viernes, 28 de octubre de 2016

Epílogo

                                    Epilogo
NOTA: ANTES DE LEER EL EPILOGO, ES NECESARIO LEER EL CAPÍTULO 55. 
PUEDEN LEERLO AQUÍ:
http://elfindedisney.blogspot.mx/2016/10/capitulo-55-la-batalla-final.html
http://elfindedisney.blogspot.mx/2016/10/capitulo-55-la-batalla-final.html
http://elfindedisney.blogspot.mx/2016/10/capitulo-55-la-batalla-final.html

           

NARRA MÉRIDA
Después de la muerte de Walt, y de que la luz blanca desapareciera, nos dimos cuenta de que todos los reinos se habían fusionado.
El centro de todo era Escocia, pero al norte podía verse Arendelle, al oeste estaba Nunca Jamás, y si seguías caminando encontrarías la Torre de Rapunzel y hasta el extremo verías Oz.
Fue difícil reubicarnos, pero lo hicimos. Cada uno volvió a su casa, recuperándose de las heridas causadas por la guerra e intentando olvidar todo lo que había pasado.
Por supuesto, no fue posible. O al menos no del todo. Han pasado años y aún tengo pesadillas sobre un creador, un hombre sombra y seis rocas brillantes.
Walt nos marcó a todos. Justo en el centro del reino que ahora se llama Disneyland (en honor a Walt) se encuentra una estatua en la que aparece tomando la mano de Mickey y la de Oswald. Debajo aparecen los nombres de la gente que perdió su vida en batalla, el de Elphaba brilla especialmente fuerte.
Poco a poco, la gente fue recuperando su vida, Bella y Adam tuvieron mellizos, a quienes llamaron Sol y Luna, Jim se reconcilió con su padre, Wanda y Vision se enamoraron y mi familia, aunque con problemas, volvió a ser la misma de siempre.
Los villanos, al menos los que pudimos encontrar, fueron desterrados a una ciudad lejana, donde reciben buenas atenciones, pero que nunca podrán abandonar.
Los que no encontramos son lo suficientemente inteligentes como para no regresar. Espero.
Durante semanas, resonaron en mi mente las palabras de Walt.
Tlaw, recuerda el cuarto de los gritos. Ese es el futuro.
Justo cuando me convencí de que no tenían ningún sentido, Tlaw nos citó a Jim y a mí.
***
El cuarto de los gritos era una habitación en la casa de Walt (que ahora pertenecía a los Siete Sensacionales).
Wanda, Stephen, Mickey, Jim, Oswald, Theodora y yo mirábamos a Tlaw perplejos.
-         Aquí es donde Walt llevaba a cabo sus… creaciones… por decirlo de alguna manera.
-         ¿Por eso se escuchaban gritos? - preguntó Wanda.
Tlaw asintió. Sacó una llave del bolsillo.
-         Me costó encontrarla. Por eso no los traje inmediatamente.
Abrió la puerta. Me quedé atónita con lo que había dentro.
Era otra casa, y aunque era más pequeña, costaba bastante imaginar que estuvo ahí todo el tiempo. Magia, supuse.
Incluso tenía jardín y una fuente.
Tlaw tocó la puerta. Salieron cinco personas.
Una era una chica morena y de cabello café, otro un hombro de complexión ancha y el tercero un chico flaco con caireles rubios. Los otros dos era una coneja y un zorro.
El centauro nos presentó.
La chica morena se llamaba Moana.
El hombre, Maui.
El chico de los caireles rubios, Jack.
La coneja, Judy.
Y el zorro, Nick.
-         ¿Dónde está Walt? - preguntó Moana.
Tlaw suspiró y les contó todo. Parecían tristes, pero no sorprendidos.
-         Así que ha llegado el momento- susurró Judy.
Todos nos quedamos en silencio un minuto, sin tener ni la más remota idea de lo que estaba ocurriendo.
Entonces, Tlaw se decidió a explicarnos.
-         Ellos cinco son creadores – anunció- Durante años, Walt se dedicó a entrenarlos, a perfeccionar su talento. No quería que se repitieran sus errores.
-         ¿Durante cuánto tiempo? – susurré.
-         Casi veinte años. Pero tuvieron todas las atenciones y cuidados necesarios, ¿no es cierto?
Ellos asintieron.
-         ¿Nunca salieron de aquí? - preguntó Theodora.
-         Claro que salimos- dijo Moana- Walt creó un mundo para cada uno de nosotros. Solo venimos aquí una vez por mes.
-         ¿Y los gritos? - preguntó Wanda- ¿Por qué se escuchaban gritos?
-         La creación es un gran don- dijo Jack- Pero también tiene dolores.
-         Gritábamos por qué a veces duele crear- aclaró Judy.
Wanda miró al suelo.
Maui le entregó a Tlaw una carta.
-         Es de Walt. Dijo que te la diéramos cuando… cuando ocurriera algo así.
-         ¿Él sabía que pasaría? - pregunté, sintiendo una enorme curiosidad.
-         No- contestó Nick- Pero era muy inteligente. Y precavido.
Tlaw lo lee en voz alta.
Tlaw:
Si estás leyendo esto, supongo que ha pasado lo que tenía que pasar. Perfecto, el ritmo natural de las cosas está siendo seguido.
Para que todo vaya bien, y que no haya más dolor y sufrimiento, necesitas seguir los siguientes pasos:
·        Tienen que escoger un líder. No quiero llamarlo rey, porque no lo será. Yo propongo a Jim y a Mérida.
·        Arleen, Luke, Rachel y Alexis protegerán el reino que se ha formado. Son los pilares de mi creación, y como tal deben defenderla.
·        Deben formar un círculo de consejeros, para cualquier emergencia, sobre todo ahora que será difícil restaurar el orden. Theodora, Elphaba, Vision, Los Siete Sensacionales y tú deben estar en él. También propongo a Hippo, Elsa, Rapunzel, Jack Frost, Ralph, Hans, Anna, Eugene y Kristoff.
·        Los cinco creadores serán presentados al reino.
·        Wanda tendrá el papel de mediadora, y junto a los creadores saldrá del reino una vez al mes para ayudarlos a hacer sus creaciones y mantener el orden.
Espero que todo vaya bien, y recuerda que siempre, siempre, estaré con ustedes.
Tuyo, Walt.
Todos intentamos omitir el hecho de que había mencionado a Elphaba, quien había muerto. En su lugar lloramos silenciosamente.
***
Por supuesto que las ordenes de Walt se llevaron a cabo al pie de la letra.
Jim y yo fuimos proclamados líderes, y nadie se opuso. Excepto yo, pero el reino ya me había aceptado. No podía abandonarlos.
También formamos nuestro círculo de consejeros. Estaban todos los que Walt dijo, y Stephen.
Se presentaron a los cinco creadores, y los Héroes del Apocalipsis protegen Disneyland con todo lo que tienen, y todos les estamos eternamente agradecidos.
***
Una vez al mes, los cinco creadores, acompañados de Wanda y Stephen, salen de Disneyland, y se van a crear y a lugares que ninguno de nosotros soñaría nunca.
Los he observado irse cada vez. Jim y yo vivimos en el castillo de Escocia, con mi familia.
De ahí es de donde salen, abren un portal y entran a él, y yo los miro irse cada vez.
A veces me acompañan mis padres, me abrazan. Algunas veces lo hacen los trillizos (acompañados por sus amigos: la traviesa Vanellope, la bellísima Hairy mientras juega con Maddie, que parece será siempre su mejor amiga, la encantadora Taffyta, el inteligente Edward y la simpática Marie) a veces me han acompañado mis propios amigos: la sabia Elsa (que tiene un niño, se llama Hippo, como su padre); Rapunzel, con su largo cabello y su sonrisa siempre dispuesta a ayudar y abrazada a Eugene; Jack, haciendo chistes mientras abraza a Arleen; Anna y Kristoff, siempre platicadores cargando a Andrew; Bella con Adam y sus hijos: la hermosa Luna, la lista de Maddie y el intelectual Sol; Astrid (que por cierto, está saliendo con Fred-Zilla); Audrey (ella está con Hiro) e incluso Hans, acompañado por Isabelle y Rufus.
Pero, hay ocho personas que siempre observamos a los creadores irse. Será por nostalgia o por compromiso, pero nunca faltamos.
Una de ellas evidentemente soy yo.
La otra, lógicamente es Jim, y las otras tres son Tlaw, Vision y Theodora.
Oswald y Mickey nunca se lo pierden.
La última persona es Hippo.
Tlaw, Vision y Theodora normalmente los miran juntos, mientras que Oswald y Mickey los miran por su parte, pero Jim, Hippo y yo siempre los vemos juntos.
Jim me toma de la mano mientras que Hippo me rodea con el brazo los hombros. Me sorprende alguna vez haberlo visto como algo más, ahora es simplemente como mi cuarto hermano. Mi mejor amigo. Mi confidente.
Sé que han pasado muchas cosas entre los tres, pero me alegra que haya terminado así, como estamos.
Hoy también los estoy viendo. Wanda mira a Stephen mientras saluda a Vision con la mano.
Moana ríe de algo mientras entra a el portal. Maui empuja a Judy, que suelta un grito de susto. Nick choca las palmas con él, y Jack les pide que se apresuren.
Son un gran equipo.
Miro a mis brazos.
Estoy cargando a mi hija. Ni siquiera tiene un año.
Tiene los ojos grises de Jim, pero heredó mi cabello rojo y las pecas.
Su nombre es Ainara. Espero que sea feliz.
Mientras veo como se cierra el portal, imagino a Walt.
Sus ojos.
Su risa.
Su cabello café.
Su valor, su valentía, su inteligencia.
Su bondad.
Y entonces, cuando veo a Hippo, y beso a Jim, y bajo la vista hacia a Ainara pienso lo que siempre pienso cuando los veo irse.
La muerte de Walt no fue el final.

Sólo fue el principio. 

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Me disculparás la tardanza jajajaja, Taron y Elena se quedaron juntos y tuvieron dos hijos: Reyna y Matías.
      ¡Saludos!

      Eliminar