Páginas

jueves, 12 de mayo de 2016

Capítulo 47: Un Ser Oscuro

                                  Capítulo 47
                             Un ser oscuro


NARRADOR OMNISCIENTE
Jim Hawkins miraba a los villanos ponerse paranoicos.
¿Thanos? ¿Liberado?
¿Zafiro? ¿Traicionar?
¿Por qué les sorprendía tanto?
Al fin y al cabo, ellos querían destrucción, ¿no?
Por un momento, Jim consideró cambiarse de bando e ir a buscar a Thanos, pero sabía más cosas que antes, y una de ellas era que el poder infinito perjudica más de lo que ayuda, incluso a quién lo posee.
Y la traición de Zafiro… ¿qué más daba? ¿Acaso no era esa la naturaleza humana?
Traicionar. Apuñalar la espalda.
Ser un maldito.
Sonrió.
Pensó en todas las incongruencias que había ahí, y en como deseaba matarlos por ello.
Pero, eran sus aliados ahora.
-         ¿Creen que irá tras la elegida? Yo creo que Mérida le servirá bastante- susurró Mim.
Mérida.
Su nombre lo sintió como una bofetada.
Sus ojos, su cabello, su risa…
A pesar de que la oscuridad abundaba en su corazón, aún había un rayo de luz.
Y ese rayo de luz se aferraba a Mérida con todo lo que podía.
Le dieron ganas de abandonar ese lugar y salir tras ella.
Pero, en lugar de eso se quedó.
Porque, al fin y al cabo, era un ser oscuro.
***
NARRA SCARLET WITCH/ WANDA
Miro la mansión que tenemos en frente.
Es inmensa. Cabremos a la perfección.
-         ¿Qué es esto? - susurro- ¿A quién pertenece?
Detrás de mí, todos están cansados. Llevamos dos días viajando a pie.
Según Drácula, los portales no llegan aquí, está muy protegido.
-         A Walt. Esta solía ser su casa.
-         Esta… ¿y por qué la dejo? - me parece hermosa. Nunca dejaría una casa así.
-         Como cualquier persona- contesta Merlín- Walt tuvo sus tentaciones. Hubo una época en la que solo pensaba en él, y se hizo esta casa para él sólo. Hizo muchas cosas malas, hasta que conoció a su esposa, Lilian. Entonces, olvidó todo lo que había hecho durante ese periodo, incluido esto.
-         ¿Y por qué nos mandó aquí, entonces? - pregunta Minnie.  
-         Siempre fue la guarida de emergencia. Tal vez no le gustara- contesta Drácula- Pero sin duda sabía que esto nos serviría si lo necesitábamos.
Abro las puertas, y me encuentro con que está impecable.
Magia, supongo.
-         ¿Lo recuerdas, Mickey? - pregunta Oswald.
Él asiente.
-         Sí. Cuando Papá me quitó la oscuridad, los recuerdos volvieron.
Se abrazan, emocionados.
Repartimos las habitaciones, e incluso sobran.
La comida no es problema, Merlín puede proveer bastante.
Lo único que temo es que nos encuentren de nuevo.
NARRA ANNA
Andrew está dormido en mis brazos. Kristoff me mira, y pregunta cómo me parece la casa.
Contesto sin ponerle mucha atención.
Elsa está desaparecida.
Necesito encontrarla urgentemente.
-         Ya la encontraremos, no te preocupes- me dice él al ver mi rostro-
Asiento, pero la preocupación no se va.
Hans está con un niño pelirrojo en las piernas. Una chica los mira, muy feliz.
Me acerco sigilosamente.
-         Buenos días, soy la princesa Anna, de Arendelle.
-         Reina Isabelle, de las Islas del Sur.
Miro a Hans sorprendida. ¿Reina de las Islas del Sur?
-         ¿Ustedes son hermanos? - susurro lentamente.
Por la forma en que se miran y tocan, sé la respuesta desde antes de que me la digan
-         No- contesta él, y me mira sonriendo- Somos… bueno, podría decirse que vamos a casarnos. Y no, a ella no la conocí hoy.
No puedo evitar soltar una risotada.
-         ¿Entonces por qué es la reina?
-         Porque ahora soy el rey, Anna.
Me cubro la boca, emocionada.
Hans no es mi persona favorita del mundo, pero sé cuánto sufrió. Y me alegra verlo feliz.
-         ¿Cómo ocurrió eso?
-         Cuando fue la locura de los portales… vencí a mis hermanos. Los saqué del reino. Ahora mismo ocupa el trono Robert, pero pronto, cuando acabe esto, lo haré yo.
Sonrío.
-         ¿Y él quién es?
Ambos se miran, sonriendo.
-         Mi hijo- contesta Hans- Bueno, nuestro.
¿Su hijo?
Es como si me hubieran dicho que tengo una gemela llamada Perla.
-         ¿Y eso cómo ocurrió?
Me cuentan la historia. Como ella se embarazó, pero que pensaba que era del hermano mayor de Hans- es una larga historia, dicen- aunque cuando vio su cabello y sus ojos supo que era de Hans.
-         Y tu hermano…
-         Él lo averiguó hace poco- contesta Isabelle- Una bruja se lo dijo. Casi me cortan la cabeza.
Seguimos hablando un rato.
Kristoff se une después. Al ver a Andrew, Isabelle se pone a jugar con él.
Y me doy cuenta de lo mal que juzgué a Hans.
***
NARRA MÉRIDA
-         ¿A dónde creen que se hayan ido? - pregunta Elsa- ¿Realmente creen que los villanos los hayan atrapado?
-         Es lo único que se me ocurre- susurro, por enésima vez- O tal vez simplemente fueron en busca del desayuno.
Elsa parece ofendida por mi sarcasmo. Como si me importara.
-         ¿Estás bien? - pregunta Rapunzel- Te noto muy tensa.
-         ¿Parece que estoy bien? ¡Jim podría no ser el mismo de nuevo! ¡Todos han desaparecido! ¡Y AHORA ESTAMOS CAMINANDO A MEDIO BOSQUE COMO IDIOTAS!
Todos me miran, preocupados.
Y no lo puedo aguantar más. Caigo de rodillas y lloro desesperada.
-         ¿Por qué llora, mamá? – pregunta Hairy, pero nadie le hace caso.
Hippo se arrodilla junto a mí y pone su mano en mi hombro.
-         Mer, vamos a encontrarlos- susurra-  A todos. Y te juro por mi vida que encontraremos la forma de que toda la oscuridad de Jim.
Me seco las lágrimas lentamente mientras él me ayuda a levantarme. Me quedo un buen rato apoyada en su pecho.
Al final, decidimos parar ahí.
Hippo sube a Chimuelo, prometiendo volver pronto, dice que irá a ver los alrededores.
Elsa lo acompaña. Se agarra de la cintura y se van.
Un rato después, escucho pasos.
Y ahí, en frente de mí, está Jim.
***
NARRA ELSA
Miro la espalda de Hippo. Parece tenso.
-         Fue muy lindo lo que hiciste, Hippo- susurro.
Él asiente.
-         ¿Estás bien?
Niega.
-         Es sólo que…- suspira- Cada vez que las cosas parecen mejorar, siempre que parece que al fin hay esperanza de que esto termina… todo empeora.
-         Lo sé, me he dado cuenta- respondo con cuidado- Pero ya verás como todo sale bien.
Acaricio su mano.
Pasamos un rato en silencio, durante el cual veo a Hippo relajarse un poco más.
-         Le agradas a Chimuelo, ¿lo sabes?
Sonrío. Lo acaricio mientras él hace un ruido de afecto.
-         Y a mí me agrada. Es un dragón precioso.
Apoyo mi cabeza en su hombro, deseando que todo se solucione.
Y ahí está esa parte de mí. La pesimista.
No puedo evitar pensar en Anna, o en lo que debe estar pasando con ella en estos momentos. O su bebé…
-         Será mejor que volvamos. No parece haber vida a los alrededores.
Asiento.
Y cierro los ojos lentamente, intentando bloquear mis pensamientos.
***
NARRA MÉRIDA
-         Jim- gritó- ¡Oh Dios, Jim! ¡Eres tú!
Todos voltean, entre preocupados y emocionados.
Pero no me importa.
Yo corro a abrazarlo.
Y por un momento, me siento en paz.
NARRADOR OMNISCIENTE
Y entonces toda la oscuridad dentro de Jim Hawkins desaparece por un instante, estrecha a la pelirroja en sus brazos, absorbiendo su aroma y pensando en lo mucho que la ha extrañado.
Pero, un ser oscuro tiene una naturaleza oscura, y eso no puede ser cambiado.
No transcurre ni medio minuto antes de que sus ojos se vuelvan negros de nuevo, y entonces él la empuja, y recuerda que ha venido a matarla.
Imagina una espada.
Y esta espada, en lugar de aparecer brillante y lustrosa, como habría aparecido antes de su oscuridad, es negra y da una sensación de vértigo.
Los ojos de la pelirroja se llenan de lágrimas al ver al muchacho que ama empuñar una espada para matarla.
Se cubre la boca.
-         Jim… por favor… no voy a pelear contigo.
-         Mejor así- su voz suena áspera, y le pone los pelos de punta a todos los que les miran, que se encuentran pasmados e impresionados, sin poder hacer nada- Tardaré menos en acabar contigo.
Levanta la espada y está a punto de matarla, cuando una llama le golpea la cabeza.
Esta se incendia, pero eso solo le provoca risas. La llama se extiende a todo el cuerpo, y pronto el joven ya puede manipular el fuego.
Hippo y Elsa lo miran, suspendidos en el aire, montados en el dragón.
-         ¡Jim! - grita Mérida- ¡Paren!
El chico salta del dragón, la mujer hace una rampa de hielo e Hippo se desliza por esta, hasta llegar al frente de Jim.
-         Ella podrá amarte, pero yo no tengo miedo de matarte, bribón.
Jim sonríe maliciosamente, y arremete un puñetazo contra el muchacho, que por la impresión del golpe da unos pasos atrás antes de sacar su espada y desafiarlo.
El joven suelta una carcajada ante la valentía de Hippo, y con una patada le rompe las costillas y sale volando varios metros.
Elsa se cubre la boca, sorprendida. Algo es claro: Jim tiene más fuerza que antes.
Arriesgando su vida, también baja por la rampa de hielo, hasta quedar cara a cara con Jim.
-         Podría hacer esto todo el día- susurra el muchacho.
La chica alza las manos y hace un domo de hielo alrededor de ambos, para proteger a quienes les rodean.
El fuego en Jim se apaga, pues a pesar de que normalmente vencería al hielo, ahora hay demasiado.
Elsa crea picos de hielo a su alrededor, y al chico le cuesta moverse, pero en un abrir y cerrar de ojos ya los ha destrozado.
Y así comienza la batalla.
Él, lanzando todo lo que se le ocurre imaginar, y ella lanzando hielo por doquier, intentando reprimir gritos de horror, e ignorando el sabor de la sangre, que ha causado una patada de Jim.
Entonces, el domo explota y pedazos de hielo vuelan por doquier.
Frente a ellos, está Mérida, furiosa, pero ambos saben que detrás de esa furia hay debilidad y un inmenso amor por Jim.
Se interpone entre ambos.
Elsa tiembla por el esfuerzo, y está a punto de desmayarse.
Y, aunque nunca lo aceptará, el joven Hawkins también se nota perjudicado. No tanto como la reina, pero sabe que no está en su mejor momento, Elsa es una oponente digna.
-         Agradezco tu esfuerzo, Elsa- susurra, viendo a la platinada con gratitud- Pero esta es mi batalla.
-         Él va a matarte…
-         Lo sé.
Lo mira fijamente.
-         Vamos, Jim, hazlo. Mátame- pronuncia las palabras con infinito desdén.
Elsa, aunque no comprende el plan de Mérida, grita intentando impedirlo, pero apenas le quedan fuerzas.
El chico alza la espada y está a punto de atravesar el corazón de la chica.
Rapunzel, Jack y Eugene se acercan corriendo, sabiendo que, aunque lo quieran no llegaran a tiempo.
Hairy mira todo entre llantos, aterrada.
Y, entonces, Jim comete un error.
Mira a Mérida a los ojos, y algo se rompe en él.
Por un instante, sus ojos vuelven a ser los mismos.
Con un grito de dolor, y sabiendo que no puede matar a Mérida, entra a un portal.
El plan de ella ha funcionado. Él aún la ama, y por eso no puede matarla.
Comienza a seguir al chico, corriendo para entrar al portal, cuando, Rapunzel, con todas sus fuerzas, lo impide jalándola del pie izquierdo, y provocando una caída a la pelirroja, que mira desconsolada como se cierra el portal, y con él pierde a Jim.
***
Facilier mira al chico.
-         Te di una misión. Matar a la pelirroja. ¿Por qué no pudiste hacerlo?
-         Porque aún hay una parte de mí que la ama, jefe.
Facilier lo mira furioso.
-         Pero ya no más- replica el chico.
-         ¿Qué?
Sabe que, si quiere lograr su objetivo, tiene que eliminar todo sentimiento por Mérida.
Al principio se lo negó a el mismo, creyendo que podía luchar con eso, pues no quería renunciar a Mérida, pero ahora sabe lo que debe hacer.
-         Quiero que me hagas odiarla, Facilier. Quiero eliminar todo sentimiento de afecto hacia cualquier persona que haya conocido.
-         Pero eso… Te haría un monstruo. Alguien inhumano.
Ni siquiera alguien como el hombre sombra renunciaría a su humanidad, por mucho poder que eso significara. Él no era como Thanos.
-         Exacto- contesta el chico con una sonrisa de oreja a oreja.
-         De acuerdo.
Facilier chasquea los dedos, y las sombras se acercan para acabar con el último rastro de amor que queda en el corazón de Jim.
Convirtiéndolo, de una vez por todas, en un ser oscuro.

CONTINUARÁ… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario