Capítulo 5
¿Feliz Navidad?
¡Falta un día para navidad!
¿Qué?
Hasta a las perras locas como yo les
gusta la navidad.
¿Por qué me gusta la navidad?
Bueno, para empezar me encanta la nieve.
Y cuando es navidad hay felicidad.
Y me encanta destruir la felicidad.
***
El agente especial Milo Tatch estaba en
su oficina, alguien tocó a la puerta.
-
Pase-
dijo él lentamente.
-
¿Me
quería ver, señor?- era Peter Gardner.
-
Ah,
sí- contestó Milo- Quería presentarte a los que trabajan en el caso.
Peter asintió.
-
Pero
también se los presentaré a los sospechosos. Así que nos vemos en la casa.
***
Peter se quedó boquiabierto. Su hermano
venía con el agente Tatch y una chica, le sonrió sarcásticamente.
Se acercó lentamente.
-
¿Estás
trabajando en éste caso?- preguntó él, visiblemente enojado.
-
Sí,
soy el asistente y mano derecha del agente Tatch, así es, mi jefe es tu jefe.
-
Así
que es nuestro jefe- Peter rodó los ojos. No soportaba a su hermano- ¿Por qué
siempre quieres tener todo lo que yo tengo?
-
Porque
crecí a tu sombra, y no pienso soportar aquello más.
Miró a su hermano, el mismo cabello café
y los ojos castaños, él le sonrió y volvió con Milo. Lo detestaba.
Mientras tanto, la ex-detective Daphne
Price miraba con los ojos entrecerrados a la chica de cabello café que
acompañaba a Tatch.
-
Buenos
días, sospechosos- Milo se aclaró la garganta- Peter y yo estamos aquí para
presentarles a los nuevos involucrados en éste caso.
-
Esperamos
que nos ayuden a resolver todo- agregó Peter- También quiero anunciar que por
el momento estoy siendo abogado de todos aquellos involucrados en el caso, no
sólo de las princesas.
-
Primero
permitan presentarles a mi asistente y mano derecha… ¡Garret Gardner!
Garret dio un paso al frente y saludó
cordialmente.
-
Ahora,
permitan presentarles a la señorita Katherine Norton- la chica, de un cabello
entre pelirrojo y café, con piel bronceada y una estatura un poco baja dio un
paso al frente- La nueva detective a cargo.
Ella sonrió, en especial a la detective
Price.
-
Los
dejaré a solas con ella, que quiere hacerles algunas preguntas.
Peter, Garret y Milo salieron de la
casa.
La nueva detective tenía mucho estilo,
se vestía con ropa muy cara y fabulosa, y caminaba con mucha elegancia.
-
Espero
que nos llevemos bien- sonrió a todos- Y que encontremos una solución que nos
beneficie a todos. Ahora, me gustaría tener una entrevista con cada uno de los
sospechosos. Eso no incluye a los príncipes, pero si tienen algo que sirva son
bienvenidos.
***
Daphne fue la última en ser
entrevistada.
-
Hola,
Price- le sonrió maliciosamente- Volvemos a encontrarnos.
-
¿Querías
tener mi puesto? ¡Felicidades, ya lo tienes!
-
Y
he hecho más que tú. Ya averigüe que hay alguien atacándolos en ésta casa y que
el secuestrador tiene ojos cafés. ¿Hiciste algo que se acercara a aquello?
Price torció la mandíbula.
-
Te
detesto- susurró.
-
¿Eres
ahora mejor que yo?- la miró a los ojos- Yo creo que no. Voy a quitarte todo lo
que tienes, Daphne. Ésta es la venganza suprema contra ti, y no ha hecho más
que empezar.
Daphne la miró fijamente.
Y ella sonrió.
-
Ya
puedes irte.
***
-
Es
una perra- anunció Daphne- ¡Una maldita perra!
-
¿Qué
ocurre?- preguntó Blair, que se había convertido en su amiga. Los demás la
escucharon.
-
Katherine
y yo ya nos conocíamos. Ésta trabajando en el caso para vengarse de mí.
-
Esa
es una acusación muy peligrosa- le dijo Ferdinand alzando una ceja.
-
Ella
me lo dijo.
-
¿Crees
que podría ser The Wicked Bitch?- preguntó Kristoff.
Daphne lo pensó un momento.
-
No-
susurró- Pero estoy segura de que es capaz de matarnos si quiere.
Todos se quedaron en silencio.
Mulán alzó la mano.
-
Ya
que estamos hablando de éste tipo de temas… ¿Alguien ha hablado con la policía
sobre la desaparición de Kuzco?
-
Yo
lo hice- contestó Jafar- Se lo conté a Milo.
Todos lo vieron extrañados.
-
¿Qué? Puedo ser muy malvado y todo, pero el tipo me
caía bien. O me cae. Dijo que estarán al pendiente, pero Kuzco se ha
auto-secuestrado tantas veces para llamar la atención que ahora no está en sus
prioridades.
Un incómodo silencio se apropió del
lugar.
-
¿Qué
creen?- gritó Rapunzel para romper el silencio- Estuve hablando con Milo y…
¡Tenemos permiso de hacer una fiesta de navidad aquí! ¡E invitar a todas las
personas que queramos!
Comenzaron a celebrar.
-
Es
hora de hacer el sorteo para saber quién será el encargado de organizar la
fiesta éste año. Ya que no solo somos las trece princesas todos pondremos nuestro
nombre.
Todos pusieron su nombre en una caja,
Rapunzel agitó la caja.
-
Daphne,
saca un papel.
La chica se encogió de hombros y sacó un
papel.
Mérida.
Aurora abrió los ojos como platos.
-
¿No
podemos sacar otro papel?
Mérida la miró ofendida.
-
¿Acaso
no crees que pueda organizar una fiesta?
-
No
es eso- la chica comenzó a jugar con su
cabello- Es que no tienes tanta… elegancia.
La pelirroja se puso roja de furia.
-
¡HARÉ
LA MEJOR FIESTA DE LA HISTORIA, PARA VER SI CIERRAS TU BOCOTA!
Aurora bajó la cabeza, apenada.
Mérida tomó su celular y le mandó un
mensaje a un amigo muy especial.
***
Daphne hablaba por teléfono con Milo.
-
¡Te
lo digo! ¡Hay alguien intentando matarnos! No sé quién sea, pero estoy segura
de que no está contento.
-
¿Y
qué quieres que haga?
-
Que
nos mandes guaridas de seguridad. Sólo eso, además, tendremos testigos y nos
sacarás de ésta maldita casa.
Milo suspiró.
-
De
acuerdo, mañana sin falta estarán ahí.
***
Blancanieves miraba a la Reina Malvada.
-
¿Estás
imaginando como matarme?- le preguntó La Reina a su hijastra.
La chica suspiró.
-
En
realidad, no- sonrió- Sólo estaba pensando… Navidad es una época de cambios,
¿no? Así que, te perdono y quería hacer las paces.
La Reina la miró confundida.
-
¿Hablas
en serio?
Blancanieves asintió.
-
Está
bien- le sonrió.
-
Y…
¿has pensado en cambiar tu look? Digo, está bien y todo pero es un poco…
sombrío.
La fulminó con la mirada.
-
Eres
bella, y puedes explotar esa belleza.
Lo pensó un momento.
-
De
acuerdo- susurró- Hazlo
***
Daphne abrió la puerta de la casa.
-
Hola
Milo, me alegra que vinieras.
-
También
vine yo- Daphne rodó los ojos al oír la chillona voz de Katherine.
-
¿Querías
hablar conmigo?
-
Así
es- susurró ella- Es sobre… ésta casa.
Milo asintió.
-
Digamos
que está… la casa parece estar medio
embrujada.
Katherine soltó una carcajada.
-
No
saldrás de aquí sólo porque haya fantasmas.
-
No
me refiero a eso- La ex-detective rodó los ojos- Hay alguna perra maldita
queriendo vengarse de nosotros.
Milo la miró confundido.
-
Es…
Complicado- susurró- Ni siquiera yo sé con exactitud qué rayos sucede. Así que
quisiera tener guardias, que no sólo servirán de protección, si no como
testigos y cuidadores.
Katherine y Milo aprobaron la petición.
-
Mañana
por la mañana estarán aquí.
***
Mérida estaba sentada en una mesa de
madera tomando café con su viejo amigo Scrooge.
-
Gracias
por venir- le dijo Mérida sonriente.
-
No
hay de que- contestó él- Tu padre es un muy buen amigo mío.
-
Bien-
respondió- Necesitamos preparar una fiesta de navidad en ésta casa, y
obviamente necesito tu ayuda.
Él sonrió.
-
Viniste
con la persona correcta.
***
La Reina Malvada se miró en el espejo.
-
Esto
es… increíble.
Blancanieves sonrió.
-
Muchas
gracias, Blancanieves.
Ambas se dieron un abrazo.
-
¿Amigas?-
preguntó la chica.
La miró de arriba abajo.
-
Te
diré que no somos enemigas.
Eso bastó para la princesa.
***
Mérida entró a la cocina de la casa a la
siguiente mañana.
-
Hoy
por la noche van a presenciar la mejor fiesta navideña en la historia de las
fiestas navideñas.
-
¿Qué
tienes planeado, Mer?- preguntó Ariel.
-
Pues…
Ariana Grande no podía venir, estaba ocupada grabando una tonta serie de
misterio- rodó los ojos- Pero conseguí a alguien igual o mejor de buena…
¡Adele!
Todos soltaron un ¡hurra!
-
Ya
mandé las invitaciones, y nadie quiere perderse la fiesta más fabulosa del año.
Entonces alguien tocó a la puerta.
-
¡Son
los nuevos guaridas!- dijo Daphne emocionada.
Blair aplaudió.
Abrió la puerta, pero se borró su
sonrisa al ver quién estaba en la puerta.
Ralph y Vanellope.
Ja, que miedo tengo.
-
¿En
serio son ustedes nuestros heroicos guardias?- preguntó Daphne rodando los
ojos.
-
Así
es- contestó Vanellope mientras sacaba una pistola.
Todos dieron un paso atrás.
-
¡Es
una broma!- la niña se atacó de la risa- ¡Está hecha de dulces!
-
Creo
que me sentía más a salvo sin un guardia- murmuró Jasmine.
Mérida rodó los ojos.
-
¡Da
igual! Necesito que para las ocho estemos todos perfectamente arreglados.
Incluso ustedes, “guardias”, así que llamé a Giselle y viene en camino.
-
Ey…
¿Nos van hacer usar ropa elegante?- preguntó Ralph.
-
¡Yo
quiero usar un saco!- Vanellope daba gritos de emoción- Así pareceré un agente
secreto.
Mérida se golpeó la frente.
***
-
Y…
¡Listo!- gritó Giselle emocionada.
Vanellope suspiró.
-
¿Parezco
un agente secreto?
-
¡Sólo
te faltan las gafas oscuras!
-
¡Hurra!
Ralph soltó una carcajada.
-
Ningún
espíritu maligno podrá atacarlos con nosotros a cargo- anunció el demoledor- Si
necesitan algo, sólo díganlo.
-
Gracias,
Ralph- dijo Mérida- Ahora… guarden, o hagan lo que sea que hagan los guardias.
-
Protegemos-
contestó Ralph.
-
¡Pues
hazlo!
Ralph y Vanellope se fueron a la puerta.
-
Bueno-
anunció Mérida- Hoy es navidad así que…
-
Técnicamente
es noche buena- susurró Bella.
-
Técnicamente
no me importa- anunció Mérida- ¡Feliz navidad a todos! ¡Estoy muy contenta de
estar aquí, aunque sea una maldita casa trucada, con ustedes!
Todos celebraron.
-
Es
hora del intercambio navideño.
***
Los invitados comenzaron a entrar a la
casa, que estaba perfectamente decorada, había una mesa repleta de ponche,
buñuelos, polvorones, pavo y todos los deliciosos platillos de navidad.
Venían toda clase de personas: Úrsula,
Mickey Mouse, Tinkerbell, Las emociones de Intensa-Mente, Tarzán y Jane, entre
muchas otras celebridades de Disneyland.
Los detesto.
Los habitantes de la casa estaban muy
contentos con sus regalos de navidad.
Pronto dejarían de estarlo.
Kristoff tenía un nuevo cortador de
hielo, cortesía de Ariel.
La Reina Malvada jugaba con un nuevo
espejo mágico, que le había dado Flynn.
Bella intentaba leer sus nuevos libros
en paz, alejada del silencio, los cuales tenía gracias a Blair.
Mérida incluso había recibido un pequeño
oso de peluche, que Shang le había regalado.
Peter, Milo, Garrett y Katherine también
estaban en la fiesta, se encontraban muy felices. Peter hablaba muy feliz con
Mérida y Daphne.
-
Mer-
gritó alguien, reconoció la voz.
-
¡Jim!-
la princesa escocesa corrió a abrazar a su novio, Jim Hawkins- ¡Estoy tan feliz
de que hayas podido venir!
Estuvieron juntos un buen rato, hasta
que Mérida subió al escenario.
-
Ahora
me gustaría presentarles a una invitada muy especial… ¡Adele!
Adele subió a la tarima y saludó. Comenzó
a cantar villancicos como Jingle Bell
Rock, Last Christmas y Happy Christmas
Yo tarareaba por lo bajo mientras
pensaba en arruinar la navidad de las trece chicas más insoportables del
planeta.
Se siguieron divirtiendo, mientras yo
veía el reloj. A las doce atacaría.
Ariel llegó con Mérida.
-
¡Ésta
es la mejor navidad de la historia!
Eso está por terminar.
***
-
¡Ya
casi son las doce!- anunció Adele.
Ya casi es mi ataque.
-
¡Es
hora de que suban las princesas a cantar conmigo!
Rayos. Odio su voz.
Cantaron 12 Days Of Christmas.
Cuando terminaron en lugar de recibir
aplausos se apagaron las luces.
Y comenzaron los gritos.
Cuando las luces se prendieron yo estaba
en el centro, con un gorro de navidad puesto. Y mi máscara, por supuesto. Milo,
Katherine y los hermanos Gardner me miraban asombrados. Todos los invitados
estaban atados a sillas. Mi plan iba a la perfección.
HO, HO, HO
Mérida comenzó a gritar groserías.
-
¡Alto
ahí!- gritó Ralph.
Sonreí aunque no podían verme.
FELIZ NAVIDAD, PRINCESAS, AQUÍ ESTÁ MI REGALO
Las luces se apagaron de nuevo, y cuando
se prendieron Kuzco estaba en el centro, temblando como loco.
-
Kuzco-
susurró Mérida- ¿Estás bien?
El comenzó a gritar y a aventar la
comida por todos lados, rompía los adornos navideños.
-
¡No!-
gritó la princesa pelirroja- ¡Lo estás arruinando todo! ¡Para! ¡Para!
Ralph logró desatarse y tomó a Kuzco.
Lo amarró a una silla y luego desamarró
a los invitados, que se marchaban asustados de la casa.
-
¡Paren!-
gritaba Mérida- ¡No se vayan!
Pero ya se habían ido, la chica comenzó
a llorar. Sólo quedaban los “guardias”, Milo, Katherine, los Gardner, Kuzco,
Jim y Scrooge. Había arruinado la navidad. No puedo ser más feliz.
Entonces, escuchó una voz que la
reconfortó. Era Jim, que la abrazaba.
-
Hay
alguien que quiere decirles algo- susurró su novio al oído.
Mérida vio al escenario donde había
estado Adele, ahora Scrooge estaba parado ahí.
-
¡Basta
de llanto! La navidad no son fiestas, o canciones- todos lo escuchaban
atentamente- ¡La navidad se encuentra dentro de nosotros, y nadie, por nada del
mundo, puede arruinarla mientras nosotros no queramos! ¡Es hora de quitar esa
cara larga y a celebrar!
Mérida abrazó a Scrooge, contenta.
Prepararon una comida casera y comieron
todos juntos.
Kuzco fue llevado al hospital, los
investigadores y los guardias estaban sentados alrededor de la mesa disfrutando
de un banquete de navidad, junto a Scrooge y los héroes. Todos se encontraban
muy felices, nunca habían pasado una navidad mejor.
Katherine les dijo que debido a mi
aparición todas las personas serían sacadas de la casa. Al menos algo iba de
acuerdo al plan, necesitaba a las malditas fuera de la casa.
Milo les anunció a todos que había
descubierto huellas digitales mías en la ropa de Kuzco, iba a examinarlas luego.
Rayos, supongo que tendré que deshacerme de él.
Pero por ahora estoy demasiado enojada.
Supongo que ni siquiera yo puedo
arruinar la navidad.
En fin, Feliz Navidad.
Hola!!
ResponderEliminarDiego imaginaba algo grande y has cumplido las expectativas :)
Me encanto la fiesta y el nuevo personaje :)
Además el mensaje es muy bonito :) muy de acuerdo a la época :)
Abrazos
¡Hola Sandy!
EliminarMuchas gracias, me alegro que te guste, gracias por comentar.
¡Que bien! Los nuevos personajes me gustan mucho jaja, son muy divertidos de escribir.
Gracias de nuevo Sandy.
¡Saludos!
¿No crees que te estas haciendo un poco presumido? Lo digo con cariño, pero siento que crees que tu historia es digna de un oscar. No me malinterpreten, me encanta las historias pero..
ResponderEliminarHola anon. Mmm... lamento si crees eso, pero yo no lo creo en ningún momento. Soy consciente de que a mis historias les falta mucho que pulir, y ni siquiera es que tenga muchos seguidores, también sé que no son las mejores. No sé si fui presumido o algo, pero... ¿podrías decirme por qué crees eso? Tal vez se deba a un malentendido. No te malinterpreto jaja, es sólo que no entiendo porque lo dices.
Eliminar¡Saludos y gracias por la sugerencia!