Segunda Estrofa
Jack
y Elsa caminaban por las nevadas calles de Disneylandia.
Elsa
venía hablando sobre lo mucho que le gustaba la nieve.
El
chico no podía evitar escuchar embobado todo lo que Elsa decía.
Jack
vio al cielo.
¿Las
estrellas se estaban moviendo realmente o era su imaginación?
-
Son
hermosas, ¿cierto?- le susurró Elsa.
Eran
bellísimas.
Jack
asintió.
-
La
noche de navidad es una gran celebración
para las estrellas. Les encanta bailar.
El
chico la miró confundido… ¿Qué le había picado a esa chica?
-
Sí,
sí- susurró- Es lindo y todo pero… ¿cómo encontraremos la estrella?
Elsa
le sonrió y lo miró como a un niño pequeño. A Jack le dio un vuelco el corazón
y juró que nunca había visto una sonrisa tan hermosa.
-
Ya
la encontraremos- le dijo calmada.
Siguieron
caminando, las estrellas seguían bailando. El ambiente era increíble, los
edificios y calles desprendían una especie de brillo dorado.
Dorado.
A
Jack le encantaba ese color. Le parecía mágico.
Entonces
escucharon un sollozo.
Elsa
miró a su alrededor como si hubiera algo que Jack se perdía.
-
¿Pasa
algo?- Jack comenzaba a perder la paciencia.
-
Escuché
un sollozo.
-
Lo
sé- Jack rodó los ojos- Yo también.
Comenzó
a ir a dónde provenía el ruido.
Elsa
lo siguió, tarareaba una melodía. Tenía una voz hermosa.
Entonces
vieron de dónde provenía el sollozo.
Una
mujer arrollaba a un niño.
¿Por
qué todos parecían brillar ésta noche?
Miró
a Jack.
Tenía
ojos verdes.
El
pequeño también lo miró fijamente. Tenía los ojos de su madre y un alborotado
cabello café.
Se
acercaron lentamente.
-
¿Está
todo bien?- preguntó Jack con un hilo de voz.
Elsa
lo miró de una manera extraña.
-
Sí-
contestó la mujer- Mi nombre es Esmeralda. Él es Spot. Es sólo que hace mucho
frío ésta noche.
-
¿Dónde
pasarán navidad?- preguntó Jack frunciendo el ceño.
Esmeralda
lo miró, y Jack podía jurar que en sus ojos había todo el dolor del mundo.
-
No
tenemos hogar- susurró- Somos pobres. Me despidieron hace unos meses y no he
encontrado trabajo.
Jack
comenzó a pensar.
-
Tengo
un puesto disponible en mi empresa- dijo después de considerar un rato- No es
gran cosa. Solamente tienes que atender llamadas. Es un buen sueldo.
Esmeralda
le sonrió.
Jack
sacó unas llaves de su bolsillo.
-
Mi
casa está cerca. Tengo comida en mi refrigerador.
-
No
podría aceptarla- susurró Esmeralda.
Jack
le sonrió.
-
Te
pido que la aceptes. Por favor.
Spot
rió.
Esmeralda
tomó las llaves.
-
Gracias.
Estrechó
la mano de Jack.
***
Entonces
fue como si se transportara a otro mundo.
Hacía
frío.
Era
un recuerdo.
Tendría
unos cinco años.
Iba
de la mano de su padre. Una mano cálida. Su padre tenía una mirada amable. Pero
también tenía firmeza. Amable y firme, pero sin ser dura.
Sentía
una sensación de felicidad en su pecho.
Miró
a su padre. Y su padre lo miró a él.
Caminaban
por la calle. Podía escuchar la música navideña.
Solía
amar la navidad.
Los
árboles, las esferas… todo.
Entonces,
una mujer con poca ropa se les acercó. Estaba sucia y parecía no haber comido
en días.
-
¿Podrían…?
Ni
siquiera terminó su pregunta cuando su padre sacó su billetera y le dio una
cifra considerable de dinero.
Los
ojos de la mujer se iluminaron.
Jack
se había sentido muy feliz cuando su padre hizo eso.
***
Cuando
regresó al presente sus ojos estaban inundados de lágrimas. Se las limpió.
Sentía
una inmensa felicidad.
¿Qué
había sido eso?
Elsa
le estrechó la mano.
Esmeralda
y Spot le agradecieron varias veces.
Jack
ni siquiera los vio irse. Sólo dejaron de estar ahí y ya.
-
¿Seguimos?-
susurró Elsa.
Jack
asintió, muy seguro.
No
estaba seguro de que sucedía.
Pero
estaba seguro de algo:
Después
de esa noche sería feliz.
CONTINUARÁ…
Hola Diego!
ResponderEliminarSolo te puedo decir que me encantó el capítulo!
Me gustó más que el primero.
Soy Ángel y esta es mi nueva cuenta, y mi nuevo blog es http://slideapple.blogspot.com/
Hola!!
ResponderEliminarMe gusto muchísimo! Cada vez se pone mejor :3 tendré que esperar al tercero *-*
Besos :*
Hola!
ResponderEliminarCada vez que leo un cap siento que si podra haber jelsa!! Eso me emociona mucho
Saludos (~*-*)~