lunes, 18 de noviembre de 2013

Capítulo 17: Inevitable

                       Capítulo 17
                        Inevitable

 Merida estaba sentada en su cama.
La chica estaba escribiendo la canción. Entonces alguien tocó la puerta. Era Jim, el pasó. Merida lo empujaba por una razón, entonces Hippo pasó sin tocar.
Ambos comenzaban a pelearse por la chica y de repente, Jim perdía la cordura y asesinaba a Hippo. Merida soltó un grito pero no le salió nada, no tenía voz.
Jim acarició la mejilla de Merida y la empujó. En ese momento la chica cayó por el balcón. Salió del agua, Jim se lanzó y la besó contra su voluntad.
Merida se despertó llena de sudor y casi llorando.
-         Todo fue un sueño- se dijo a ella misma.
Volvió a dormirse.

Jim estaba despierto en la noche, había tenido un ataque de oscuridad, estaba respirando lentamente.
Compartía habitación con Wilbur y con Lewis- el cuál estaba en El país de las maravillas- Wilbur estaba más que dormido.
Jim estaba a punto de llorar, estaba destrozado. No dejaba de pensar en Merida, en como veía a Hippo.
Soltó un suspiro ¿Por qué tenía que dolerle tanto? ¿Qué había echo mal?
Tenía que recuperar a Mérida, una chica así no se conseguía en cualquier lado, e iba a pelear por ella, costara lo que costara.
Quería tener la cara en alto, pero no podía, quería tener su orgullo en alto, pero los momentos eran tan amargos que no podía.
Sentía que le habían enterrado una daga, todo era color rosa pastel y una tormenta llegó de la nada. Lo arruinó todo.
¿Era tan difícil aprender a volar? Había volado más alto de lo que podía, pero debía de haberse dado cuenta de que no dudaría mucho, que en cualquier momento caería en picada. Y así sucedió, voló tan alto que pensó que no se caería, pero si cayó. Y la caída le dolió más de lo que creía.
Jamás se había imaginado lo que dolería un corazón roto. Era como mil pedazos de cristal le hubieran entrado en el ojo.
¿Qué demonios hago yo ahora? Pensó el chico al tiempo que dejaba escapar una lágrima.
Decidió que no perdería el juego, No porque la portería tuviera portero significaba que no podía anotar un gol.

Al otro día amaneció muy bien, sería día de piscina. Lo malo es que casi nadie tenía ni sabía que era el traje de baño.
Todos bajaron a comprar un traje de baño.
Al cabo de una hora todos estaban ya en la piscina. Excepto Rapunzel, Periwinkle y Merida, habían tardado un buen rato en ponerse ese “extraño trapo”.
Las tres iban bajando, ya iban a entrar a la piscina, Merida venía con la mirada baja mientras se hacía una trenza, subió la mirada y se quedó viendo a Hipo (el cuál no traía playera).
-         Tiene buen cuerpo tu novio- dijo Rapunzel
-         ¿Buen cuerpo? ¡Cuerpazo! Algún día me lo tienes que prestar- dijo Periwinkle.
-         Nop, es todo mío, mío, mío- se burló Merida.

Las tres entraron a la alberca, Hippo ya estaba dentro, Jack también pero con playera acuática.
-         No vayas a congelar la alberca- Dijo Rapunzel
-         ¿Y si lo hago qué?- se burló el chico.
-         Nos morimos de frío.
Merida apoyó sus manos en los hombros de Hippo. El chico le sonrió y la tomó de la cintura con los dos brazos mientras veía a Jim con la mirada seria.
-         ¿Por qué ves a Jim con esa mirada de temerario?
-         Nada, nada.
-         Exijo saber, vamos, no creo que sea muy grave.
-         No me gustó lo que hizo, antes de la invasión, como se metió a la habitación y te agarró de la cintura.
-         ¿Y?
-         Llegamos a un acuerdo.
-         ¿Cuál?
-         El no volverá a tratar de conquistarte.
-         Sobre eso...         
-         ¿Sobre eso?
-         Me fue a ver anteayer.
-         ¿Qué hizo?
-         Me consoló por lo de papá. Pero no salió de las rayas.
-         Más le vale.
-         Por favor... Por favor no lo lastimes.
-         Pero es que debe saber sus límites.
-         Pero no lo lastimes, sabes que yo... yo también siento algo por él.
-         Pero...
-         Por favor.
-         P...
-         Por favor.
-         Ya que.
Hippo le deshizo la trenza y la besó.
La chica le tomó el cuello.
Jim se los quedó viendo, no pensaba perder esta ocasión.
CAMBIO DE TRAMA
En la casa de los Cullen, todo se había puesto de locos. Jacob era un oso de al menos cuatro metros.
Renesmee ya lo había dicho todo y estaba seriamente castigada mientras Edward, Bella y Rosalie trataban de ver que hacían con semejante animal.
-         ¿Podemos matarlo y ponerlo como tapete?- dijo Rosalie
-         Estoy de acuerdo contigo- Dijo Edward.
-         Muy chistosos- dijo Bella- no es momento para bromas.
-         Podríamos ir... Con... La bruja
CAMBIO DE TRAMA
Zeus estaba a punto de entrenar.
Todos los hombres- excepto por Diego chico y Mike- pelearían, Mulán sería la única chica que pelearía.
León se despidió de Violetta y todos comenzaron su entrenamiento. Iba a ser bastante agotador.
-         Bien, espero que no haya nenitas por aquí- comenzó Shang- El entrenamiento va a ser bastante duro, no les voy a mentir.
-         Tranquilos, Shang parece duro- comenzó Phill- pero tampoco es que estemos en un entrenamiento militar.
-         Eso parece- dijo Diego grande
-         ¿Qué dijiste?- dijo Shang
-         ¿Acaso estás sordo para qué lo repita?- contestó Diego
-         Bien, vas a hacer cien lagartijas.
-         ¿Cómo por qué?
-         Porque yo lo digo.
-         ¿Y eres mi madre acaso?
Shang le dio una patada en la mejilla a Diego.
-         Tu vida depende de nosotros- contestó Shang.
Diego gruñó y se puso a hacer las lagartijas.
El entrenamiento continuó, hicieron cosas muy pesadas, todos estaban casi muertos.
Después de unas largas ocho horas al fin regresaron al campamento.
Habían pescado y asado salmón, todo olía delicioso. Todos se sentaron en la mesa.
También habían hecho agua de mango.
Violetta se sentó junto a León.
-         ¿Cómo te fue, amor?
-         Bien, muy cansado pero es divertido.
-         No es lo tuyo, ¿Verdad?
-         No mucho.
Mike estaba con Boo.
-         ¿Te gustla el aglua de mango que plepalé?
-         Muy rica, ¿Tú la hiciste sola?
-         No, Camila, Violetta y Francesca me ayudalon.
-         Pues les salió deliciosa.
-          Gracias.
Todos estaban halagando la comida, tenían muy buenos cocineros. Llegó la hora de la fogata, Asaron salchichas- que Zeus trajo gracias a sus poderes- Todos cantaron y se rieron. 
Todos se la pasaban muy bien.
Era bueno relajarse, ¿no creen? Porque pronto no habría más tiempo para estar felices...
CAMBIO DE TRAMA
Dumbo estaba muy contento, todo era muy bueno para el pequeño elefante volador.
Su madre ahora estaba suelta y pasaban todo el día juntos, incluso había comprado el circo.
El pequeño estaba subido a bordo de su tren, estaban a punto de llegar a París.
Cuando de repente un horrible chillido se escuchó, y todas las luces se apagaron de la nada.
Timoteo se asustó mucho, después se volvieron a prender, y entonces el tren frenó.
Estaban al borde de lo que parecía una vía destruida, pero no era una vía cualquiera. Esta estaba sobre el barranco, por lo cuál el tren ya no podía avanzar, pero entonces el conductor quitó el freno.
-         ¿Qué demonios hace?- gritó Timoteo.
El tren comenzó a caer de picada.
Dumbo estaba lo que le sigue de espantado.
-         ¡Vuela! ¡Vuela!- gritaba Timoteo.
El pequeño siguió las instrucciones del ratón, el cuál se posó en la espalda de Dumbo.
Su madre estaba en su jaula.
Dumbo chilló.
-         Vete, vete sin mí- dijo la madre
Dumbo chilló, de nuevo mientras veía al tren irse en picada con su madre en él.
CAMBIO DE TRAMA
Haku estaba caminando por la acera, iba a entregar una película que había rentado. Era la película de “Aladdín”.
Ya la tenía, pero se le había perdido y entonces ahora tenía que rentarla, ya que no tenía dinero para comprársela.
La caja comenzó a brillar, Haku se espantó pero a la  vez le dio curiosidad.
Abrió la película. Apareció una especie de esfera.  Haku la tocó, una especie de polvo dorado le entró a los ojos y el chico se cayó por un hoyo que había en la calle.
Despertó, estaba en un lugar que el conocía muy bien. Era el castillo de Aurora.
Comenzó a recorrerlo, más contento no podría estar.
CAMBIO DE TRAMA
Ariel y Blancanieves estaban caminando en busca de ayuda. Estaban en una especie de playa.
Entonces vieron a una mujer acercarse, venía caminando por la playa.
Tenía un vestido algo roto. De color dorado. Cabello anaranjado. Traía unas mechas doradas en el cabello, ojos azules y traía una tiara de plata.
La chica al verlas se inclinó.
Ariel gritó:
-         ¡AYUDA! ¿Eres de por aquí?
La chica negó con la cabeza.
Blancanieves estaba a punto de llorar.
La mujer misteriosa corrió hacia ellos.
-         Me llamo Keina.
-         Soy A... Ariel.
-         Blancanieves.
-         ¿Qué hacen aquí?
-         El espejo nos trajo aquí- dijo Blancanieves, Keina levantó una ceja.
-         Larga historia- dijo Ariel- ¿Y tú?
-         Bueno... mi reino fue destruido, soy la única superviviente.
-         Oh, lo siento.
-         También yo.

Las tres caminaron por la arena, estaban llenas de arena, despeinadas, con vestidos rotos y llenas de rasguños. Quién las viera pensaría que son Zombies.
Caminaron por mucho rato, hasta que empezaron a ver casas. Ahí debía vivir alguien.
Había un castillo enorme, las tres chicas se presentaron como princesas y las dejaron pasar.
El rey los recibió.
-         Buenos días- dijo Keina- Mi nombre es Keina.
-         Buenos días. Mi nombre es Edward (Encantada).
Todas se presentaron, inmediatamente les dieron asilo, ahí se quedarían hasta encontrar una forma de regresar.
Cada una tendría su habitación. Nancy, la reina, se presentó.
La cena fue deliciosa, cada una se había duchado, se había cambiado y se había arreglado.
En unas horas, ya todos estaban dormidos.
Pero había una villana rondando por ahí...
CAMBIO DE TRAMA
Merida estaba con Hippo en la piscina, se estaban tomando fotos con la cámara de Jack.
Jim los veía desde lejos, planeando su movimiento.
Hippo traía a Jim muy bien vigilado.
Audrey llegó y se metió a la piscina, la morena traía una coleta.
-         Hola.
-         Hola.
-         ¿Qué haces tan sólo?
-         Sí.
-         ¿Eh?
-         No.
-         Jim, ¿Me estás oyendo?
-         Aja.
-         ¡Jim!
-         ¿Qué sucede?
-         No me estás oyendo.
-         Lo lamento, estoy algo distraído.
-         ¿Viendo a Merida?
-         Sí.
-         Jim... Yo me he quedado a tu lado, a pesar de que me has tratado como un trapo sucio, de que me has gritado y de que me has dicho que me odias, pero en cambio ella por UN SOLO error tuyo salió corriendo a llorar con su doma- dragones. ¿Quién te merece más?
Jim bajó la mirada, Audrey lo abrazó. Jim le tomó la barbilla.
-         Lo lamento
Audrey sonrió, Jim comenzó a acercarla a él.
Merida volteó a verlos, incluso se apartó de Hippo.
Jim le sonrió también y cuando nadie lo esperaba, la besó.
Merida sintió como si le hubieran dado una patada en el estómago.
Incluso tropezó- si, si se puede tropezar en el agua- Hippo notó lo que le estaba pasando. La abrazó fuerte, Merida hizo lo mismo.
Jim notó que Merida estaba triste, la primer parte del plan estaba completa.
Pero ¿Cuál era el plan de Jim?
CAMBIO DE TRAMA
Thor estaba sentado esperando a que llegara Fury, entonces la alarma empezó a sonar en todo el edificio.
La agente Hills sacó su pistola.
-         Hey, vengador, creo que es hora de que te pongas a pelear.
-         Olvidas que no tengo poderes.
Tony, Steve, Banners y Jane estaban en la sala de reuniones, al escuchar la alarma Tony fue por su armadura, Steve por su traje y Banners se comenzó a enojar.
-         Es mejor que no estés aquí cuando suceda- le dijo Rogers a Foster.
La chica salió. Pepper le había diseñado un traje parecido al de Thor solo que con capa rosa y más delgado.
La chica se lo puso y tomó su martillo.
-         ¿Están seguros de esto?
-         La que debe de estar segura eres tu- contestó Stark.
-         En ese caso, no es buena idea- dijo Jane casi gritando.
Entonces el techo se cayó, Loki apareció parado ahí junto con Cráneo Rojo.
-         Hola- dijo Loki
Jane abrió los ojos grandes, Loki le daba mucho miedo.
Comenzó a morderse el labio ¿Sería capaz de vencerlo?
CAMBIO DE TRAMA
En el país de las maravillas...
El sombrero platicaba con Walt.
-         Pero... ¿Te llevarás a los niños? ¡Vas a destruir mi escuela! ¡Maldito destructor!
-         No, quiero llevar a tu escuela al hotel Transylvania, viejo amigo.
-         ¿Con Drácula? Oh por Dios, esto es fabuloso. ¡El instituto taza de té se muda de localización niños!
Walt se llevó con él a los niños, al sombrero y a la liebre.
CAMBIO DE TRAMA
Era de noche en el hotel Transylvania. Justin, Alex y Max jugaban a las cartas.
Estaban en el lobby, no había nadie más.
Comenzaron a escuchar ruidos muy extraños. Susurros y chillidos.
-         ¿Qué es eso?- dijo Max asustado.
-         Es sólo el viento, miedoso- se burló Alex.
-         Van a pedir piedad- se oyó una voz aterradora.
-         ¿Esos también son sólo ruidos?- dijo Justin.
-         Es obvio que alguien nos está haciendo bromas- dijo Alex. 
-         Eso espero- contestó Max enojado.
Entonces un personaje que todos conocían muy bien apareció. Gorog. El ángel obscuro líder.
Justin se espantó y sacó su varita, pero antes de poder hacer nada, Gorog movió las manos y desapareció junto con los tres hermanos.

Alex abrió los ojos, estaba de pie en el suelo, de pronto se dio cuenta de que no era suelo, estaba parada en un cristal. Sus brazos estaban amarrados con alambres de hierro. También sus piernas.
Alex se dio cuenta que estaba en una caja de juguetes echa de cristal.
La caja tenía en la parte de debajo de la cara delantera una placa que decía: La hechicera más poderosa.
Comenzó a girar la cabeza.
Justin estaba en una que decía: Hechicero promedio.
Max estaba en una que decía: Mortal.
En otra estaba ¿Mason? El novio hombre lobo de Alex. Su caja decía: Hombre Lobo.
En otra estaba Julieta, la novia de Justin. Su caja decía Vampiro.
Después había otras dos cajas de cristal vacías, una decía bruja y la otra, creador.
Facilier apareció ahí con una sonrisa en el rostro y dijo.
-         Casi tenemos a todos, pronto podremos hacer el ritual.
Alex trató de atacarlo, pero ya no tenía su varita, trató de hacer un hechizo con las manos. Inútil, no tenía magia. ¿Se le habrían quitado? ¿O tan sólo la habían debilitado?
CAMBIO DE TRAMA
Bella, Eugene y Fabi vieron una luz a lo lejos, al cabo de media hora llegaron a ella.
-         ¿Hotel Transylvania?- dijo Bella mientras leía el nombre del hotel.
-         ¡YO CONOZCO ESTE HOTEL! ¡ES UN HOTEL PARA MONSTRUOS!- gritó Fabi
-         ¿Tienes que gritar para todo?- dijo Eugene enojado.
Fabi bajó la cabeza.
Los tres- cuatro con Maximus- entraron al hotel. Era de noche ¿Y quién creen que estaba en la puerta? ¡NO! ¡EL CHAVO DEL OCHO NO! Jim Hawkins.
Fabi abrió los ojos como platos.
-         ¡JIM HAWKINS! OH POR DIOS, ¿ERES TÚ?
Jim volteó a verla algo confundido.
Fabi corrió hacia él con los brazos abiertos y le dio un abrazo de oso.
Jim frunció el ceño confundido.

Rapunzel estaba en uno de los jardines, estaba muy triste, extrañaba a Eugene, ya tenía a Hairy pero aún le faltaba su príncipe.
Entonces comenzó a oír un murmullo de una voz conocida.
-         Madre sabe más, y no quisiste escucharme
-         ¿Go... Gothel?
-         Así es.
-         ¿Qué haces aquí?- dijo Rapunzel poniéndose de pie. 
-         Querías que fuera la villana, voy a ser la villana
El rostro de Gothel fue iluminado por la luna, Rapunzel casi vomita de asco. En la batalla en el castillo de Escocia Gothel lucía joven, pero ahora... ahora tenía la apariencia que tenía que tener, la de una momia desenvolvida.
Rapunzel soltó un grito y comenzó a correr.
Gothel comenzó a cantar la canción de la flor.
Eugene estaba en el lobby ahogando sus penas en alcohol, entonces salió al jardín.
-         Oh, Rapunzel. ¿Dónde estás?
Se quedó en silencio, escuchó la canción. Siguió el sonido.
Sintió una alegría inmensa, pero también temor.
Rapunzel estaba tirada en el suelo inconsciente, Gothel estaba en frente. Pero Rapunzel tenía ¿El cabello largo? (Si recordamos Eugene no sabía que a Rapunzel le había crecido el cabello) Eugene sacó su daga y lentamente se acercó a la bruja.
La apuñaló por detrás.
Gothel volteó a verlo con una sonrisa, tenía los dientes podridos.
Eugene casi se queda sin aliento, comenzó a sentir un miedo tremendo. Gothel lo vio a los ojos. La bruja tenía una chispa verde en aquellos ojos.
Eugene se sintió mareado, empujó a la bruja.
Gothel cayó en el suelo, se quitó la capa. Estaba totalmente calva. No tenía ni un cabello.
El corazón de Eugene comenzó a palpitar muy rápido.
-         ¿Qué le hiciste? ¿Por qué demonios tiene así el cabello?
-         Le creció gracias a un amigo, si no te importa vengo a vengarme. La mataré. Aunque tenga que matarte a ti también.
-         ¿Podrías al menos quitarte ese aspecto?
-         Oh, Mi aspecto real, pues... hace mucho que no lo uso. Claro que en cuanto acabe con esto volveré a ser joven y bella.
Eugene gritó.
-         ¡Ayuda!
Bella oyó y salió corriendo a ver que sucedía.
Gothel le sonrió. Bella abrió los ojos grandes como platos, tomó una lanza pequeña que se había guardado en el bolsillo. Gothel le lanzó fuego a la mujer, Bella lo esquivó soltando un grito.
Walt y Tlaw llegaron corriendo, al verlos, Gothel se desvaneció.
-         ¿Estás bien?
-         Rapunzel... ella está... aquí.
Bella fue corriendo hacia donde estaba Eugene.
Eugene cargó a Rapunzel.
Entonces un rayo apareció. Pero no era un rayo normal. Este salía de la tierra hacia el cielo. Al parecer una persona lo estaba provocando.
-         Tenemos que llevarla a la enfermería- dijo Bella.
Eugene y Bella llegaron corriendo a la enfermería.
Después de diez minutos, Merida, Hippo y Jack bajaron corriendo y fueron a ver a su amiga.
-         ¿Qué le sucede?- dijo Jack sin saludar.
-         Una bruja la atacó- dijo Eugene
-         ¿Dónde?
-         En los jardines- contestó la enfermera
-         ¿Qué demonios hacía sola?- dijo Merida.
-         Seguro viendo las estrellas y llorando- dijo Jack.
-         Mm... Creo que no nos conocemos- dijo la pelirroja a Eugene y Bella- Soy Merida.
-         Hippo- se presentó el doma- dragones
-         Jack Frost- dijo el chico de hielo
-         Bella- dijo la reina.
-         Eugene Fitzherbert
-         Espera... Tú, ¿eres el esposo de Rapunzel?- dijo Hippo sin poder creerlo.
-         Aja.
Jack sintió como si lo hubieran pateado en el estómago.
Merida le dio un abrazo a Frost para consolarlo.
Entonces Rapunzel despertó, sus hermosos ojos se abrieron de par en par.
Se levantó de la cama en la que estaba.
Al ver a Eugene sonrió, se le echó encima con un abrazo.
-         ¡Eugene! ¡Estás aquí! Dime que no estoy soñando.
-         No, no es un sueño, preciosa- le susurró el hombre en la oreja.
La chica lloró de alegría, dejo de abrazar a su esposo y lo besó apasionadamente.
-         Creo que debemos retirarnos- susurró Merida.
-         De acuerdo- dijo Bella.
Frost, Hippo, Merida y Bella se fueron.
-         ¿Y Hairy? ¿Ella está bien?
-         La secuestraron... pero ya la trajeron aquí hoy por la mañana. No sabes lo feliz que estará de verte.
-         ¡Y llegué justo para su cumpleaños! ¡Es pasado mañana!
Rapunzel sonrió.
-         Te extrañé mucho- le susurró el hombre a la chica al oído.
-         Yo también.
Los dos salieron de la enfermería tomados de la mano.  Fueron a ver a Hairy, la niña abrazó muy fuerte a su padre.
La familia estaba feliz de nuevo.
Rapunzel sacó sus cosas de la habitación de Merida y Astrid; y se fue a otra con Eugene.
-         Y ¿Por qué no volvemos a casa? ¿Acaso no quieres?- dijo Eugene
-         No es que no quiera, es que no podemos. Las cosas están muy peligrosas, Todos los villanos se han juntado y ahora es muy complicado salir.
-         Mm...- dijo Eugene decepcionado.
-         Pero créeme que es divertido. Hice muchos amigos. Tal vez tu hagas alguno
-         Papi, ya tengo novio.
-         ¡¿QUÉ?!- gritó “papi”
-         Se llama Hamish
-         Exijo conocerlo ¡Ya mismo!
-         Ahora está dormido, pero mañana sin falta te lo presento.
-         ¡Me voy siete meses y te consigues novio! ¿Qué te casas el sábado?
-         No, se casa hasta el domingo- bromeó “la cabelluda”
Hairy se quedó dormida alrededor de diez minutos después.
Rapunzel y Flynn estaban acostados.
-         Hay algo que tengo que decirte- dijo Rapunzel
-         ¿Qué es?
-         Bueno... ¿Recuerdas a Jack?
-         Sí.
-         Creo que... le... gusto un poco.
-         Sí, lo noté. Es un idiota.
-         No seas grosero.
-         Pero tienes esposo e hija, es muy torpe que trate de conquistarte.
-         Lo sé, DEMASIADO torpe. Creí que reaccionarías peor.
-         No, porque eres mía.
-         ¿Y tú?
-         Yo soy tuyo.
Rapunzel abrazó a su esposo.
-         ¿Y no estás celoso?
-         Nop.
-         ¿Por qué?- Rapunzel estaba enojada de que no se pusiera celoso.
-         Porque no detecto otra huella en tu corazón.
-         Aww.
Los dos se abrazaron y se quedaron dormidos.

En la habitación de Jack e Hippo...
Jack estaba destrozado, ahora había llegado el esposo de Rapunzel. Eso no podía ser peor.
-         Vamos, hay millones de chicas en el mundo
-         Pero yo sólo amo a una
-         Y ella tiene esposo... e hija.
-         Pero...
-         Sin peros. ¡Olvídala!
-         No puedo.
Hippo se sintió mal por su amigo y le dio una palmada en la espalda.


Muy lejos de ahí... en un sombrío bosque, todos los villanos estaban reunidos, estaban haciendo embrujos. Tenían que entrar al hotel, pero estaba muy protegido.
- Necesitamos llevarnos a Walt y a Gretel.- susurró Facilier
CAMBIO DE TRAMA
En España...
Miguel caminaba por la calle, estaba por llegar a su trabajo. El metro se había descompuesto y ahora tenía que ir a pie.
Entonces una luz blanca salió de una coladera. Miguel pegó un brinco.
Una mujer que el hombre conocía muy bien apareció ante él.
-         ¿Hada Azul?
El hada volteó.
-         ¡Miguel! Al fin te encuentro, he viajado a China, Finlandia y hasta a ¡Rusia!
-         ¿Me conoces?
-         Sólo se que debes venir conmigo.
El hada le lanzó una luz azul al hombre y desaparecieron.
CAMBIO DE TRAMA
Merida estaba en su cama, Astrid ya se había dormido.
Comenzó a recordar el beso de Jim y Audrey.
Recordó como Jim le había prometido dejar a Audrey, ¿Qué había pasado con esa promesa?
Tengo que ser fuerte, algunas veces perderé la batalla, no siempre se gana.
Pero... ¿Por qué a mí? Quiero a Jim, pero también a Hippo. ¡Maldita sea! ¿Es tan difícil elegir?
La chica se soltó a llorar entre pensamientos.

Pero no era la única llorando. Theodora estaba tratando de controlarse, pero tan sólo no podía.
¿Qué había echo mal? ¿Por qué siempre era ella la de la mala suerte?
Tlaw ni siquiera volteaba a verla.
La chica estaba destrozada, entre llantos se quedó dormida.

Al otro día, Merida se despertó creyendo que todo mejoraría... Pobre inocente.

Jim iba bajando las escaleras, de la mano de Audrey. Le estaba secreteando cosas. Merida estaba a unos diez metros. Se sentía muy dolida.
Hippo llegó.
Vio que Merida estaba llorando.
-         ¡Jim! ¿Puedo hablar contigo?- gritó Hippo.
-         Pero... ¿Qué demonios haces?- susurró Merida.
Jim fue con Hippo.
-         Te veo al rato.
Merida se fue con Audrey.
-         Lo lamento- dijo Audrey
-         No lo dices en serio.
-         Sí que lo hago.

Hippo y Jim fueron a hablar a un lugar más privado.
-         ¿Qué sucede?
-         ¿Qué te sucede a ti?- contestó Hippo.
-         ¿De qué hablas?
-         Escúchame bien, si vuelvo a ver a Merida llorar por tu culpa. ¡No la cuentas!
-         Tranquilo.
-         Tranquilo tú.
-         Sabes... ella tiene novio ¿Por qué yo no podría tener novia? Um, espera ya la tengo.
-         Audrey... ¿Audrey es tu... novia?- dijo Hippo sin poderlo creer.
-         Yeap.
Hippo le pegó un puñetazo y se fue enojado.
-         Hippo. ¿Puedo hablar contigo?- dijo Audrey.
-         ¿Qué quieres?
-         A SOLAS
Merida se fue.
-         ¿Qué sucede?
-         El plan ya está, ahora coopera y deja en paz a Jim.
-         El está lastimando a Merida.
-         ¿Me importa? No. Ahora, vamos a la siguiente fase del plan.
-         No estoy seguro
-         ¿Quieres perder a Merida?
-         ¿Cuál es la siguiente parte?
-         Tenemos que hacer que Jim y Merida se odien, que JAMÁS se quieran hablar, que ni siquiera quieran verse.
-         ¿Estás segura?
-         Así Jim dejará de lastimar a tu pelirroja.
Hippo asintió.
-         ¿Y ahí acaba el plan?
-         Tal vez.
Los dos bajaron las escaleras, si tan sólo supieran que alguien los oía... Eugene y Rapunzel.
Ambos iban bajando, Jim le habló a Rapunzel.
-         ¡Rapunzel!
-         ¿Qué sucede?
-         ¿Me ayudarías en algo?
-         ¿En qué?
-         Tengo un plan para volver con Merida...
-         Pero... ¿No eres novio de Audrey?
-         Ese es el plan, primero tiene que estar dolida. Después le daré unas flores y le cantaré una canción. No se resistirá a eso.
-         Lindo plan, ¿En qué te ayudo?
-         ¿Cuáles son las flores favoritas de Merida?
-         Te investigo y luego te digo. Ay, ¡Que emoción! Por cierto... Audrey e Hippo...
-         ¡ESOS ME VALEN UN CACAHUTE!
Jim bajó a la piscina.
Rapunzel bajó con Eugene.
-         Ahora si, amor, todo el día es solo para nosotros. Hairy está en la escuela y el bosque está libre.
Eugene besó a su esposa.
Los dos bajaron las escaleras agarrados de la mano.
Rapunzel estaba muy contenta, su mundo era color rosa.
CAMBIO DE TRAMA
En la isla...
Violetta estaba preparando el desayuno.
Mike y Sulley jugaban con Boo a las escondidas, la niña estaba muy feliz.
Zeus los llamó.
-         ¿Qué sucede?
-         Bueno... Walt... OH, claro no lo conocen. Necesito que traigan a los mejores asustadores.
-         ¿Para qué?- dijo Mike confundido
-         Para la batalla.
Mike y Sulley se voltearon a ver.
-         Pero necesitamos viajar a nuestro tiempo.
Zeus les lanzó un rayo a Boo, Mike y Sulley, los tres aparecieron en su casa.
-         Bienvenida a nuestra casa, Boo- dijo Sulley
-         Linda casita- dijo Boo con las manos atrás- Ya la había visto.
-         Cierto. Lo olvidé.
-         Ahora, tenemos que ir por Art- dijo Mike.
Los tres subieron al auto de Mike.
-         Lindo run run- dijo Boo.
-         Gracias Boo, me alegro que te haya gustado- dijo Mike- es último modelo.
-         ¿Estamos en una expo de Autos? ¡no! ¡Acelera!
Después de unos veinte minutos llegaron a Monsters University.
Entraron corriendo a la academia de risas. Antes era de sustos pero ahora era de ¡risas!
 Art estaba como... ¡Profesor!
Le contaron todo a Art y se lo llevaron.
Después irían por el resto... pero... ¿Qué tan fácil sería?
CAMBIO DE TRAMA
Merida estaba caminando de la mano de Hippo.
-         Merida...
-         ¿Sí?
-         Tengo que decirte... algo...
-         ¿Qué es, bebé?
-         Bueno... Jim... y Audrey... ellos son... no... novios.
Merida sintió una cuchillada en el pecho.
Tropezó, soltó una lágrima.
-         Tal vez no debí haberte dicho esto.
Merida salió corriendo hacia su habitación. Se soltó a llorar en la cama.
No quería vivir más, aunque. ¿Qué sentido tenía? Ella estaba con Hippo... ¿POR QUÉ DEMONIOS TENÍA QUE DOLERLE ESO?
Entonces encontró una carta en su almohada.
Decía así:
Merida:
Supongo que quieres mucho a tu madre, ¿No?
Bien... ella está en peligro.
¿Quieres volver a verla? Ven al bosque en una hora, no te esperes que algo bueno llegue a suceder.
¿No quieres volver a verla? No hay problema. No vengas.
Atte. Dr. Facilier.
Merida tiró la carta a la cama casi sin aliento.
Salió corriendo de su habitación. Llegó con Hippo.
-         ¿Qué sucede?
-         Hippo... ellos... tienen... a... mi... madre...
Hippo la abrazó abriendo grandes los ojos.
-         Trae a Jack, a Rapunzel y a Eugene. Yo iré por Jim y Astrid.
-         Pero... Jim...
-         Jim nada, es buen guerrero y necesito buenos guerreros, sin importar lo que sienta o no hacia ellos.
-         ¿No deberíamos decirle a Walt?
-         No me dejaría ir, así que NO, definitivamente NO.
-         Pero...
-         Hippo...
Hippo suspiró. Mérida bajó por Jim. Sería un poco (¿POCO?) Bueno, un mucho complicado.
CAMBIO DE TRAMA
Todos estaban exhaustos en la isla, Shang los había hecho entrenar de más.
Violetta estaba sentada en un tronco, la gran mayoría estaban dormidos, y los que no estaban dormidos estaban en sus tiendas acostados.
La chica estaba un poco nerviosa, le daba un poco de miedo estar sola, desde lo que sucedió con la reina roja.
Comenzó a escuchar unos pasos.
-         ¿Quién anda ahí?- dijo la chica levantando una daga.
-         Soy yo, Diego (grande)
Violetta bajó la daga.
-         ¿Qué sucede?
-         Venía a desearte buenas noches, hermosa.
-         ¿Hermosa?- dijo Violetta a punto de lanzarle una cachetada.
-         ¿Por qué tan agresiva, muñequita?
-         Muñequita, tu mamá. Para a tus coqueteos. ¿Te has olvidado de qué tengo novio?
-         ¿Te has olvidado de que no me importa?
Violetta cruzó los brazos.
-         Diego- dijo un poco más calmada- Por favor, no compliques más las cosas... No quiero más problemas entre León y yo. ¡Causaste muchos ya!
-         No venía a tratar de conquistarte, además de deserte buenas noches venía a hablar sobre el tal Tomás. ¿Quién es?
-         Un chico con quien tuve cierto romance... pero todo se acabó.
-         Oh, así que León y yo no somos los únicos en tu vida...
-         Sólo León está en mi interés, Diego.
-         Uhh, eso duele- dijo una voz de los arbustos.
Diego pequeño salió de los arbustos.
-         ¡Diego! ¿Qué haces aquí?
-         Espiando, ¿No es obvio?
-         No me causas gracia, pequeño diablo- dijo Diego grande
-         Al menos a mi no me rechazan.
-         ¡Largo, Diego!
-         ¿A mí?- dijo Diego Grande
-         ¡A los dos!
Los dos se fueron enojados. León llegó.
Violetta se levantó del tronco.
León la saludó.
-         ¿Qué vienes a hacer por acá?- dijo Violetta.
-         A desearte buenas noches.
-         Bueno, ¿ya te vas a dormir?
-         No. Pero supongo que tú ya.
-         Bueno... no, realmente no. ¿Podemos hacer algo?
-         Claro... pero... ¿Y tú papá? ¿No se pondrá celoso?
-         Está dormido como un tronco, Shang los deja muy cansados.
-         No sabes como.
Violetta sonrió y le besó a León.
-         Para mi fuerte guerrero.
León sonrió y le tomó la mano a su novia.
Ambos se sentaron.
-         ¿Y cómo te va en la cocina?
-         Em... Pues, bien. No es que sea experta pero todo va muy bien.
-         Te vi hablando con Diego, ¿Qué pasó?
-         Hmm... Me preguntó sobre Tomás.
-         Ow, ¿Cómo fue su reacción?
-         Le dio igual.
León sonrió.
Le acarició la mejilla a la chica, la tomó de la cintura y le dio un beso en la mejilla.
Violetta sonrió, ambos siguieron hablando.
-         Y... ¿Cuándo me presentas a tu primo?
-         ¿Estás seguro? Es todo un travieso.
-         Bueno, pero aún así quiero conocerlo.
-         ¡León!- gritó Shang
-         Vuelvo en un momento- le susurró el chico a su novia.
Violetta sonrió, cuando León se hubo ido, Diego grande salió de unos arbustos.
-         Vaya, lindo su coqueteo.
-         ¿¡DIEGO?! ¿Qué haces aquí?
-         Queríamos asegurarnos de que León y tu no hicieran cosas malas- dijo Tomás que acababa de salir del arbusto.
-         ¿A qué te refieres?- susurró la chica.
-         Creo que lo sabes muy bien- dijo Diego chico que también acababa de salir.
-         ¿Qué es lo que quieren?
-         Ya te lo dijimos- dijo Diego grande
-         Bueno...- dijo Diego chico- yo pensaba contarle a tu padre todo, incluso enseñarle el vídeo.
-         ¿VÍDEO?
-         Por suerte, traía mi maleta cuando fui “tele transportado” aquí- dijo el niño- Y Traía una cámara.
-         ¿Qué quieres?
-         Una ración extra de desayuno. Si es que no quieres que te lo enseñe a tu padre.
-         Bien, trato echo, ¿Se pueden ir?
-         Y que nos dejes ver todo, o si no se lo enseño a tu padre.
-         Pero en silencio.
-         Echo- dijeron Diego, Tomás y Diego grande.
CAMBIO DE TRAMA
Merida bajó a hablar con Jim muy apresurada.
-         ¡Jim!
Para colmo, el marinero estaba con Audrey.
-         ¿Qué quieres?- dijo Audrey.
-         Ellos... ellos tienen a mi madre- susurró Merida.
-         ¿Ellos?
-         Facilier y su grupo.
Jim salió corriendo con Merida.
-         ¿Y a dónde vamos?
-         Por Astrid.
No tardaron mucho en encontrarla, luego fueron con Hippo que ya estaba con Rapunzel, Jack, Eugene y Aladdín.
Salieron hacia el bosque sin que nadie los viera.
Hippo llevó a chimuelo.
Rapunzel llevó una daga.
Eugene llevó una espada.
Aladdín una daga.
Jim una pistola.
Merida un arco.
Y Astrid un hacha.
Jack no llevó nada. Walt los estuvo vigilando y supo que tramaban algo.
Fue por Arleen, Hansel, Gretel y Alicia.
-         Quiero que los sigan y descubran que traman.
-         De acuerdo.
Pasó al menos una hora cuando todos llegaron a dónde estaban los villanos, se ocultaron detrás de unos arbustos.
Estaban todos los villanos y obscurizados reunidos, en medio estaba Ellinor encadenada.
Facilier le acarició la mejilla a la reina que no dejaba de llorar.
-         ¿Qué es lo que quieren?- dijo la reina valientemente
-         Oh, ahora se digna a hablarnos- dijo Jasmine
-         Bien, creo que tu hija no vendrá, así que te propondré algo- dijo Facilier.
El hombre chasqueó los dedos, apareció una jaula ENORME, adentro estaba...
-         ¡Mordu!- Susurró Ellinor
-         Te equivocas- dijo Facilier- Da una segunda mirada, es el cuerpo de Mordu, pero el espíritu es de...
-         Fergus- gimió Ellinor.
-         Pero que lista- dijo Adam y le dio un golpe a la reina.
Merida soltó una lágrima.
-         Deberíamos actuar. ¡Ya!- susurró Hippo.
-         Espera un poco- le contestó Jim.
-         Esta es nuestro trato- dijo Facilier- si tu te conviertes en Mordu, el será libre y volverá a la vida ¿Qué dices?
Ellinor meditó.
-         Acepto.
Estaban a punto de sellar el trato.
Merida cargó su arco.
- Concentración- se dijo a ella misma- Tienes una oportunidad, si matas a Facilier, el resto se marchará, pero si no le das, sabrán que estás aquí y se armará una pelea fea.
Merida lanzó una flecha, le dio a la mano de Facilier. Había fallado.
-         ¡Ahora!- gritó Merida.
Todos salieron de los arbustos y comenzaron a pelear, pero eran muy pocos.
Zafiro se dirigió hacia Jim.
-         Estoy lista para la venganza- dijo Zafiro.
Jim le disparó, la bruja se movió. Comenzó a flotar, movió la mano, Jim comenzó a flotar, sus pupilas se pusieron negras.
El chico cayó de nuevo al suelo.
Hippo estaba peleando con Jafar, entonces Jim se le echó encima al doma- dragones como si fuera un león.
Hippo emitió un grito, Merida volteó. Tomó rápido su arco, puso una flecha y apuntó a Jim. Estaba a punto de disparar pero... ¿Qué tan fuerte era Merida? ¿Sería capaz de darle a Jim?

CONTINUARÁ....

                    

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