feliz navidad.