Capítulo 37
El País de las Maravillas
Mérida, Jim, Walt, Alicia y
sus acompañantes avanzaban lentamente por El País de las Maravillas.
-
¿En dónde se
supone que encontraremos la espada?- susurró Mérida
-
Tenemos que ir
con la Reina Blanca, ella debe saber dónde está la espada.
-
¿Por qué no vino
el sombrero?- preguntó Nick Fury- El debió haber venido
-
El sombrerero no
nació en el país de las maravillas- susurró Walt
-
¿Qué?- Alicia se
detuvo de repente- ¿Y el de dónde viene?
-
Del mundo de Oz-
Walt se encogió de hombros- Pero fue expulsado y condenado a muerte, por suerte
Glinda le salvó la vida y lo transportó aquí.
-
Glinda… ¿la qué
ahora es de madera?- susurró Jim
-
Sí- aclaró Walt-
ella.
Siguieron caminando un rato.
Hasta que comenzaron a escuchar pasos.
-
¡Deténganse!-
gritó Honey Lemon
Entonces, todos se
detuvieron.
-
Tenemos que
escondernos- susurró Mystique
Se escondieron en unos
arbustos.
Vieron pasar a los naipes de
la Reina Roja, liderados por la Reina de Corazones y la mismísima Reina Roja.
-
Tenemos que
encontrar a mi odiosa hija mayor- dijo la Reina de Corazones- No sé de dónde se
volvió tan buena.
-
Y tenemos que
acabar con ella de una vez por todas- susurró la Reina Roja.
Entonces Mystique salió de
los arbustos, pero gracias a sus poderes, cambió su físico al de la Reina
Blanca.
-
¡Hermana! ¡Madre!
¿Qué hacen por mi territorio?
Los naipes y las reinas
voltearon, sorprendidas.
-
¿Qué haces aquí?
-
Sólo daba un
bello paseo- susurró
-
¡Atrápenla!
Habían mordido el anzuelo.
Justo cuando todos los naipes
se concentraban en Mystique, Honey Lemon les lanzó una de sus pelotas y la
mayoría de ellos se quedaron pegados al suelo.
Mérida, con sus poderes
mentales, hizo una gran ventisca, que hizo volar a los pobres naipes.
Sólo quedaban las dos reinas.
Todos salieron de su
escondite.
-
¿Iban a acabar
con quién?- gritó Alicia
-
Con tu amiguita
la reina blanca- le contestó la Reina Roja
-
Suerte con eso-
susurró Walt
Eran dos contra nueve, así
que como era de prever, no ganaron las reinas.
Honey las inmovilizó y Walt
les lanzó un hechizo para que cayeran dormidas.
Así que las llevaron como
prisioneras durante el resto del trayecto.
Al fin, después de un buen
rato, llegaron con la Reina Blanca.
Ella lucía preocupada. Estaba
pálida. Y lloraba.
Alicia entró corriendo.
-
¡Alicia! ¡Me
alegro de que hayas vuelto!
-
¿Qué sucede? ¿Por
qué esas lágrimas?
-
Los han matado. A
todos. Los únicos que quedamos somos tú y yo.
Alicia cayó de rodillas y
comenzó a sollozar.
Sus amigos estaban muertos.
Pero suspiró y se puso de pie. Tenía que ser fuerte.
-
Y el sombrerero.
Él también está vivo. Al igual que la
liebre.
-
¿Y en dónde
están?- la Reina se había puesto de pie.
-
A salvo, en el
Hotel Transylvania.
-
¿Con Drácula?
-
¿Por qué parece
que todos lo conocen?
-
Es una larga
historia…
-
Bueno.
Necesitamos la espada vórtica.
-
¿Y para que la
necesitan?- preguntó ella
-
Yo puedo
contestar a eso- Walt entró.
-
¡Walt! Estás
aquí… ¿También lo están los elegidos?
-
Por supuesto.
-
¿Y para qué
necesitan la espada?
-
Es una parte del
guantelete.
-
Lamento que no la
tengo yo- susurró ella con la vista baja.
-
¿Dónde está?-
preguntó Walt
Entonces, la Reina Blanca
levantó las manos. Tenía esposas.
Detrás de ella apareció
Facilier con una sonrisa de lado a lado.
-
¿Crees que iban a
alcanzarnos? Las reinas no fueron más que una distracción.
Del techo comenzaron a caer
villanos. La reina blanca pudo haberles advertido. Y no lo había hecho. Los
había traicionado.
Walt la miró con profunda
tristeza, pero ella evadió su mirada.
Facilier sacó la espada
vórtica y soltó una risotada.
Chasqueó los dedos.
-
Nos vemos en Oz-
susurró él.
En cuanto todos los villanos
desaparecieron, Jim, Mérida, Walt, sus amigos y la reina blanca se quedaron
solos.
-
No lo puedo
creer- susurró Walt- Y menos de ti…
-
Yo… Walt…
-
¡Hace mucho
tiempo deposité confianza en ti!- gritó Walt- Ahora esa confianza ya no existe…
-
Walt… ¿Iremos a
Oz?- preguntó Mérida
-
Tenemos que. Y
antes de que la magia de la espada vórtica se acabe.
-
¿Qué?- susurró
Alicia
-
Esos villanos son
tan ambiciosos que han perdido sentido de lo que hacen. No debieron de haberse
llevado la espada, su magia solamente dura en Oz, así que tenemos que
apresurarnos para traerla de vuelta.
-
¿Y qué haremos
cuando al tengamos?- preguntó Luke
-
Lo que ellos no
hicieron. Extraer la magia de la espada y guardarla.
-
Está bien- dijo
Arleen
-
Tú- apuntó a la
reina- Vienes con nosotros
Ella
se quedó con la vista baja mientras Walt le quitaba las esposas.
Walt
sacó una bola de color verde.
-
Suerte que traje
más de una- murmuró.
Aventó la bola al suelo y un
portal color verde se abrió.
Entraron.
Quedaba poco tiempo.
CAMBIO DE TRAMA
Mientras tanto, en
Munchkinland, Glinda, Alexis, Rachel y Boq buscaban a Dorothy.
-
No entiendo que
hacemos aquí- susurró Alexis.
-
Creí que La Bruja
Malvada del Oeste estaba muerta…- murmuró Rachel
-
También yo- dijo
Glinda- Pero ahora tenemos que encontrar a Dorothy.
-
Las cosas se han
puesto muy sombrías- susurró Boq- Los monos nos acechan todo el tiempo. Y hemos
visto sombras.
-
Sombras…- susurró
Glinda.
-
¡Auxilio!- era la
voz de Dorothy
-
¡Dorothy!
¡Querida! ¿Dónde estás?- gritaba Glinda
-
¡Glinda! ¡Glinda!
¡Auxilio! Ayúdame… Los monos me persiguen.
-
Nada de lo que no
pueda ocuparme- Glinda se subió las mangas y se puso las manos en la cadera-
Sólo hacemos algunas burbujas… los monos odian las burbujas- dijo ella riendo.
Soltó algunas burbujas y los
monos comenzaron a alejarse, Glinda nunca entendió el extraño miedo de los
monos a las burbujas, pero eso le convenía.
-
Creí que no eran exactamente
mal…- se frenó a media frase.
-
¿Qué?- preguntó
Boq, confuso
-
Nada, nada-
murmuró ella.
Entonces, Dorothy apareció
rápidamente.
-
¡Estás aquí!
¡Estaba muy asustada! ¡No sé qué sucedió! Sólo vi unas sombras acercarse, y un
hoyo color verde… ¡Y entonces aparecí aquí!
-
¿Las sombras eran
como esas?- preguntó Rachel señalando al cielo
-
Esas son las
mismas sombras que atacaron mi hogar- murmuró Alexis, confundido.
En el cielo, las sombras se
acercaban a toda velocidad. Glinda se cubrió la boca. No podían vencerlas.
A no ser que…
-
¡Rachel! ¡Tú eres
una bruja! ¡Detenlas!- dijo ella desesperada
-
¿Yo? Creí que tu…
-
¡Claro que lo
soy! ¡Pero no puedo hacerlo sola!
Comenzaron a murmurar un
conjuro y a lanzar rayos de luz a las sombras, a pesar de que las ahuyentaba,
no parecía suficiente. Suspiraron. No podían hacerlo.
Entonces Alexis sintió una
fuerza nueva para él. Algo se apoderó de su ser y se sintió más fuerte. Más
rápido. Invencible.
Soltó un grito y levantó
ambos brazos, al extender las palmas, un rayo de oscuridad surgió de su manos.
Los demás no hacían más que
observar asombrados.
Las sombras comenzaron a
reunirse alrededor de él.
Lo obedecían.
Al cerrar el puño, las
sombras se esfumaron.
Alexis se desvaneció y cayó
al suelo. Estaba inconsciente.
Escucharon unos aplausos.
Glinda vio a Walt y su rostro
se iluminó.
-
¡Walt! ¡Has
llegado antes!
-
Lo sé, necesito
tu ayuda.
-
¿Qué necesitas?
-
A esos dos
chicos, Rachel y Alexis, en cuanto a ti, necesito que evacues a todos los
ciudadanos de la ciudad esmeralda. Y que me des un ejército.
-
Eso haré.
Dorothy, Boq, ustedes me ayudarán. ¿Hay algo más?
-
No, solamente
adviérteles que tienen que ser fuertes. Habrá mucho riesgo.
-
Está bien, Walt.
Rachel se acercó a Walt.
-
¿Para qué nos
necesitas?
-
Ustedes son
únicos. Especiales. Y tengo una idea de con quién armarían un buen equipo.
Dirigió una mirada rápida a
Arleen y Luke, que sólo notaron ellos y Rachel. Les guiñó el ojo.
-
Ahora. Será mejor
que nos preparemos.
Después de un rato, y de que
Alexis se repusiera y le explicaran todo, se dirigieron a la ciudad esmeralda.
Alexis se acercó a Walt.
-
Walt- susurró él.
-
¿Sí?
-
No quiero
pertenecer a ésta guerra. Lo único que quiero es vengar a mi familia.
-
Créeme, la
venganza te hará sentir bien temporalmente. Y te necesitamos, pero de todas maneras,
si lo que buscas es venganza, aunque no lo recomiendo, lo conseguirás si estás
de nuestro lado- dijo él.
-
Nunca creí que te
oiría decir eso- rió Jim
-
Tiempos oscuros
requieren medidas oscuras- bromeó Walt. Aunque Jim no supo si era totalmente
una broma.
Después de caminar mucho, al
fin llegaron a la ciudad esmeralda. Ahí los esperaba Glinda con un ejército de
ciudadanos valientes.
-
Walt- dijo
Mérida- ¿Cómo sabes que están aquí?
-
Porque les
pusimos una trampa. Creen que la siguiente pieza se encuentra aquí. Bien,
necesito que los distraigamos.
-
De acuerdo- dijo
Jim
-
Rachel, Arleen,
Luke y Alexis, ustedes se encargarán de tomar la espada.
-
De acuerdo-
dijeron los cuatro al mismo tiempo.
-
Está en la sala
central. Tengan cuidado.
Rachel, Arleen, Luke y Alexis
se movían mientras toda la batalla se desarrollaba a su alrededor.
Llegaron a la sala central,
siguiendo indicaciones de Rachel.
Pero estaba cerrada.
-
¿Cómo se supone
que la abriremos?
Luke, que traía su traje
puesto, apunto a la puerta y lanzo un rayo, se abrió.
En el centro de la sala,
estaba la espada vórtica. Rachel se acercó para tomarla.
Pero, entonces, varias
carcajadas malignas inundaron todo.
Zafiro, Facilier, Loki y
Elphaba se acercaban a toda velocidad.
-
¿En serio
creyeron que sería tan fácil?
-
¿En serio ustedes
creyeron que podrían vencernos?- replicó Arleen mientras sacaba su arco.
Zafiro alzó las manos y
comenzaron a caer muchos rayos.
-
¿En serio?-
Rachel soltó una carcajada.
Alzó una mano y todos los
rayos que caían se transformaron en cristal que al caer se rompía.
Facilier comenzó a invocar a
sus sombras, pero cada vez que una salía parecían irse con Alexis. Quien,
confundido, hacía que atacaran a los villanos.
Elphaba, por más que
intentaba defenderse, era víctima de las flechas de Arleen.
En cuanto a Luke, le estaba
dando mucha batalla a Loki con su armadura.
Iban ganando.
Hasta que de repente, del
cielo cayeron tres personas encapuchadas.
Los cuatro chicos se quedaron
atónitos.
-
¿Quiénes son?-
gritó Luke
Una de ellas se quitó la
capucha.
Luke la reconoció.
Scarlet Witch.
Recordó que ella y su
hermano, Quicksilver, solían hacer destrozos por toda la ciudad. Pero Luke
estaba seguro de que siempre buscaban algo. Pero… ¿qué buscaban?
El segundo se quitó la capucha.
Quicksilver, como era de prevenir.
El tercero se la quitó de
igual manera.
Era… ¿Visión?
Luke se sorprendió.
Visión era un proyecto no
terminado de Tony Stark, se suponía que sería inteligencia artificial, pero
nunca lo terminó…
Entonces… ¿Quién lo había
hecho?
-
Vamos, peleen-
gritó Arleen.
Y vaya que lo hicieron.
Scarlet Witch comenzó a
lanzarles rayos y hechizos a Arleen y Luke, los cuales lograban esquivarlos,
pero no por mucho.
Quicksilver le hacía las
cosas difíciles a las sombras que Alexis lanzaba.
Y Visión le hacía las cosas
bastante díficiles a Luke, pues controlaba su armadura.
Los estaban venciendo.
Entonces, los cuatro
sintieron una fuerza indescriptible en su interior.
Por alguna razón, esa fuerza
se apoderó de ellos.
Se tomaron de las manos,
siguiendo la fuerza que se había apoderado de ellos.
Y una explosión sucedió.
Un campo de fuerza los cubrió
a los cuatro mientras veían a los villanos volar por los aires.
Cuando la explosión terminó,
los villanos estaban inconscientes.
Habían ganado.
Confundida, Arleen tomó la
espada.
Salieron corriendo de la
sala.
Al parecer, la explosión
también había ocurrido afuera.
Pero no había afectado a
todos… sólo a los… ¿villanos?
Todo era realmente extraño.
Pero no había tiempo de
pensar en eso.
Después de reunirse,
volvieron al País de las Maravillas.
La búsqueda apenas comenzaba.
CONTINUARÁ…
WOOOOOOOOOOOOOOOW
ResponderEliminarSÚPERCAPITULO!!!!NOHAYTIEMPOPARAESPACIOS
Es broma siempre hay tiempo para espacios me en-can-to fue muy WOW
Pero si te atreves a hacerle algo a quicksilver voy a ir asta tu casa y te voy a ahorcar por que eso ya seria mucha crueldad contra el...
Bueno tal ves no te voy a ahorcar solo te voy a pegar por que quiero saber en que termina la historia
Ame cada parte del cap sigue así :) saludos!!