Capítulo 47
Un ser oscuro
NARRADOR
OMNISCIENTE
Jim
Hawkins miraba a los villanos ponerse paranoicos.
¿Thanos?
¿Liberado?
¿Zafiro?
¿Traicionar?
¿Por
qué les sorprendía tanto?
Al
fin y al cabo, ellos querían destrucción, ¿no?
Por
un momento, Jim consideró cambiarse de bando e ir a buscar a Thanos, pero sabía
más cosas que antes, y una de ellas era que el poder infinito perjudica más de
lo que ayuda, incluso a quién lo posee.
Y
la traición de Zafiro… ¿qué más daba? ¿Acaso no era esa la naturaleza humana?
Traicionar.
Apuñalar la espalda.
Ser
un maldito.
Sonrió.
Pensó
en todas las incongruencias que había ahí, y en como deseaba matarlos por ello.
Pero,
eran sus aliados ahora.
-
¿Creen
que irá tras la elegida? Yo creo que Mérida le servirá bastante- susurró Mim.
Mérida.
Su
nombre lo sintió como una bofetada.
Sus
ojos, su cabello, su risa…
A
pesar de que la oscuridad abundaba en su corazón, aún había un rayo de luz.
Y
ese rayo de luz se aferraba a Mérida con todo lo que podía.
Le
dieron ganas de abandonar ese lugar y salir tras ella.
Pero,
en lugar de eso se quedó.
Porque,
al fin y al cabo, era un ser oscuro.
***
NARRA SCARLET WITCH/ WANDA
NARRA SCARLET WITCH/ WANDA
Miro
la mansión que tenemos en frente.
Es
inmensa. Cabremos a la perfección.
-
¿Qué
es esto? - susurro- ¿A quién pertenece?
Detrás
de mí, todos están cansados. Llevamos dos días viajando a pie.
Según
Drácula, los portales no llegan aquí, está muy protegido.
-
A
Walt. Esta solía ser su casa.
-
Esta…
¿y por qué la dejo? - me parece hermosa. Nunca dejaría una casa así.
-
Como
cualquier persona- contesta Merlín- Walt tuvo sus tentaciones. Hubo una época
en la que solo pensaba en él, y se hizo esta casa para él sólo. Hizo muchas
cosas malas, hasta que conoció a su esposa, Lilian. Entonces, olvidó todo lo
que había hecho durante ese periodo, incluido esto.
-
¿Y
por qué nos mandó aquí, entonces? - pregunta Minnie.
-
Siempre
fue la guarida de emergencia. Tal vez no le gustara- contesta Drácula- Pero sin
duda sabía que esto nos serviría si lo necesitábamos.
Abro
las puertas, y me encuentro con que está impecable.
Magia,
supongo.
-
¿Lo
recuerdas, Mickey? - pregunta Oswald.
Él
asiente.
-
Sí.
Cuando Papá me quitó la oscuridad, los recuerdos volvieron.
Se
abrazan, emocionados.
Repartimos
las habitaciones, e incluso sobran.
La
comida no es problema, Merlín puede proveer bastante.
Lo
único que temo es que nos encuentren de nuevo.
NARRA ANNA
Andrew
está dormido en mis brazos. Kristoff me mira, y pregunta cómo me parece la
casa.
Contesto
sin ponerle mucha atención.
Elsa
está desaparecida.
Necesito
encontrarla urgentemente.
-
Ya
la encontraremos, no te preocupes- me dice él al ver mi rostro-
Asiento,
pero la preocupación no se va.
Hans
está con un niño pelirrojo en las piernas. Una chica los mira, muy feliz.
Me
acerco sigilosamente.
-
Buenos
días, soy la princesa Anna, de Arendelle.
-
Reina
Isabelle, de las Islas del Sur.
Miro
a Hans sorprendida. ¿Reina de las Islas del Sur?
-
¿Ustedes
son hermanos? - susurro lentamente.
Por
la forma en que se miran y tocan, sé la respuesta desde antes de que me la
digan
-
No-
contesta él, y me mira sonriendo- Somos… bueno, podría decirse que vamos a
casarnos. Y no, a ella no la conocí hoy.
No
puedo evitar soltar una risotada.
-
¿Entonces
por qué es la reina?
-
Porque
ahora soy el rey, Anna.
Me
cubro la boca, emocionada.
Hans
no es mi persona favorita del mundo, pero sé cuánto sufrió. Y me alegra verlo
feliz.
-
¿Cómo
ocurrió eso?
-
Cuando
fue la locura de los portales… vencí a mis hermanos. Los saqué del reino. Ahora
mismo ocupa el trono Robert, pero pronto, cuando acabe esto, lo haré yo.
Sonrío.
-
¿Y
él quién es?
Ambos
se miran, sonriendo.
-
Mi
hijo- contesta Hans- Bueno, nuestro.
¿Su
hijo?
Es
como si me hubieran dicho que tengo una gemela llamada Perla.
-
¿Y
eso cómo ocurrió?
Me
cuentan la historia. Como ella se embarazó, pero que pensaba que era del
hermano mayor de Hans- es una larga historia, dicen- aunque cuando vio su
cabello y sus ojos supo que era de Hans.
-
Y
tu hermano…
-
Él
lo averiguó hace poco- contesta Isabelle- Una bruja se lo dijo. Casi me cortan
la cabeza.
Seguimos
hablando un rato.
Kristoff
se une después. Al ver a Andrew, Isabelle se pone a jugar con él.
Y
me doy cuenta de lo mal que juzgué a Hans.
***
NARRA MÉRIDA
-
¿A
dónde creen que se hayan ido? - pregunta Elsa- ¿Realmente creen que los
villanos los hayan atrapado?
-
Es
lo único que se me ocurre- susurro, por enésima vez- O tal vez simplemente
fueron en busca del desayuno.
Elsa
parece ofendida por mi sarcasmo. Como si me importara.
-
¿Estás
bien? - pregunta Rapunzel- Te noto muy tensa.
-
¿Parece
que estoy bien? ¡Jim podría no ser el mismo de nuevo! ¡Todos han desaparecido!
¡Y AHORA ESTAMOS CAMINANDO A MEDIO BOSQUE COMO IDIOTAS!
Todos
me miran, preocupados.
Y
no lo puedo aguantar más. Caigo de rodillas y lloro desesperada.
-
¿Por
qué llora, mamá? – pregunta Hairy, pero nadie le hace caso.
Hippo
se arrodilla junto a mí y pone su mano en mi hombro.
-
Mer,
vamos a encontrarlos- susurra- A todos.
Y te juro por mi vida que encontraremos la forma de que toda la oscuridad de
Jim.
Me
seco las lágrimas lentamente mientras él me ayuda a levantarme. Me quedo un
buen rato apoyada en su pecho.
Al
final, decidimos parar ahí.
Hippo
sube a Chimuelo, prometiendo volver pronto, dice que irá a ver los alrededores.
Elsa
lo acompaña. Se agarra de la cintura y se van.
Un
rato después, escucho pasos.
Y
ahí, en frente de mí, está Jim.
***
NARRA ELSA
Miro
la espalda de Hippo. Parece tenso.
-
Fue
muy lindo lo que hiciste, Hippo- susurro.
Él
asiente.
-
¿Estás
bien?
Niega.
-
Es
sólo que…- suspira- Cada vez que las cosas parecen mejorar, siempre que parece
que al fin hay esperanza de que esto termina… todo empeora.
-
Lo
sé, me he dado cuenta- respondo con cuidado- Pero ya verás como todo sale bien.
Acaricio
su mano.
Pasamos
un rato en silencio, durante el cual veo a Hippo relajarse un poco más.
-
Le
agradas a Chimuelo, ¿lo sabes?
Sonrío.
Lo acaricio mientras él hace un ruido de afecto.
-
Y
a mí me agrada. Es un dragón precioso.
Apoyo
mi cabeza en su hombro, deseando que todo se solucione.
Y
ahí está esa parte de mí. La pesimista.
No
puedo evitar pensar en Anna, o en lo que debe estar pasando con ella en estos
momentos. O su bebé…
-
Será
mejor que volvamos. No parece haber vida a los alrededores.
Asiento.
Y
cierro los ojos lentamente, intentando bloquear mis pensamientos.
***
NARRA MÉRIDA
-
Jim-
gritó- ¡Oh Dios, Jim! ¡Eres tú!
Todos
voltean, entre preocupados y emocionados.
Pero
no me importa.
Yo
corro a abrazarlo.
Y
por un momento, me siento en paz.
NARRADOR OMNISCIENTE
Y
entonces toda la oscuridad dentro de Jim Hawkins desaparece por un instante,
estrecha a la pelirroja en sus brazos, absorbiendo su aroma y pensando en lo
mucho que la ha extrañado.
Pero,
un ser oscuro tiene una naturaleza oscura, y eso no puede ser cambiado.
No
transcurre ni medio minuto antes de que sus ojos se vuelvan negros de nuevo, y
entonces él la empuja, y recuerda que ha venido a matarla.
Imagina
una espada.
Y
esta espada, en lugar de aparecer brillante y lustrosa, como habría aparecido
antes de su oscuridad, es negra y da una sensación de vértigo.
Los
ojos de la pelirroja se llenan de lágrimas al ver al muchacho que ama empuñar
una espada para matarla.
Se
cubre la boca.
-
Jim…
por favor… no voy a pelear contigo.
-
Mejor
así- su voz suena áspera, y le pone los pelos de punta a todos los que les
miran, que se encuentran pasmados e impresionados, sin poder hacer nada-
Tardaré menos en acabar contigo.
Levanta
la espada y está a punto de matarla, cuando una llama le golpea la cabeza.
Esta
se incendia, pero eso solo le provoca risas. La llama se extiende a todo el
cuerpo, y pronto el joven ya puede manipular el fuego.
Hippo
y Elsa lo miran, suspendidos en el aire, montados en el dragón.
-
¡Jim!
- grita Mérida- ¡Paren!
El
chico salta del dragón, la mujer hace una rampa de hielo e Hippo se desliza por
esta, hasta llegar al frente de Jim.
-
Ella
podrá amarte, pero yo no tengo miedo de matarte, bribón.
Jim
sonríe maliciosamente, y arremete un puñetazo contra el muchacho, que por la
impresión del golpe da unos pasos atrás antes de sacar su espada y desafiarlo.
El
joven suelta una carcajada ante la valentía de Hippo, y con una patada le rompe
las costillas y sale volando varios metros.
Elsa
se cubre la boca, sorprendida. Algo es claro: Jim tiene más fuerza que antes.
Arriesgando
su vida, también baja por la rampa de hielo, hasta quedar cara a cara con Jim.
-
Podría
hacer esto todo el día- susurra el muchacho.
La
chica alza las manos y hace un domo de hielo alrededor de ambos, para proteger
a quienes les rodean.
El
fuego en Jim se apaga, pues a pesar de que normalmente vencería al hielo, ahora
hay demasiado.
Elsa
crea picos de hielo a su alrededor, y al chico le cuesta moverse, pero en un
abrir y cerrar de ojos ya los ha destrozado.
Y
así comienza la batalla.
Él,
lanzando todo lo que se le ocurre imaginar, y ella lanzando hielo por doquier,
intentando reprimir gritos de horror, e ignorando el sabor de la sangre, que ha
causado una patada de Jim.
Entonces,
el domo explota y pedazos de hielo vuelan por doquier.
Frente
a ellos, está Mérida, furiosa, pero ambos saben que detrás de esa furia hay
debilidad y un inmenso amor por Jim.
Se
interpone entre ambos.
Elsa
tiembla por el esfuerzo, y está a punto de desmayarse.
Y,
aunque nunca lo aceptará, el joven Hawkins también se nota perjudicado. No
tanto como la reina, pero sabe que no está en su mejor momento, Elsa es una
oponente digna.
-
Agradezco
tu esfuerzo, Elsa- susurra, viendo a la platinada con gratitud- Pero esta es mi
batalla.
-
Él
va a matarte…
-
Lo
sé.
Lo
mira fijamente.
-
Vamos,
Jim, hazlo. Mátame- pronuncia las palabras con infinito desdén.
Elsa,
aunque no comprende el plan de Mérida, grita intentando impedirlo, pero apenas
le quedan fuerzas.
El
chico alza la espada y está a punto de atravesar el corazón de la chica.
Rapunzel,
Jack y Eugene se acercan corriendo, sabiendo que, aunque lo quieran no llegaran
a tiempo.
Hairy
mira todo entre llantos, aterrada.
Y,
entonces, Jim comete un error.
Mira
a Mérida a los ojos, y algo se rompe en él.
Por
un instante, sus ojos vuelven a ser los mismos.
Con
un grito de dolor, y sabiendo que no puede matar a Mérida, entra a un portal.
El
plan de ella ha funcionado. Él aún la ama, y por eso no puede matarla.
Comienza
a seguir al chico, corriendo para entrar al portal, cuando, Rapunzel, con todas
sus fuerzas, lo impide jalándola del pie izquierdo, y provocando una caída a la
pelirroja, que mira desconsolada como se cierra el portal, y con él pierde a
Jim.
***
Facilier mira al chico.
Facilier mira al chico.
-
Te
di una misión. Matar a la pelirroja. ¿Por qué no pudiste hacerlo?
-
Porque
aún hay una parte de mí que la ama, jefe.
Facilier
lo mira furioso.
-
Pero
ya no más- replica el chico.
-
¿Qué?
Sabe
que, si quiere lograr su objetivo, tiene que eliminar todo sentimiento por
Mérida.
Al
principio se lo negó a el mismo, creyendo que podía luchar con eso, pues no
quería renunciar a Mérida, pero ahora sabe lo que debe hacer.
-
Quiero
que me hagas odiarla, Facilier. Quiero eliminar todo sentimiento de afecto
hacia cualquier persona que haya conocido.
-
Pero
eso… Te haría un monstruo. Alguien inhumano.
Ni
siquiera alguien como el hombre sombra renunciaría a su humanidad, por mucho
poder que eso significara. Él no era como Thanos.
-
Exacto-
contesta el chico con una sonrisa de oreja a oreja.
-
De
acuerdo.
Facilier
chasquea los dedos, y las sombras se acercan para acabar con el último rastro
de amor que queda en el corazón de Jim.
Convirtiéndolo,
de una vez por todas, en un ser oscuro.
CONTINUARÁ…
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