Capítulo 22
La debilidad que es una fortaleza
El mundo era
negro, todo estaba en oscuridad. Alexis abrió los ojos lentamente. Su cuerpo
temblaba de miedo.
Podía sentirlo.
Oh sí, vaya que
podía sentirlo.
Sentía rabia.
Mucha rabia.
Aquel hombre
sombra había entrado y había destrozado todo a su paso.
A su familia.
A sus amigos.
A sus enemigos.
A sus seres
queridos.
Pero sobre todo a
la persona más importante.
A su amada Anne.
Y nada lo iba a
detener.
Conseguiría
venganza.
Le costara lo que
le costara.
Mataría,
asesinaría y haría lo que le fuera posible a ese hombre Sombra.
Estaba dispuesto
a vengarse.
Comenzó su viaje,
todo estaba entre cenizas. Pero consiguió un poco de comida y agua.
Vio su reflejo
por última vez, ya no sería más como solía serlo. Ahora sería una persona
totalmente distinta.
Tenía el cabello
negro totalmente lleno de ceniza.
Su piel era color
durazno, y tenía pecas esparcidas en toda la cara.
Su mirada era
probablemente lo que más llamaba la atención de él. Era una mirada fija, pero
flexible. Te hacía entrar en confianza.
El chico era
bastante atractivo y tenía admiradoras en todo el pueblo. Tenía. Ahora no
quedaba nadie en el pueblo, solo él había sobrevivido.
Sus ojos eran
color café con un par de manchas verdes salpicadas por ahí.
Era alto para su
edad. Se puso de pie y continuó caminando. Tenía quince años. Toda una vida por
delante.
Y mucho, pero
mucho deseo de vengarse.
Miró hacia atrás
y contempló por más de diez minutos al pueblo que lo había acunado, al pueblo
que había raspado sus rodillas al caer mientras jugaba. Al pueblo cuyo piso se
mojó con la lágrima del primer corazón roto, y cuyo suelo también admiró los
saltos de alegría al saber que era correspondido.
Al pueblo que
había presenciado aquel “Si quiero ser tu novia”, y aquel primer beso con Anne.
Al pueblo que
había presenciado aquellos cariños.
Y al pueblo que
había sido su hogar.
Totalmente
destrozado.
Devastado por el
ataque del hombre sombra.
Quitó la mirada,
ya no podía soportarlo más. Una lágrima se deslizo por sus ojos.
Continuó su
camino.
CAMBIO DE TRAMA
Gwen Stacy gritó.
Despertando a Peter. Era de noche en el dormitorio del Hombre Araña. El
dormitorio que le había dado S.H.I.E.L.D.
La tía May había
salido de vacaciones con unas amigas hacia el Caribe dos meses. Perfecto para
Peter.
Gwen lloraba
-
¿Qué sucede, amor?- Peter había pedido otra cama
para que Gwen durmiera ahí, por lo que Peter dormía en la cama de junto.
-
Fue... Fue una pesadilla.
-
Bueno, tengo una idea. ¿Qué te parece si duermo contigo? Y así si
tienes una pesadilla me tienes a mí para protegerte.
-
De acuerdo- Gwen se volteó y besó a Peter. Luego
Peter se metió a la cama y la abrazó por detrás.
-
Hasta mañana.
-
Hasta mañana
Pero Peter no se
quedó dormido, estaba demasiado preocupado por Gwen. ¿Y si ella se iba de
nuevo? No podía volver a perderla.
CAMBIO DE TRAMA
Mérida estaba a
salvo, los villanos se habían ido. Pero los que habitaban el Hotel Transylvania
estaban de todo menos a salvo.
Entraron al
hotel, junto con Tlaw, Theodora y Arleen. Todavía faltaban Jack, Elsa y Anna en
llegar. Pero Jim, Hans e Hippo habían regresado, diciendo que Elsa y Jack
regresarían en seguida. Sobre Anna no se sabía nada.
Después de un
tiempo regresaron Jack y Elsa. Kristoff estaba vuelto loco, su amada Anna
estaba en el mar.
Y Tlaw no le
permitía mover ni un dedo.
Estaba furioso.
Pero no tenía por
qué preocuparse. Venía muy contenta con Ariel, sus hermanas, Tritón, Nancy,
Diego, Violetta y Blancanieves.
Tardaron un par
de horas, pero llegaron. Anna comenzó a gritar.
-
¡Kristoff! ¡Kristoff!
Kristoff no tardó
en llegar. Tritón le quitó a Anna la forma de sirena y ésta salió del mar. Kristoff la cargó, Anna estaba helada
El hombre abrazó
a su amada Anna. Después Tlaw salió.
-
Tritón. Los trajiste
-
Así es.
Tritón quito la
forma de sirena a todos (incluido el) y salieron del mar. Les dieron
habitaciones en el Hotel.
Lo que las hijas
de Tritón (y los artistas invitados que habían sido rescatados por ahí) no
sabían es que no habían sido reunidos por casualidad, todo estaba planeado por
Walt. Y lo que también ignoraban era que la invasión al Hotel era también parte
del plan. Y el hecho de que hubieran tenido que ir a buscar a Elsa. Todo era
parte del plan de Walt. ¿Es un hombre astuto, no creen?
Pero bueno,
dejemos por un rato a hombres astutos, artistas invitados y sirenas y vayamos a
las orillas del mar.
Una chica
pelirroja y un chico castaño conversan.
Así es, son Jim y
Mérida.
-
Oí que terminaste con Hippo- dijo Jim, iniciando la
conversación.
-
Así es.
-
Tengo que decirte algo- dijo el chico mordiéndose
los labios.
-
¿Qué pasa?
-
Nunca fui novio de Audrey- se arrepiente de lo que
acaba de decir pero continua- Lo hice...
Lo hice para darte celos.
-
¿En serio?- Mérida intenta contener una sonrisa,
pero es inútil.
-
Te extraño, Mérida, y espero que me perdones.
-
Jim... Espero que entiendas que por ahora no quiero
enredos con amor y todo eso, por un rato quiero estar sola.
-
Entiendo.
-
Entonces... Sólo amigos.
-
Sí... Sólo amigos.
Jim tomó la cintura
de Mérida y la acercó hacia el lentamente, acto seguido la besó. Mérida no se
separó. Continuó el beso. Llevaba un largo tiempo queriendo hacer eso. Después
de unos segundos se separaron.
-
Fue un beso de sólo amigos- bromeó Jim
-
Sí, de solo amigos, nada de pareja, inteligente
surfista de aire.
Jim esbozó una
gran carcajada.
La tomó de la
mano y sonrió.
-
Te quiero
-
Y yo te quiero a ti.
-
Y estoy enamorado de ti, y quiero que sepas que te
necesito para continuar con ésta dura batalla. Con todo esto de mi oscuridad.
Eres mi fortaleza y mi debilidad.
-
No entiendo. ¿Cómo puedo ser ambas cosas si son
completamente contrarias.
-
Me haces fuerte, me das la fuerza para seguir, pero
también eres mi debilidad. Ya que me haces débil, eres mi punto débil. Si algo
te pasara estaría perdido. Eres mi debilidad fuerte.
-
O tu fortaleza débil- contesto Mérida, y a
continuación lo besó de nuevo.
Entraron de nuevo
al hotel. Mérida se sentó junto a Rapunzel y a Anna.
-
¿Ya volvieron a ser novios?- preguntó Rapunzel.
-
No- dijo Mérida con una gran sonrisa- No lo somos.
Anna también
sonrió, pero le sonreía a Kristoff quien la saludaba alegre. La chica se fue al
lado de Kristoff.
Entonces llegó
Elsa.
-
Rapunzel... Mérida- La pelirroja se dio cuenta de
que era la primera vez que hablaba con la reina de las nieves- ¿Puedo hablar
con ustedes? ¿A solas?
-
Claro.
Fueron al
vestíbulo, que estaba lejos de toda la muchedumbre.
-
¿Qué sucede, Elsa?
-
Intenté...- se le comenzaba a cortar la voz-
Intenté... Intenté...- bajo la voz- Asesinar al hombre sombra.
-
Oh...- dijo Mérida
-
Y necesito que me digan que hacer, no me siento
bien.
-
Mira, Elsa- comenzó Rapunzel- Te daré mi punto de
vista. Estamos en una guerra. Que será larga. Muy larga. Y bueno, estoy segura
de que cobrara bastantes vidas. Pero solamente cobra esa vida si no hay otra
opción o salida, pero siempre hay otra salida.
-
Gracias, Rapunzel.
-
Ahora, si no te molesta- dijo Rapunzel- Iré a cuidar
a Hairy. Y a Eugene- esto último lo dijo con una sonrisa pícara.
-
¿Y tu opinión cuál es? Digo, si quieres compartirla.
-
Cuando la vida te roba...- comenzó Mérida-... a
veces debes robarle de vuelta.
-
¿Qué?
-
No sé si la
vida te haya robado algo, Elsa, si te haya arrebatado la felicidad o a un
familiar. Si es así, a veces, pero solo muy de vez en cuando, debes de voltearle
el truco. Róbale tú a ella.
Elsa sonrió.
-
Espero que te sirva de lección- dijo la pelirroja- Y
suerte.
Hippo llegó y
saludó a Elsa, después a Mérida.
-
Elsa, están todos bailando en parejas ¿Quisieras
bailar conmigo?
-
¿En serio? ¡Claro!
Cuando Elsa
estaba lo suficiente lejos para no oír Hippo le dijo a Mérida:
-
Cuidado, que casi te atragantas con Jim en el mar,
no te vayas a ahogar mientras me olvidas. Solo es un consejo.
La chica enojada se levantó y le susurró.
-
Cuidado, escuché que sabe congelar, no vayas a
sufrir un accidente mientras me olvidas. Solo es un consejo.
CAMBIO DE TRAMA
Mientras tanto, en el Hotel Transylvania todos los villanos se divertían,
habían ganado. Pero no pensaban matara a los seres de buen corazón que
habitaban este hotel.
¿Por qué no? Porque simple y sencillamente aún no era el momento y porque
hacían bastante bien de esclavos.
Bella y Maddie estaban encerradas en su cuarto, aterradas. Cuando algo
comenzó a brillar. Tres personas aparecieron. Bella reconoció a las tres.
El primero era su padre, la segunda era su madre (sí, se había quedado
pálida al ver a su supuestamente difunta madre) y la tercer la madre de Adam (a
quien conocía por los recuadros).
-
Bella, Maddie- dijo su padre- Es urgente, tenemos
que irnos, a casa.
-
Pero... ¿Qué hacen ellas aquí? ¿Cómo volvieron?
-
No es tiempo de preguntas, solo ven. No queda mucho
tiempo.
Bella tomó la
mano de su madre, su padre y su suegra. A continuación lo hizo Maddie.
Vio una luz
blanca y desaparecieron.
¿Podía confiar en
ellos?
¿A dónde iban?
Y la pregunta más
importante...
¿Aún existía ese lugar al que Bella y Maddie
solían llamar casa?
CONTINUARÁ...
Me gusto :) continua pronto quiero saber que pasara, no me dejes con la duda por mucho tiempo
ResponderEliminarSaludos
-Kami
Me dejo intrigado lo de bella .
ResponderEliminarQue pasara?
Me causo curiosidad la mama de adam,como sera?
Que emocionante ha estado el capítulo.
ResponderEliminarMe ha encantado el plan astuto de Walt Disney.
Uf, Bella y Maddie están ya a salvo de los villanos, por lo menos por ahora. Ojala que cuando Bella y el Príncipe se reencuentren permanezcan ya juntos para siempre y en el caso de que tengan que luchar contra el mal, lo hagan juntos y que nada los separare de nuevo.
¡Buenas noches, Diego!
ResponderEliminarAmé el capítulo, awww, Jim y Mérida :`D Lástima que no se volvieron otra vez novios pero comprendo a Mérida, yo también querría tiempo :`( Hiccup, deja de molestar a Mérida y vete con Periwinkle! Ok no xD. Elsa, mi linda Elsa :`) La amo.
¡Saludos y pórtate mal!
Sol y Luna.